Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Los occisos
2011-09-21 | 21:11:11
Lo de la cifra de muertos depositados la tarde de este martes sobre el transitado bulevar “Adolfo Ruiz Cortines” de Boca del Río, a unos cuantos metros de un concurrido y súper vigilado centro comercial, ya no sorprende tanto a la ciudadanía veracruzana –sobre todo después de los 72 migrantes centroamericanos masacrados en agosto de 2010 en el municipio de San Fernando, Tamaulipas; o de los 52 fallecidos en el atentado al Casino Royale, de Monterrey, Nuevo León, hace un mes–; lo que realmente intriga son las aparentes facilidades que recibieron los autores de este masivo crimen para trasladar sin mayor problema hasta ese sitio estratégico los 32 cadáveres para luego emprender la graciosa huída tranquila e impunemente, sin que ningún policía municipal, agente de tránsito o convoy militar y de marinos (que desde hace varias semanas patrullan por aire y tierra la zona conurbada) se hubiera percatado supuestamente de este macabro operativo.
Y es que este tenebroso espectáculo de la narcoviolencia que se ha desbordado en la entidad no se realizó a escondidas aprovechando las sombras de la noche o durante las primeras horas de la madrugada, cuando regularmente las calles y avenidas citadinas están desiertas. No, la tétrica acción se ejecutó a media tarde, alrededor de las 17:00 horas, a plena luz del día, en una zona donde están establecidos varios hoteles, restaurantes, cafés y plazas comerciales.
Ello, obviamente, ha desatado todo tipo de especulaciones y suspicacias, las cuales han dado pie a descabelladas versiones alimentadas también por la desatinada actuación de las autoridades encargadas de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
La mañana de este miércoles, por ejemplo, el procurador veracruzano Reynaldo Escobar Pérez fue entrevistado en vivo, vía telefónica, por el periodista Carlos Loret de Mola, conductor del noticiario matutino Primero Noticias, de Televisa. Pero por más que el comunicador quiso obtener información para orientar a la opinión pública sobre las causas de este multihomicidio, el funcionario estatal no fue capaz de aclarar ni de responder con certeza una sola de las interrogantes que le fueron expuestas.
Vamos, aunque en algunos blogs y portales de internet que difunden videos y todo tipo de información vinculada a los cárteles del narcotráfico se divulgó ayer mismo la existencia de una supuesto mensaje escrito dirigido al grupo criminal de “Los Zetas” por presuntos sicarios de G.N (“Gente Nueva”), Reynaldo Escobar declaró este miércoles por la mañana que todavía desconocían si en efecto los cadáveres pertenecían a miembros de esa organización delincuencial, no obstante que paradójicamente, el día anterior, había asegurado en un boletín oficial que “todos los cuerpos encontrados la tarde de este martes en el bulevar Ruiz Cortines de Boca del Río pertenecen a personas que tenían antecedentes penales y se dedicaban a actividades vinculadas al crimen organizado, tales como secuestro, extorsión, homicidio y narcomenudeo, entre otros delitos”.
Lo mismo sostuvo con el periodista Loret de Mola, al cual le dijo que esta información la habían podido verificar en los propios archivos de la Procuraduría General de Justicia del Estado y a través de la Plataforma México, de seguridad nacional.
Sin embargo, cuando el conductor del noticiero de Televisa le preguntó lo que ya el subsecretario de Gobierno de la Secretaría Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez, había declarado desde la noche anterior, de que muy posiblemente se trataba de un enfrentamiento entre bandas criminales rivales que se disputan el control de esta plaza, el procurador Escobar Pérez simplemente evadió dar una respuesta concreta.
¿Por qué tanto temor de Escobar a reconocer públicamente lo que desde el sexenio anterior –cuando él se desempeñó como secretario general de Gobierno– ya era vox populi en Veracruz, acerca del cártel criminal que venía operando impunemente en la entidad?
El mutismo del titular de la PGJE contrasta evidentemente con el arrojo del gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien, como se recordará, desde la noche del miércoles 10 de agosto de este año, en un mensaje dirigido por radio y televisión a todos los veracruzanos, advirtió acerca de los operativos que de manera constante realizan las fuerzas del orden para enfrentar a grupos delictivos, y expresó su pesar y “profundo dolor” porque en estas acciones la población civil se haya visto afectada.
Sin embargo, el mandatario estatal reiteró que la seguridad y la tranquilidad de los veracruzanos es uno de sus principales compromisos, y que la vigencia de la ley es total porque Veracruz no será tierra fértil para la delincuencia, pues afirmó que en la entidad no hay ni habrá espacio para la impunidad.
Además, enfatizó que el pueblo veracruzano quiere vivir libre y sin temor, y que por ello “seguiremos actuando con firmeza en contra de quienes busquen transgredir o violentar el Estado de Derecho, la paz y la armonía que merecemos como sociedad”.
Es más, de manera clara y directa, Duarte de Ochoa advirtió que se aplicaría también todo el peso de la ley a todos aquellos servidores públicos que por miedo o por interés económico estuvieran coludidos con grupos delincuenciales, a los cuales dijo que tendrían que responder a la sociedad por sus malos actos y por la traición a la confianza depositada en ellos.
El gobernador todavía fue más allá, pues precisó que en este tema “no podemos autoengañarnos” y aludió que la delincuencia tiene también raíces y apoyo en diversos sectores de la sociedad. “No podemos cerrar los ojos ante la participación de otros actores quienes se escudan entre empresarios, periodistas, profesionales y otros grupos sociales”, expresó.
Y aunque no mencionó por su nombre a la organización criminal que todo mundo sabe opera en Veracruz desde el sexenio anterior, Duarte de Ochoa lo aludió indirectamente al referir que “no vamos a permitir que envenenen a nuestros ciudadanos con sus drogas, que atemoricen a los empresarios o inversionistas con extorsiones, que amenacen a nuestra gente con secuestros, que recluten a nuestros jóvenes para engrosar sus filas criminales”.
¿Qué cártel es el que entre 2005 y 2010 incrementó no solo el narcomenudeo en la entidad sino también las extorsiones a empresarios e inversionistas y últimamente reclutó a decenas de jóvenes en sus filas, algunos atraídos por el dinero y otros “levantados” a la fuerza? Si Escobar Pérez no lo supo o no la sabe… entonces qué mal secretario de Gobierno fue en la administración anterior.
Seguramente por eso es que desde hace un mes, el gobernador Duarte anticipó que ésta no será una lucha sencilla, dejando entrever que él no negociará con ninguna organización criminal. “El único pacto del gobierno de Veracruz es con el presente y el futuro de nuestras familias”, dijo en su mensaje del 25 de agosto, en el que refrendó su apoyo total a las acciones que en Veracruz realizan las fuerzas armadas en esta lucha para mantener la tranquilidad y la seguridad en nuestro territorio.

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