Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
El divorcio
2011-06-30 | 20:47:39
Aunque según sus detractores, Miguel Ángel Yunes Linares no tiene una reputación tan impoluta que le mereciera limpiar, pero este jueves 30, el ex candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz, anunció que en breve responderá a los señalamientos que anteayer hizo en su contra la maestra Elba Esther Gordillo, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quien se deslindó de los “malos manejos” en el Issste y demandó por “razones éticas, morales y políticas” practicar una auditoría a la gestión de su ex protegido sobre los 58 mil millones de pesos que le fueron destinados al Instituto entre los años 2008 y 2010.
“Acepto y reconozco yo, Elba Esther Gordillo, que sí apoyé al licenciado Yunes, pero exijo que se aclare que no tuve nada que ver en los manejos del Issste”, dijo la maestra en conferencia de prensa este miércoles 29.
A muchos ha sorprendido este rompimiento de la dirigente del máximo sindicato magisterial con Yunes Linares, a quien inclusive había “destapado” muy anticipadamente para la gubernatura del estado desde octubre de 2008, cuando en el marco de la 26 sesión ordinaria del Consejo Nacional del SNTE realizado en Hermosillo, Sonora, ante cientos de representantes de las secciones sindicales de todo el país, Gordillo expresó que ambos estaban “preocupados por lo que vamos a hacer cuando gobernemos Veracruz, no hay duda de eso; y en eso estamos trabajando”.
En aquella ocasión, la maestra llevó al veracruzano con el pretexto de que hiciera un balance sobre el impacto de la ley del Issste entre los trabajadores del magisterio. Ahí, Yunes agradeció el apoyo y afecto de Gordillo. “Soy parte de este equipo”, señaló no solo ante integrantes del SNTE sino ante dirigentes del partido Nueva Alianza (Panal); del director de la Lotería Nacional, Francisco Yáñez; de asesores académicos del sindicato y de la Fundación SNTE, así como de funcionarios de la Subsecretaría de Educación Básica que encabeza Fernando González Sánchez, yerno de Elba Esther.
Yunes, quien para entonces se preveía que fuera postulado en 2010 como candidato de la coalición PAN-Panal, también aseguró ser un hombre de lealtades.
Sin embargo, la relación entre ambos cambió. Tanto, que en la sucesión gubernamental del año pasado, Yunes solo fue abanderado por el PAN y no por el partido de Gordillo, quien mejor optó por apoyar al priista Javier Duarte, al igual que en 2004 lo hizo también con Fidel Herrera, otro acérrimo enemigo político del ex director del Issste.
Es evidente que ahora, con su anunciada respuesta a los señalamientos públicos hechos por Gordillo, Yunes ahondará todavía más su ruptura con la poderosa maestra, quien para la sucesión presidencial de 2012 ya se manifestó abiertamente por la precandidatura del gobernador priista del Estado de México, Enrique Peña Nieto, mientras que su ex pupilo ha firmado desplegados en apoyo del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, del PAN, al cual le acercó 70 alcaldes panistas y algunos legisladores veracruzanos.
Habrá que ver cómo se defiende ahora Yunes Linares, a quien la maestra reconoce que sí le dio su aval ante el presidente Felipe Calderón para que ocupara la dirección del Issste, pero al cual le reprocha que en 2010 dejara en su lugar a Jesús Villalobos López, al que ella desconoce y por lo cual se deslinda de los presuntos malos manejos de los recursos del organismo.
Villalobos es un funcionario muy afín a Yunes, pues a finales del sexenio foxista fue director de administración del Sistema Nacional de Seguridad Pública cuando el veracruzano era secretario ejecutivo del SNSP. Y en diciembre de 2006 lo promovió como director de Finanzas del Issste para que en febrero de 2010 –de acuerdo con los estatutos del organismo– lo sustituyera automáticamente en la Dirección General al formalizarse su precandidatura al gobierno de Veracruz.
Yunes necesitaba dejar a un incondicional en su lugar, pues con Villalobos había fraguado sospechosas licitaciones de contratos multimillonarios.
La semana antepasada, por ejemplo, el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) ordenó al Issste revelar el contrato plurianual celebrado con Bestel, empresa filial de Grupo Televisa, por la prestación de servicios a su red nacional de telecomunicaciones. La licitación de este contrato, que asciende a 2 mil 79 millones 976 mil 209 pesos, fue encaminada por Yunes antes de que se fuera nominado a la gubernatura de Veracruz. El caso de Bestel es un asunto que atizó aún más el enfrentamiento entre los dos magnates de las telecomunicaciones en México: Emilio Azcárraga Jean, de Televisa, y Carlos Slim, de Telmex, cuyo contrato venció el 28 de febrero pasado. Pero la empresa de Slim argumentó que la licitación 00637173/005/10, convocada el año anterior por el área administrativa del Issste, le fue sospechosamente asignado a la compañía de Azcárraga pese a sus limitaciones tecnológicas y a que su oferta fue 26% mayor que la presentada por Telmex, que ascendía a solo mil 661 millones de pesos.
Pero en marzo de 2009, el Issste bajo la dirección de Yunes también fue protagonista de otro escándalo similar por un contrato superior a los 5 mil millones de pesos asignado mediante una cuestionada licitación pública al corporativo Fármacos Especializados, el cual debía asegurar el suministro total de medicamentos al Instituto durante los últimos cuatro años de la administración del presidente Calderón.
Por el monto, se trataba del mayor contrato habido en México para suministro de medicamentos e insumos al sector público. La empresa favorecida era de por sí la principal proveedora de medicamentos para el gobierno federal: 31% del total de ventas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En una amplia investigación periodística, el diario capitalino El Universal evidenció que las bases de la licitación 00637173-001-09, relativas “a la prestación del servicio integral de administración y operación de la cadena de suministro de medicamentos y material de curación para los ejercicios fiscales 2009, 2010, 2011 y 2012”, provocaron que otras siete empresas del ramo farmacéutico desistieran de participar, en virtud de que un requisito fijado por el Issste en su convocatoria se habría hecho con aparente dedicatoria para el corporativo beneficiado.
Y es que según la convocatoria del Issste, el requisito controvertido –en el numeral 5.5.1– exigía haber obtenido al menos dos contratos previos de dependencias de la administración pública “cuyo monto mínimo (en total) sea de $600,000,000.00 (seiscientos millones de pesos) durante un año, que estén vigentes, o que en su caso se hayan realizado durante los últimos tres años inmediatos anteriores”; condicionamiento que solamente cumplía Fármacos Especializados.
Sin embargo, hace un par de semanas, en una inserción periodística pagada por la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos que forma parte también del imperio de la profesora Gordillo, los representantes de esta burocracia federal denunciaban que el Issste “registra un grave desfalco financiero y serios problemas en su operación”, consistentes en “déficit de médicos y enfermeras, desabasto de medicamentos, falta de equipo y desatención en clínicas y hospitales”, todo ello oculto por una “administración opaca y corrupta que no rinde cuentas”.Pero Yunes, pese a todo, tiene todo el derecho a defenderse.

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