Ahora que el gobernador Javier Duarte de Ochoa confirmó para este primer viernes de julio su reunión con el presbítero Alejandro Solalinde Guerra para hablar sobre los problemas de inseguridad que enfrentan en Veracruz los migrantes centroamericanos que transitan hacia la frontera norte del país, seguramente hay dos funcionarios del gabinete duartista que no han de estar muy tranquilos con el encuentro previsto para mañana entre el titular del Poder Ejecutivo del estado y el coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano y encargado del albergue “Hermanos en el camino”, ubicado en Ixtepec, Oaxaca.
Y es que no va a ser nada cómodo tanto para el procurador general de Justicia del Estado, Reynaldo Escobar Pérez, como para el general Sergio López Esquer, secretario de Seguridad Pública de Veracruz, encarar los señalamientos del padre Solalinde, quien ha denunciado pública y reiteradamente la impunidad con la que actúan desde el sexenio pasado en la entidad los grupos criminales que secuestran y extorsionan a los migrantes provenientes de Centroamérica.
Este reproche habrá de calar hondo en Escobar Pérez y López Esquer porque ambos colaboradores de Duarte fueron también funcionarios relevantes en la administración del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán –uno, secretario general de Gobierno, y, el otro, titular de la SSP del estado, en la cual fue ratificado–; cargos que les permitía tener acceso a información privilegiada sobre lo que sucedía en la entidad en materia de seguridad.
Y es que hasta ahora se viene a confirmar lo que precisamente el sacerdote católico venía señalando desde hace un buen rato: que Veracruz se ha convertido en la capital de los secuestros de migrantes en el país.
De acuerdo con los informes sobre los plagios de indocumentados realizados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la entidad veracruzana es donde se han registrado el mayor número de estos delitos.
En su primer reporte publicado en 2009, la CNDH documentó 2 mil 944 secuestros ocurridos en Veracruz entre septiembre de 2008 y febrero del siguiente año, 556 más que en Tabasco, segunda entidad en encabezar la lista.
En tanto, en su último informe, en el que reportó 11 mil 333 migrantes plagiados en seis meses durante 2010, apuntó que el mayor número de testimonios de víctimas y testigos fueron de Veracruz.
Entrevistado por el diario capitalino “Reforma”, Rubén Figueroa, integrante del Movimiento Mesoamericano, aseguró que Veracruz se ha convertido en un “paraíso” para las bandas del crimen organizado que plagian a los migrantes.
Además, el activista acusó a las autoridades locales de maquillar las cifras y de ocultar los hechos delictivos. “Es un paraíso para el secuestro de los migrantes”, insistió.
“La autoridad local ha mentido y tratado de maquillar, de decir que ahí no pasa eso”, añadió.
Las zonas de mayor riesgo del estado identificadas por el organismo son 15 puntos en las vías del tren, incluyendo Medias Aguas, Tierra Blanca, Acayucan, Orizaba y Río Bravo.
A pesar del número de testimonios sobre plagios recabados por la CNDH, la Procuraduría General de Justicia de Veracruz, en 2009 y 2010, únicamente inició cinco averiguaciones previas, de las cuales, hasta febrero pasado, tres habían sido consignadas y dos estaban en trámite.
Leticia Gutiérrez, secretaria ejecutiva de la Pastoral de la Movilidad Humana, explicó al diario capitalino que la estación ferroviaria de Medias Aguas, donde se registró otro plagio colectivo de indocumentados el viernes 24, es un paso obligado en la ruta que siguen los migrantes con rumbo a Estados Unidos.
Además, reiteró que en la administración del ex gobernador Fidel Herrera no se le dio la importancia al tema de los secuestros en Veracruz y que ahora parecería estarse dando la misma situación.
“La bandas criminales suben a los migrantes y con mucha tranquilidad los trepan a las camionetas y los llevan hasta Tamaulipas, esto no pudiera ser posible sin la colusión de algunas autoridades”, reclamó la colaboradora del padre Solalinde, quien este viernes 1° de julio, tras su encuentro con el gobernador Javier Duarte, sabrá de qué color pintará el colorado en materia de protección a migrantes en Veracruz durante el presente sexenio.
Los que seguramente van a tragar gordo serán el procurador Reynaldo Escobar y el secretario de Seguridad Pública, López Esquer.
¿Ahora se entiende por qué el legislador local no estaba equivocado al haber introducido en la Constitución Política veracruzana ese famoso “candado” que impedía ser titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado a los que el año inmediato anterior se habían desempeñado, entre otros cargos públicos, como secretarios de despacho?

GUAU, GUAU

Por cierto, hablando de otras cosas más bonitas, este primer viernes de julio se realizará en la ciudad de Córdoba el certamen final de Nuestra Belleza, evento organizado por la filial de Televisa en Veracruz, donde el colega Ignacio Gómez Bravo, coordinador del concurso, es el amo y señor de las reglas no escritas. Los observadores de dentro y fuera ven como Nachito Gómez y la chica Adriana Zavaleta, quien representa al municipio de Boca del Río, han roto con esquemas disciplinarios, ya que en más de una ocasión se han salido de la concentración, no obstante que miembros del staff les reconvienen, pues alteran ensayos y reglas del certamen. Eso tiene disgustados a más de un empresario patrocinador. Ya se verá.