Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
García Guzmán
2011-06-27 | 21:38:41
Este lunes 27, ante la significativa presencia del gobernador Javier Duarte de Ochoa, el ex alcalde y ex diputado local de Pánuco, Ricardo García Guzmán, tomó posesión formal como presidente del Instituto de Administración Pública (IAP), una asociación civil que no forma parte de la estructura del gobierno del estado.
Precisamente por eso la asistencia del gobernador Duarte adquiere una connotación especial, dado que en la sucesión gubernamental de 2010 García Guzmán se distanció del PRI y en un acto público, en Papantla, se sumó abiertamente a la candidatura de Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN. Es más, su hijo primogénito Ricardo García Escalante es actualmente diputado local del partido blanquiazul.
A lo largo de su trayectoria pública, que data de más de 30 años, García Guzmán ha demostrado ser un hombre que ha sabido aprovechar y acomodarse a las circunstancias. Protegido de su paisano Fortunato Guzmán Rivera, quien primero lo recomienda con el también panuquense Mardonio Mireles, gerente del Sistema de Transporte Colectivo “Metro” en el sexenio del presidente José López Portillo (1976-1982), y luego, en 1992 lo incorpora con él en la Secretaría de Comunicaciones en el régimen del gobernador Patricio Chirinos Calero –donde se desempeña inicialmente como subdirector de Administración y Programación de la SECOM y más tarde como subdirector de Administración de Maquinaria de Veracruz (MAVER)–, sin embargo el flamante presidente del IAP dio el gran salto de su vida en el gobierno de Miguel Alemán Velazco, a cuyo equipo se enganchó durante la campaña electoral de 1998, cuando entonces colaboraba como contralor del CDE del PRI bajo la dirigencia de su protector Guzmán Rivera, quien había sustituido precisamente a Yunes Linares tras su sonado fracaso electoral en la sucesión municipal de noviembre de 1997. 
García Guzmán se enriquece inexplicablemente al ocupar la Contraloría General del Estado durante los primeros cinco años del sexenio alemanista. En 2004 busca y logra ser postulado como candidato del PRI a la diputación local por Pánuco, el único distrito que en esa sucesión gubernamental pudo ganar el partido tricolor en todo el norte del estado. 
Del Congreso local, donde adquirió fuero e impunidad, Ricardo García saltó en 2007 a la presidencia municipal, donde incurrió en toda clase de atropellos, excesos de poder y corruptelas. Por ejemplo, en diciembre de 2008, justo cuando rendía su primer informe de actividades en medio de la inconformidad social que le reprochaba un sinfin de promesas incumplidas, a unas cuadras del recinto oficial elementos del Ejército Mexicano procedían a la detención de dos patrullas de la policía municipal de Pánuco en las que al parecer habrían encontrado drogas y armas prohibidas. Las unidades retenidas, que fueron remitidas al Ministerio Público Federal, fueron las número 0804 y 61208 que conducían Eduardo Robles del Ángel y Benigno García Hernández, quienes presuntamente involucraron a otros personajes allegados al munícipe todavía priista.
Por eso, en 2009, Ricardo García buscó ser candidato del PRI a la diputación federal. Le urgía prolongar su fuero. Pero como de Palacio de Gobierno decidieron postular al ex alcalde de Tempoal, Patricio Chirinos del Ángel, a la sazón diputado local, entonces García Guzmán buscó acercamientos con el aún director general del Issste, quien ya se perfilaba como el virtual candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz.
La alianza del alcalde aún priista de Pánuco con Yunes Linares se evidenció cuando éste nombró a finales de 2009 al hijo primogénito del presidente municipal como gerente de las tiendas y farmacias del Issste en el occidente del país, con sede en Guadalajara. Cinco meses después de este nombramiento, García Guzmán renunció públicamente como militante del PRI y proclamó su adhesión a la candidatura de Yunes Linares. Por su parte, su vástago García Escalante regresó de Jalisco para ser postulado como candidato a diputado local por el partido blanquiazul.
Con este par de jugadas, el ex contralor alemanista buscaba desvirtuar la acción penal que en su contra había iniciado la Procuraduría General de Justicia del Estado. Y es que García Guzmán no solo había sido acusado por la mayoría de los miembros del Cabildo de Pánuco de un presunto daño patrimonial de 12 millones de pesos detectado en la revisión de la cuenta pública municipal correspondiente solo al ejercicio fiscal de 2008 sino que también fue señalado de haber hecho mal uso de 600 mil litros de combustible que la paraestatal Pemex donó al Ayuntamiento panuquense en 2009 y 2010.
Por hechos como estos, García Guzmán recibió duras críticas de algunos periodistas de esa región huasteca, los cuales, coincidentemente, fueron víctimas de graves atentados. En enero de 2008, por ejemplo, Octavio Soto Torres, director del matutino “Voces de Veracruz”, fue agredido a balazos en Pánuco cuando viajaba en un auto compacto con su hijo de 16 años de edad. El comunicador, que afortunadamente solo resultó herido de un brazo, fue baleado por tres pistoleros que iban a bordo de una camioneta que se le emparejó.  
Ricardo García también fue denunciado por José Luis Gracia, ex alcalde de Pánuco, articulista y autor del libro titulado “La impunidad en Las Huastecas”, donde relata las acciones fuera de la ley que como diputado local ejerció presuntamente García Guzmán en contra de periodistas de aquella región. Gracia lo acusó penalmente porque presuntamente lo mandó a golpear y encarceló en represalia por sus críticas periodísticas.
Y es que desde que se desempeñó como titular de la Contraloría General del Estado en el gobierno de Alemán Velazco, Ricardo García, cuyo origen fue muy humilde, escandalizó por su enriquecimiento súbito e inexplicable. En el fraccionamiento residencial de Las Ánimas, de Xalapa, se construyó una lujosa mansión; adquirió una cuadra de caballos pura sangre que en ese tiempo tenía un valor de aproximadamente 40 millones de pesos, y se hizo de un rancho que compró tras visitar las propiedades de su amigo Manuel Sánchez Huesca, entonces Jefe de la Unidad Administrativa de la Secretaría de Seguridad Pública.
En su sesión del lunes 26 de abril de 2010, la Diputación Permanente de la LXI Legislatura local envió a las Comisiones Unidas de Justicia y Puntos Constitucionales y de Gobernación la solicitud de la Procuraduría General de Justicia del Estado para iniciar juicio de procedencia en contra de García Guzmán por los presuntos delitos de abuso de autoridad e incumplimiento de un deber legal que le imputaban el síndico y la mayoría de los regidores del Cabildo de Pánuco.
Pero Ricardo García no solo no fue desaforado ni sometido a proceso penal sino que ahora, casi seis meses después de haber entregado la alcaldía, ha asumido la presidencia del IAP ante la significativa presencia del gobernador Duarte de Ochoa.
Tanto apapacho al ex alcalde desertor seguramente generará malestar entre aquellos grupos priistas que por diversas razones se confrontaron con él, entre ellos los de la alcaldesa actual Zita Pazzi Maza y la diputada local Anabel Ponce Calderón, ex secretaria general del CDE del PRI, quien aspira a la próxima diputación federal, cargo de elección popular que también buscaría en el 2012 el hijo del ex contralor alemanista.

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