Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
El Junior
2011-02-23 | 22:31:48
En política, el valor más dificil de hallar es el de la congruencia, que mucho tiene que ver también con el de la honestidad.
El comentario se hace porque ayer el joven diputado local del PAN, Fernando Yunes Márquez, no sólo arremetió en contra de su correligionario Julen Rementería del Puerto, al que le recomendó “ponerse a trabajar” en el cargo que desempeña actualmente en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), sino que además elogió el desempeño como alcalde de su hermano Miguel Ángel Yunes Jr. y lo encartó como uno de los mejores candidatos que el PAN debería postular al Senado de la República en el 2012.
Según versiones periodísticas, Fernando Yunes cuestionó inclusive a los reporteros acerca de por qué nada más están considerando los casos de Julen Rementería y del ex dirigente estatal del partido blanquiazul Alejandro Vázquez Cuevas para ser los candidatos de Acción Nacional a las senadurías, cuando –dijo– existen otros panistas con esa posibilidad. De Rementería del Puerto declaró que “él tiene una función en el gobierno federal, simplemente que la cumpla”.
Al diputado Yunes le asiste toda la razón. El ex alcalde porteño no debería descuidar su trabajo y responsabilidad como titular de la Coordinación General de Planeación y Centros de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y mucho menos provocar suspicacias de que estaría usando los recursos de esa dependencia federal para su proyecto político personal.
Pero esto no le correspondería decirlo al hijo menor de Miguel Ángel Yunes Linares, quien como todo mundo sabe, construyó desde la Dirección General del ISSSTE su fallida candidatura al gobierno de Veracruz durante los tres años y meses que se mantuvo en dicho cargo por designación presidencial.
Mucho menos le queda pregonar que por su “capacidad política reconocida” y por “el trabajo que realizó al frente del municipio de Boca del Río”, no debería de descartarse para la senaduría a su hermano Miguel Ángel.
“Hay muchos. Muchos pueden querer. Todo a su tiempo, pero sin ninguna duda ha sido el mejor alcalde que ha tenido Boca del Río, tiene una gran perspectiva para llegar al Senado, ganó además una elección, porque de ser pluri no se vive en la vida”, dijo Fernando de su hermano Miguel Ángel, del cual parece olvidar que si bien ganó la elección municipal de 2007 en cambio perdió la alcaldía en julio de 2010 ante el priista Salvador Manzur, quien recuperó el ayuntamiento boqueño que no soltaba el PAN desde 1997.
“Él tiene el perfil, el peso político. Fue un ejemplo de cómo se debe de trabajar. Muchos alcaldes le piden asesoría, le piden saber cómo le hizo. Tuvo resultados, eso es lo que debe hablar de uno: los resultados”, argumentó Fernando Yunes ante los reporteros.
Pero el hijo menor de Yunes Linares evitó decir cómo le hizo su hermano para tener los “resultados” de los que se ufana. Muy simple: tener a un padre, como Yunes Linares, en una posición preponderante del gabinete presidencial y políticamente muy cerca del titular del Poder Ejecutivo federal al menos durante los tres años que su primogénito gobernó Boca del Río (2007-2010).
Ese fue el gran secreto de su “exitosa” administración municipal, pues por la influencia de su padre y por la densidad poblacional del municipio boqueño –además de ser la única joya que el panismo pudo retener en el estado tras la debacle electoral de 2007–, del gobierno central le suministraron millonarios recursos federales que, por cierto, no administró con gran transparencia.
Pero pese a los fuertes apoyos que su padre le gestionó ante la Federación, el PAN y la familia Yunes Márquez perdieron la elección municipal de julio pasado. Y no sólo eso: últimamente han perdido también el apoyo de los consejeros estatales del partido blanquiazul, los cuales elegirán próximamente a la nueva dirigencia de Acción Nacional en el estado, cuyo voto será determinante a la hora de elegir a los candidatos al Senado de la República y las candidaturas a la diputación federal, tanto de mayoría relativa como las de representación proporcional.
Por eso la arremetida del hijo menor del ex director del ISSSTE contra Julen Rementería y del “Pipo” Vázquez Cuevas, quienes en noviembre de 2010 –apenas cinco meses después de la elección de gobernador– se aliaron a otros grupos antiyunistas para amarrar el control mayoritario del Consejo Estatal panista.
El último revés sufrido por el grupo neopanista de los Yunes fue la elección del dirigente juvenil del PAN.
Este último fracaso parece haber sido suficiente para que el fallido ex candidato a la gubernatura decidiera “quemar sus naves” y optara presuntamente por apuntalar a su primogénito para la senaduría en el 2012, como una estación previa a la disputa del gobierno del estado que volverá a reeditarse en el año 2016.
Y es que hasta sus amigos más cercanos reconocen que un nuevo fracaso electoral el año próximo no lo resistiría sicológicamente Yunes Linares.
Pero precisamente esta sería una fuerte razón más para que los grupos antiyunistas al interior del PAN se unieran para cerrarle el paso al primogénito del ex director del ISSSTE, al menos para el Senado de la República. ¿O el candidato presidencial se fajaría por él?
Lo cierto es que por la división que anuncia esta disputa por la senaduría, muy dificilmente el PAN podría obtener en el 2012 el 1.3 millones de votos que el año pasado logró Yunes Linares en su campaña por la gubernatura.

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