Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
El padre Solalinde
2011-06-28 | 21:03:19
En breve, en un día que aún está por definirse, el presbítero Alejandro Solalinde Guerra, encargado del albergue “Hermanos en el camino”, ubicado en Ixtepec, Oaxaca, se entrevistará con el gobernador Javier Duarte de Ochoa para hablar sobre los problemas de inseguridad que enfrentan los migrantes centroamericanos en su paso por la entidad veracruzana.
Y es que el sacerdote católico, quien es nacional e internacionalmente reconocido por su trabajo pastoral a favor de los migrantes, acaba de denunciar el secuestro de aproximadamente 80 centroamericanos –procedentes en su mayoría de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua– ocurrido el pasado 24 de junio en Medias Aguas, Veracruz, hecho del cual se enteró porque algunas de las víctimas lograron escapar de los criminales y le narraron lo sucedido.Por estos hechos, el sacerdote interpuso sendas denuncias en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR), y ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la cual asiste a los testigos en su declaración ministerial.En coadyuvancia, el Instituto Nacional de Migración (INM) solicitó también el apoyo a las Procuradurías de Justicia de los estados de Oaxaca y Veracruz, el cual les fue confirmado por ambos gobiernos estatales.
El caso de Medias Aguas es grave. Tanto que próximamente el relator de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre Migrantes, Rodrigo Escobar, llegará a Veracruz, mientras que la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos viajará a Oaxaca para entrevistarse con el padre Solalinde, quien ha acusado que a cuatro meses del segundo informe acerca del secuestro de migrantes en México rendido por la CNDH, en el que se emitieron recomendaciones al gobierno federal, éste no ha mostrado capacidad ni voluntad política para parar estos atentados. A su vez, el quinto visitador de la CNDH, Fernando Batista, recordó que en febrero pasado se presentaron 28 propuestas a las autoridades de la Secretaría de Gobernación, a la PGR, al INM, y a las procuradurías y secretarías de seguridad pública de los estados para que pusieran en marcha acciones que frenaran los secuestros. “Pero si éstos siguen quiere decir que las políticas públicas son insuficientes. Es urgente que con políticas concertadas estados y gobierno federal actúen para prevenir estos hechos, y que investiguen los secuestros a fondo, porque la CNDH ya dio a conocer los lugares de riesgo para los migrantes y Medias Aguas, Veracruz está señalado como sitio peligroso, lo mismo que San Fernando, Tamaulipas, pero no se atienden las propuestas”, manifestó.Ya en mayo de este año el tema migratorio había comenzado a dar mucho de qué hablar respecto a la entidad, y no se descartaba desde entonces que ante la lucha feroz por el poder que se dará a raíz de la sucesión presidencial de 2012, este espinoso asunto pudiera significar el final de las aspiraciones políticas de algunos destacados personajes priistas como el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien hace un par de meses volvió a ser señalado directamente por el sacerdote Solalinde, el cual acusó al ex mandatario veracruzano de estar implicado en la desaparición de decenas de migrantes centroamericanos que forzosamente debían cruzar por los linderos de Veracruz con Oaxaca.El presbítero denunció inclusive que en el estado de Veracruz podrían encontrarse más fosas clandestinas con cuerpos de migrantes secuestrados por el crimen organizado de las que se han descubierto en el norte del país. Al destacar que esta entidad es paso obligado de quienes pretenden llegar a Estados Unidos, el activista señaló que existen testimonios de víctimas que refieren la complicidad de las distintas corporaciones policíacas y del Instituto Nacional de Migración con bandas delictivas. Incluso mencionó que se ha denunciado ante la Secretaría de Gobernación y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del posible vínculo del ex gobernador Herrera con los plagios. “Yo fui testigo de un testimonio muy importante que se entregó directamente al CISEN, directamente a Gobernación. Ese informe hablaba del involucramiento de Fidel Herrera en los secuestros y de un tal comandante ‘Jimmy’ de la Policía Federal como cerebro, como cabeza de los secuestros en toda esa zona de Tabasco y Veracruz. Cosas muy concretas. Inclusive, preguntaron si a mí me habían sentenciado a muerte y esa persona dijo ‘sí’, y dijo cuándo y yo recordé perfectamente esa amenaza de un Zeta”, declaró el sacerdote a un noticiero radiofónico capitalino. Entrevistado al término de una conferencia de prensa en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, el padre Solalinde manifestó su preocupación, según los testimonios que ha recabado, de que se están instrumentando nuevos métodos para deshacerse de los cuerpos de migrantes asesinados. “Lo que pasa es que ahora están desapareciéndolos con mejores técnicas. De hecho no hay que olvidar que allá en Veracruz empezaron la técnica de los tambos de 200 litros de ácido de desaparecer; los migrantes sobrevivientes narran que hace unos tres años, dos años, los echaban a unos laguitos con lagartos y se los comían; otros narran que vieron cómo echaban en un pozo a un cuerpo”, relató. No es la primera vez que Solalinde arremete contra Herrera Beltrán. Anteriormente había insistido en que el punto más peligroso era Veracruz, donde aseguraba que ocurría la tercera parte de los plagios masivos de migrantes procedentes de Centroamérica.
En enero de este año había hecho los mismos señalamientos en contra del ex mandatario veracruzano, lo que le valió una fuerte embestida de varios diputados locales y líderes del PRI estatal, así como de algunos colaboradores del gobernador Duarte, entre ellos el secretario de Desarrollo Social, Marcelo Montiel; los cuales quién sabe que irán a decir ahora que se reúna Solalinde con el titular del Poder Ejecutivo estatal.
Y es que en aquella ocasión, el revire de los priistas fue tan intolerante que el escritor y periodista de origen veracruzano Ricardo Ravelo Galó, reportero de la revista “Proceso”, advirtió a principios de febrero en Xalapa que la seguridad del presbítero estaba en riesgo por sus señalamientos en contra de los ex gobernadores priistas de Veracruz y Oaxaca, y declaró que el presidente Felipe Calderón tenía la obligación de brindarle protección para evitar “la crónica de una muerte anunciada”.
Pero Calderón está muy molesto también con el padre Solalinde, quien en un viaje por Madrid, España –en tránsito hacia Ginebra, donde en abril de este año funcionarios del gobierno mexicano se reunieron con representantes de la ONU, ante los cuales se comprometieron a combatir los secuestros de migrantes– le expresó al periodista Oscar Gutiérrez, del diario español “El País”, su escepticismo acerca de que el gobierno calderonista pudiera frenar los actos criminales contra los migrantes, pues argumentó que “si no lo pudieron hacer en los 11 años que gobernó el PAN, menos ahora”.
“Se van a olvidar. Lo único que les interesa ahora es quedar en mejor posición en las elecciones de 2012”, recriminó el sacerdote, quien aseguró que con el próximo gobierno –que según pronosticó será ocupado por un partido de la oposición– “va a haber una negociación tranquila con los cárteles” y que “entonces el país volverá a como era antes”.

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