Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Lozano. el ‘rompe puentes’
2011-04-03 | 21:38:07
El pasado viernes 1° de abril tomó posesión como gobernador del estado de Hidalgo el priista José Francisco Olvera Ruiz, quien sustituyó en la gubernatura a Miguel Ángel Osorio Chong, muy allegado a la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, y al mandatario mexiquense Enrique Peña Nieto, el más fuerte precandidato presidencial del PRI.
Por eso llamó la atención que el presidente Felipe Calderón enviara a ese evento como su representante personal al secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quien la semana anterior se auto destapó como aspirante presidencial del PAN.
Precisamente, este mismo viernes, de Pachuca, Hidalgo, Lozano se trasladó en un avión particular al puerto de Veracruz, donde se reunió con el ex candidato del PAN a gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, quien le ha hecho creer que sigue representando para el partido blanquiazul en la entidad una fuerza de 1.3 millones de votos, que fueron los que obtuvo en el proceso electoral local de 2010 pero bajo otras circunstancias que seguramente serán muy diferentes a las del año próximo.
Por ello Lozano, quien evidentemente ha de saber cómo quedó de fracturado el panismo en Veracruz luego de la imposición como candidato de Yunes Linares y más tarde por su virulenta y errática campaña electoral, se reunió en Xalapa al día siguiente –sábado 2– con la estructura del Comité Directivo Estatal del PAN, más afín a los otros grupos internos de Acción Nacional que están muy confrontados con el del ex director general del ISSSTE, no sólo por la disputa de las próximas candidaturas al Senado de la República y diputaciones federales sino también por la cacareada paliza que le dieron a Yunes y a sus hijos en la elección de consejeros a finales del año anterior en Orizaba.
Según la opinión de connotados analistas políticos, las posibilidades de que el secretario del Trabajo sea el candidato del PAN a la Presidencia de la República en el 2012 son bastante remotas. Pero si acaso no fuera el delfín de Calderón para sucederlo en la silla presidencial, lo cierto es que Lozano, por su lealtad y estilo autoritario tan parecido al del Presidente, sigue siendo uno de los colaboradores de mayor confianza del jefe del Ejecutivo federal. Por eso lo mandó en su representación al cambio de poderes en Hidalgo, donde estaban reunidos y gobiernan los principales aliados de Peña Nieto, contra el cual el Presidente no ha podido fraguar la coalición PAN-PRD para arrebatarle al PRI en julio próximo la gubernatura del Estado de México.
Entre Lozano y Calderón existe mucho más que la simple subordinación del secretario de Estado al titular del Poder Ejecutivo federal.
En 2007, por ejemplo, Lozano fue acusado públicamente por el empresario de origen chino, Zhenli Ye Gon, de haberlo amenazado de muerte –”coopelas o cuello”, le habría dicho– para que guardara en su residencia particular unas bolsas de dinero que presuntamente debieron destinarse el año anterior a la campaña presidencial de Calderón.
El escándalo mediático explotó cuando autoridades mexicanas realizaron el aseguramiento del dinero –considerado el decomiso más grande en la historia del mundo: 205 millones de dólares– en la mansión de Ye Gon ubicada en las Lomas de Chapultepec, de la ciudad de México.
El empresario nacido en China y naturalizado mexicano declaró públicamente que fue obligado por el actual secretario del Trabajo a esconder esos recursos. En declaraciones realizadas a la agencia de noticias The Associated Press (AP), Ye Gon aseguró que Lozano Alarcón amenazó con matarlo si no guardaba las bolsas de dinero.
“No tengo la menor idea del por qué mi nombre aparece en los dichos de este señor. Quizá porque fui muy visible como coordinador del ‘cuarto de guerra’ de la campaña del presidente Felipe Calderón. Es ridículo e inverosímil, se equivocaron de gobierno, de presidente y de estrategia. Que no quepa duda: el gobierno mexicano va a ir por él; lo vamos a extraditar y a juzgar”, respondió el secretario del Trabajo al ser consultado respecto a las acusaciones de Ye Gon.
En ese entonces, Lozano dijo que analizaba la posibilidad de acudir a los tribunales de México y Estados Unidos para denunciar a Ye Gon y a sus abogados por “las aseveraciones difamatorias y calumniosas que le fueron dolosamente imputadas”. Y, en efecto, viajó a Norteamérica pero inexplicablemente se desistió de proceder legalmente contra su acusador.
En 2008, la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade) de la Procuraduría General de la República (PGR) propuso el no ejercicio de la acción penal contra el secretario del Trabajo, quien había sido denunciado penalmente por diputados federales del PRD por supuestos vínculos con el empresario Ye Gon.
Al conocer la decisión del agente del Ministerio Público federal, los perredistas Alejandro Sánchez Camacho y Adrián Pedroso Castillo acudieron a la PGR para presentar un escrito de Oposición y Observaciones a la determinación, pues señalaron que a Lozano Alarcón nunca se le citó ni se le tomó declaración, a raíz de las expresiones del empresario de origen chino vinculado con el tráfico de drogas.
Si no fue procesado penalmente por eso, al menos al secretario del Trabajo debería declarársele persona “non grata”, como lo acaba de hacer el gobernador Javier Duarte de Ochoa, pues al mandatario veracruzano parece haberle calado más el cinismo de Lozano Alarcón de venir a la entidad a hacer abiertamente proselitismo a favor del PAN, lo que constituiría un delito electoral.
“Sería una provocación al gobierno del estado. Ustedes mismos han sido testigos de construir puentes, llevar una buena relación con las autoridades federales, pero funcionarios como él hacen que esa relación se rompa, provocan rispidez, tensión, provocan que se caiga”, expresó Duarte de Ochoa tras cuestionar si la visita de Lozano fue a título personal o en nombre del gobierno de Felipe Calderón.El gobernador criticó la pose de “conquistador” asumida por Lozano para convencer a los veracruzanos de su proyecto por la candidatura presidencial del PAN. “Lamento –dijo– que personas como él utilicen recursos y su posición como funcionarios públicos para buscar un fin político y partidista. Esto afecta la relación del gobierno federal con el estado. Estamos haciendo un llamado enérgico a la Federación para que se evite vengan funcionarios federales en turismo electoral a Veracruz”.Y tras condenar que secretarios de Estado como Lozano, en vez de atender a la población estén buscando fines personales y partidistas, Duarte declaró que buscará un diálogo con el presidente Calderón, así como con gobernadores de otras entidades, para frenar a los funcionarios federales que “andan desatados” buscando el posicionamiento para las elecciones del 2012.
Pero es obvio que Lozano se mueve con el consentimiento de su jefe, quien la semana anterior –según lo evidenció la secretaria general del CEN del PAN, Cecilia Romero– mandó señales de que no sólo está decidido a meterse en la elección del próximo gobernador del Estado de México sino también en su propia sucesión, en el 2012.
Así que el gobernador veracruzano debería buscar otro tipo de blindaje.

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