Por Silverio Quevedo
Columna: En La Mira
2011-06-13 | 08:14:58
Corrupción inaudita en Salud

- Negociazo en el sector Salud
- Millonaria en un sexenio
- Cambios en puerta

Ha trascendido que al iniciar la nueva administración se han ventilado una serie de anomalías en el sector Salud, un área que es muy común en los gobiernos estatales, sirva para las corruptelas con jugosos contratos, concesiones y adquisiciones principalmente de equipo y medicinas en clínicas y hospitales públicos.
Según se sabe expedientes en la Contraloría del Estado y Observaciones en el Orfis dan cuenta de serios y graves negocios. Algunos de ellos incluso ya difundidos oficialmente por las nuevas autoridades de Salud, como el caso de la empresa Finamed, el que hasta ahora no ha sido aclarado en su totalidad. Y donde se habla de jugosos dividendos por una burda maniobra de la empresa y de sus contratantes, según las versiones.
Esta consistía en la supuesta renta de equipo como Rayos X, Diálisis y de otro tipo de servicios, pero con la ironía de que éste es propiedad de la Secretaría de Salud, es decir, con su mismo equipo se generaban ganancias millonarias a la empresa, según lo que hasta ahora se ha publicado.
El 4 de mayo en una entrevista ofrecida a Máxima García , el secretario del ramo, Pablo Anaya diría que “la Secretaría de Salud rescindirá el contrato millonario signado por el ex secretario de Salud con la empresa Finamed, que presta servicios complementarios de salud en 11 centros hospitalarios de Veracruz, como son rayos X, tomógrafos, quirófanos integrales, estudios de laboratorio y otros”.
Y es que en octubre de 2010, la Legislatura local aprobó la solicitud enviada por el ex gobernador Fidel Herrera, para poder contratar por 12 años a empresarios privados los servicios complementarios de salud, con 26 votos a favor de los diputados del PRI, la oposición PAN, PRD, PT y Convergencia amagaron con denunciar ese atentado a la salud y a las finanzas de Veracruz.
A partir de entonces entró a prestar servicio dicha empresa.
Los negocios millonarios que ya se investigan, aunque se desconoce hasta qué grado y cuales serán las acciones contundentes al respecto, no son exclusivos en los servicios y equipos.
Los negociazos también se enfocan al rubro de alimentos y cocinas y se tiene registro de una enorme corruptela en la concesión para suministrarlos.
Esta concesión de los alimentos en por lo menos ocho de los once hospitales públicos es el máximo ejemplo de las fechorías que se dieron en el ramo.
La voracidad y sus influencias con los hombres del poder llevó a esta empresaria, orginaria de la Cuenca del Papaloapan, por cierto, a realizar un enorme y fructífero negocio durante estos últimos seis años pero también a lacerar las finanzas de la secretaría de Salud y por ende del erario público.
Y es que por citar un ejemplo del millonario fruto de esta concesión de las cocinas en el Sistema de Salud del estado, solo en el caso del Hospital General, factura un promedio de 40 millones de pesos al año, sin embargo, se sabe que el costo real es de 18 millones, por lo que el resto 22 millones es una cantidad que sale bailando o algún destino sospechoso ha tenido.
Si sumamos este monto por los seis años de contrato, se hablaría de por lo menos 132 millones que se ha sobrefacturado solo en el caso del hospital del puerto de Veracruz. Ahora si se considera que el contrato incluye los ocho centros hospitalarios del estado.
Aunque es precisamente el HG la caja chica no sólo de la dependencia o del funcionario en turno, sino de todo el gobierno.
El Hospital cuenta con más de mil 300 empleados, que lo convierte en una pequeña ciudad con un presupuesto millonario, y de donde salta este jugoso dividendo para quien se preste a la corrupción inaudita que en este caso fue permitida desde el gobierno anterior.
Se sabe que esta grave situación está orillando a los órganos de control y revisores internos al gobierno a realizar una minuciosa auditoría. Y también a checar las condiciones en que se han ofertado estos contratos.
Esto seguramente traerá sin duda la realización de cambios, enroques y una reingeniería en el Sector Salud si es que en realidad se quiere erradicar este tipo de negocios.
Las malas prácticas no son nuevas.
En el pasado, quedó fuertemente cuestionado el entonces secretario de Salud del gobierno de Miguel Alemán, el doctor Mauro Loyo, a quien se evidenció de autorentarse un equipo de salud del mismo tipo que Finamed con una renta de 50 millones al año.
La transparencia que pregona el gobierno en turno debe llevar sin duda a acabar con todo este tipo de corruptelas y a revisar la situación administratva y operativo de todas las dependencias de este gabinete.

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