Los torreciales aguaceros que cayeron este fin de semana en la capital del estado y municipios circunvecinos pusieron al descubierto diversas irregularidades solapadas por las autoridades de los tres niveles de gobierno que financian, permiten y hasta cobran los derechos por la construcción de viviendas y unidades habitacionales asentadas en zonas de alto riesgo.

Otros casos son los proyectos de infraestructura urbana mal planeados que en lugar de representar una solución a los problemas de vialidad o de saneamiento, se han constituido en un perjuicio para los habitantes presuntamente “beneficiados”, como por ejemplo el distribuidor vial de Las Trancas que conecta a la Central de Abastos, donde este sábado 2 fue cubierta totalmente por el agua una camioneta en cuyo interior falleció presuntamente el conductor.

Ese mismo día, los residentes del fraccionamiento La Ciénega, en esa zona conurbada del municipio de Emiliano Zapata y Xalapa, vivieron una pesadilla debido a las intensas lluvias que cayeron en esta región desde un par de días antes.

La Ciénega, por cierto, es un conjunto habitacional de burócratas federales que fueron defraudados el sexenio antepasado, pues unos habían dado anticipos y otros consiguieron los créditos en 2001 para la construcción de sus casas pero éstas quedaron sin concluir durante siete años.

En este caso fue implicado el entonces dirigente estatal de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Miguel Rodríguez Cruz, quien primero fue diputado del PRI con el gobernador Fidel Herrera Beltrán en 2004 y luego fue candidato también a la diputación local en 2010 pero por el PAN, apoyando para la gubernatura a Miguel Ángel Yunes Linares, ex director general del ISSSTE.

Y es que Yunes Linares, como titular de este organismo del gobierno federal, fue el que gestionó el financiamiento a través del FOVISSSTE para concluir y entregar el centenar de viviendas de La Ciénega tras siete años de espera.

Precisamente a mediados de 2008, cuando ya andaba en plena precampaña por la gubernatura de Veracruz, el entonces director general del ISSSTE vino a entregar personalmente las viviendas a las decenas de familias beneficiadas.

En esa ocasión, Yunes Linares se hizo acompañar del ex dirigente estatal y a la sazón coordinador de los diputados locales del PAN, Alejandro Vázquez Cuevas, así como del coordinador de la bancada del PRD en el Congreso local, Fredy Ayala, y hasta del ex diputado perredista Uriel Flores Aguayo, fundador del Movimiento Popular Independiente (Mopi).

Como representante del gobernador Fidel Herrera asistió el secretario de Salud, Manuel Lila de Arce.

Por cierto, este caso de La Ciénega les tocó capotearlo, como delegados estatales del ISSSTE, al ahora diputado federal del PRI por el distrito electoral de Cosoleacaque, Antonio Benítez Lucho, y a Francisco Muñoz Ruiz, actual asesor de cabecera del secretario duartista de Finanzas y Planeación, Tomás Ruiz González.


EL CICLÓN ‘MIMÍ’

La semana anterior, aparte de “Arlene”, también otro ciclón tocó tierra en las oficinas de la Secretaría de Protección Civil del gobierno del estado.

Cuentan que los efectos de esta tormenta tropical fueron tan devastadores que se quedaron… ¡hasta sin jefa de prensa!

Cierto: trascendió que la experimentada periodista nativa de Los Tuxtlas, Maritoña Baxín Pérez, renunció como enlace de Comunicación Social de esa secretaría a cargo de la tormentosa ex senadora y ex alcaldesa de Teocelo, Nohemí Guzmán Lagunes, a quien por sus yerros personales en algunos medios de comunicación le llueve sobre mojado desde que inició esta administración.

Caso curioso: la reportera nativa de San Andrés Tuxtla sólo aguantó escasamente siete meses al lado de Guzmán Lagunes, cuando el sexenio anterior (2004-2010) sobrevivió como vocera de la Secretaría de Salud del estado a tres titulares: Jon Rementería Sempé, Manuel Lila de Arce y Luis Fernando Antiga Tinoco, quien por mera casualidad fue cesado este viernes 1° de julio como director general del Hospital Regional de Alta Especialidad de Veracruz, luego de que una supuesta auditoría de la Contraloría General del Estado habría detectado la existencia de 16 presuntos “aviadores” en la nómina del HRAEV.


CAMBIO EN CEDEP

El escándalo del caso de extorsión que tres seudoperiodistas actualmente procesados e internados en el reclusorio de Pacho Viejo fraguaron en contra del alcalde priísta del municipio de Tuxpan, Alberto Silva Ramos, tuvo repercusión hasta en el seno de la Junta de Gobierno de la Comisión Estatal para la Defensa de los Periodistas (CEDEP), un organismo público descentralizado que desde hace cinco años dirige el experimentado abogado Gerardo Perdomo Cueto, ex delegado estatal de la Procuraduría General de la República.

Y es que uno de los vocales propietarios de la Junta de Gobierno de la CEDEP, Carlos Antonio Ortiz, quien desde 2006 venía fungiendo como representante de los comunicadores de los medios radiofónicos, acaba de ser sustituido por el locutor porteño Javier Moranchel.

Por cierto, este caso de extorsión en el que se vio inmiscuido el alcalde tuxpeño evidenció también una serie de situaciones ilícitas que siguen prevaleciendo en ese Centro de Readaptación Social ubicado en el municipio de Coatepec, las cuales expondremos mañana en este mismo espacio para la atención del secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, presidente, por cierto, de la Junta de Gobierno de la CEDEP.