Duarte, Fox y Calderón
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Hace unos días que el gobernador Javier Duarte De Ochoa daba muestras del manejo político en sus relaciones hacia el gobierno federal. Con su ayuda y sin ella, el estado de Veracruz está listo para enfrentar a los huracanes, diría el mandatario.
Este martes, esa independencia parece haber sido un preámbulo en su actuar hacia el Presidente Felipe Calderón que sin dejar de darle su lugar y el respeto a la investidura presidencial, también recibió con cortesía al ex mandatario del país, Vicente Fox, a quien se le ocurrió visitar al estado 24 horas antes que su enemigo de partido, y sucesor, pero además quien no fuera su candidato a la Presidencia, Felipe Calderón.
Algo diferente de Duarte a las posturas de su antecesor en el gobierno, quien por un lado lanzaba críticas al Presidente y por otro se le entregaba en el discurso en sus visitas.
Por ello, y ante este escenario que vive la relación entre estos dos personajes llama la atención el manejo político de Duarte. Cumpliendo por un lado con el respeto y lo cortés del recibimiento de Fox, que lo más que pudo haber comentado en su visita, es su preocupación porque le cambien su nombre al bulevar en su honor, en Boca del Rio.
Y es que ha trascendido entre prestadores de servicios turísticos que mantener el nombre de Vicente Fox a esa vía, no es un buen atino, ocurrencia que se le debe al ex presidente municipal panista, Francisco Gutiérrez de Velasco, y con el éxito que tuvo el Festival de la Salsa cobra fuerza el hecho que pudiera llamarse así El Bulevar de la Salsa.
Pero con eso y los temas que pudiera traerle Fox, el gobernador no tuvo inconveniente en darle la bienvenida.
Mientras que este martes, hizo lo propio con el Presidente de la República a quien no solo acompañó en su gira de trabajo, sino de quien se llevó las palmas por las acciones que ha emprendido en materia de seguridad pública.
La Conago, emprendió a nivel nacional un operativo simultáneo en todo el país entre los gobernadores que son parte de esta Confederación, y es algo que parece tener un tanto satisfecho al presidente Calderón pues ha sido también su reclamo permanente. La necesidad de sentirse respaldado por los otros órdenes de gobierno en su lucha contra la delincuencia organizada.
Se afirma que en corto, quienes estuvieron atentos del encuentro Calderón-Duarte éste le reconoció al mandatario veracruzano su valor no para sumarse, pues no se trata de sumarse a nada, sino a realizar su propia lucha, lo que le corresponde como gobierno, enfrentar la delincuencia organizada.
Antes de la gira, en un evento con diputados en el sur de Veracruz, Duarte de Ochoa reclamaría el adeudo del Fonden y su inoperatividad. Un tema que ha sido su propuesta permanente al interior de la Conago y por el que tiene que insistir en la regla.
El asunto, en el tema de los ambos personajes, es que Duarte logró a buen término los encuentros políticos, aunque uno de ellos haya sido meramente institucional, y en donde haya resaltado la mejor empatía que se vive entre el Presidente y el gobernador de Veracruz, lo que no ocurría en el pasado.
EN LA LÍNEA
Cuentan que el detonante del líder estatal del PAN, Enrique Cambranis en su pelea exprés por el triunfo de las elecciones extraordinaria en José Azueta para que no les despojaran del triunfo fue una amenaza de huelga de hambre.
Decidido a iniciar un ayuno el jueves, un día después del conteo voto por voto el miércoles siguiente al domingo de las elecciones, hizo llegar a las altas esferas política su determinación, pero además de que se encontraron algunas irregularidades, fue como finalmente el albiazul tuvo un final feliz, y la administración de Javier Duarte el elogio de respeto a la pluralidad y a la democracia.
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