Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
'El Ñaca'
2011-06-23 | 20:28:11
Ayer, a solo tres días del crimen del periodista porteño Miguel Ángel López Velasco –mejor conocido como “Milo Vela”, quien la madrugada del pasado lunes 20 fue alevosamente ejecutado en su domicilio particular junto con su esposa, Agustina Solana Melo y su hijo Misael López Solana–, el procurador Reynaldo Escobar Pérez convocó a conferencia de prensa para informar que de acuerdo a las pesquisas y las declaraciones rendidas ante el Ministerio Público por 40 personas, la principal línea de investigación apunta hacia Juan Carlos Carranza Saavedra, alias “El Ñaca”, como el presunto autor del triple homicidio.
Escobar Pérez anunció el pago de una recompensa de 3 millones de pesos para quien de manera anónima aporte datos fidedignos que permitan ubicar y aprehender a Carranza Saavedra, un sujeto de 33 años de edad y originario del puerto de Veracruz, donde lo vinculan con actos de vandalismo, robo y asesinatos. En efecto, en abril de 2007, cuando el panista Julen Rementería –actual funcionario de la SCT y fuerte aspirante al Senado de la República en el 2012– aún gobernaba el municipio del puerto de Veracruz, el general Arturo Quintero Ortega, a la sazón director de Tránsito municipal, fue víctima de un atentado en el fraccionamiento El Coyol. El funcionario municipal resultó ileso, no así su chofer José Manuel Castro Soto. Según la versión oficial, “sicarios que se transportaban en una unidad automovilística los esperaban al llegar a la residencia del general, y con pistolas calibre .38 especial dispararon contra la unidad, hirieron levemente al general y asesinaron al conductor...”El entonces secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar –actual titular de la PGJE– declaró aquella vez que una de las líneas de investigación seguida era sobre la hipótesis de que el ataque iba dirigido al chofer de planta del general Quintero, Juan Carlos Carranza Saavedra, quien coincidentemente una semana antes del atentado acababa de ser sustituido temporalmente por la víctima Castro Soto, ya que él había solicitado vacaciones pese a que apenas llevaba seis meses trabajando al lado del director de Tránsito de Veracruz.Las pesquisas se enfocaron hacia “El Ñaca” porque la última persona que había sido ejecutada cinco días antes en el fraccionamiento Floresta tenía pegado al cuerpo un escrito de la supuesta autoría del grupo autodenominado “Gente Nueva”, el cual era una advertencia para alguien apellidado “Carranza”. “Hay esa coincidencia, que es una de las líneas que no se descarta y que también está atendiendo el subprocurador (José Tomás Carrillo Sánchez, actual secretario de Desarrollo Agropecuario, quien era muy amigo del columnista López Velasco)”, dijo en esa ocasión Escobar.
El nombre de Carranza Saavedra volvió a mencionarse a finales de junio de 2009 en dos videos anónimos subidos a YouTube, en los que se muestra a seis presuntos operadores de Los Zetas, los cuales, amagados por un comando vestido de negro, encapuchado, con armas de grueso calibre, granadas e incluso un lanzagranadas, son “interrogados” y hablan de cómo y con cuáles cómplices operan una red de tráfico de migrantes y prostitutas, de extorsión y de venta de droga, que funcionaría en la Península de Yucatán y en Veracruz con alcance a Monterrey, Nuevo León, y la frontera con Estados Unidos.Pero además, tres sujetos –que se identificaron como Sergio Francisco Cano Acosta, Samuel Ibarra García y Rodolfo Lara Sánchez– que hablan en el video y que presuntamente fueron ejecutados a finales de junio de 2009 en la zona conurbada a Boca del Río, confesaron que fueron Los Zetas los que se encargaron de secuestrar al administrador de la Aduana de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni, cuya desaparición dolió tanto al presidente Felipe Calderón.
Lara Sánchez, uno de los interrogados –cuyo cadáver apareció posteriormente decapitado–, confesó que era el encargado dentro de la estructura de Los Zetas de dar información de los contenedores que llegaban al puerto de Veracruz para posteriormente robarlos. “La elección de contenedores era al azar, se elegían los de mayor valor y ellos decidían si les convenía o no”, explicó el sujeto que fue grabado desnudo del torso, tras revelar que atrás de los levantones, asesinatos, extorsiones y robo de tráilers se encontraban involucrados Gilberto Osorio y Juan Carlos Carranza.
En ese video, difundido el año antepasado, Lara Sánchez aseguró que el administrador de la Aduana, Serrano Aramoni, había sido ya eliminado y que en su secuestro habrían participado un comandante de nombre “Osiris” –nunca dio su nombre completo, pero se supone que se refería al ex jefe de Tránsito, José Osiris Cruz Cabrera, detenido junto con otros agentes viales el miércoles 16 de septiembre de 2009 en el domicilio de la regidora panista Elizabeth Torres, emparentada políticamente con el diputado federal del PAN, Julio Saldaña, ex candidato a la alcaldía porteña.El mismo declarante precisó que Juan Carlos Carranza, alias “El Ñaca”, era quien junto con otros sujetos apodados “El Moca”, “El Pelos”, “Fierro” y “Baker”, iba al mando del operativo para secuestrar a Serrano Aramoni, quien habría sido asesinado a principios de junio de 2009 en un rancho cercano al puerto de Veracruz.
En febrero de 2008, Carranza Saavedra ya también había dado de qué hablar, debido a un operativo de la Policía Federal Preventiva en el que resultó muerto su ex compañero Alfredo Florentino Gómez Morales, un agente de Tránsito municipal de escasos 38 años de edad.
Otras versiones periodísticas refieren que en agosto de 2004, cuando era servidor público, él y otro sujeto dispararon contra jóvenes en la colonia Heriberto Jara del puerto de Veracruz. Hubo denuncia ministerial, pues Israel Alfonso Viveros, uno de los agredidos, recibió un balazo en un tobillo y los acusó de estar ebrios y drogados.El 3 de mayo de 2006, unos agentes de Tránsito se dijeron víctimas de un “asalto”. Uno recibió un balazo en el pecho. Otros dos, Juan Carlos Carranza Saavedra y Alfredo Florentino Morales, fueron los que dieron la versión del “robo”; sin embargo, las investigaciones de la Policía Ministerial concluyeron que no hubo asaltantes sino que todo se debió a una discusión iniciada en un bar de las calles porteñas Revillagigedo y Alcócer. Dos años después, en febrero de 2008, Florentino no corrió con la misma suerte. En la calle Cuauhtémoc de la colonia Ortiz Rubio, cuando manejaba un automóvil Honda Civic, se topó con elementos de la Policía Federal Preventiva que le marcaron el alto. No hizo caso, aceleró la velocidad del coche, luego se bajó e intentó huir. Como andaba armado, finalmente recibió seis tiros. Según la necropsia de ley que se le practicó, le fue detectado un fuerte consumo de cocaína, en tanto que la prueba de rodizonato de sodio le resultó positiva en ambos manos. Llevaba una credencial de elector y una licencia de conducir con el nombre falso de “Javier Armas Vera”.
Ahora su ex compañero, Carranza Saavedra, quien habría tenido fuertes desavenencias con el columnista “Milo Vela” por algunas publicaciones sobre sus ilícitas correrías, anda prófugo: la PGJE le ha puesto precio a su cabeza por el crimen del periodista, de su esposa y su hijo.

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