Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Veracruz Salinizado
2011-02-02 | 22:01:57
De los seis gobernadores que ha tenido Veracruz en los últimos 25 años, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari ha impuesto o influido en la designación de cinco.
A Fernando Gutiérrez Barrios, por ejemplo, lo sacó en 1986 de la Dirección de Caminos y Puentes Federales para mandarlo a gobernar la entidad como ariete de su proyecto para la candidatura presidencial del PRI en 1988. Cuando el ex subsecretario de Gobernación fue nominado oficialmente a la gubernatura, el ex dirigente nacional del PRI, Gustavo Carvajal Moreno, también aspirante al gobierno veracruzano y alineado con el mexiquense Alfredo del Mazo, lo consideró como una clara señal de que el virtual sucesor del presidente Miguel de la Madrid no sería el entonces secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal sino el de Programación y Presupuesto.
Dos años después, al ser llamado Gutiérrez Barrios en diciembre de 1988 al gabinete presidencial para asumir la Secretaría de Gobernación, Salinas avaló la designación de Dante Delgado Rannauro como gobernador sustituto.
En 1992, cuando todo mundo daba por hecho que el candidato del PRI a la gubernatura sería el popular senador Miguel Alemán Velazco, Salinas y su influyente asesor Joseph Marie Córdoba Montoya impusieron al desarraigado secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Patricio Chirinos Calero, su gran amigo.
Alemán llegó a gobernar la entidad al sexenio siguiente, en diciembre de 1998, durante el mandato del presidente Ernesto Zedillo. A ambos los unía un resentimiento común contra Salinas.
En la sucesión estatal de 2004, Fidel Herrera Beltrán amarró la candidatura priísta porque, entre otros, buscó el apoyo del ex presidente y de algunos empresarios y políticos muy ligados a Salinas, como Carlos Slim, el dirigente priísta Roberto Madrazo y la profesora Elba Esther Gordillo, lideresa nacional del SNTE.
Precisamente, en la penúltima visita que Salinas hizo en septiembre de 2009 a Veracruz, el ex mandatario mexicano elogió la política económica del gobierno de Herrera Beltrán y lo definió como “un político excepcional” que ha tenido la capacidad de articular y armonizar intereses diversos hacia un propósito común.
“El de ustedes sí es un estado excepcional con un gobernador formidable, pero sobre todo no olviden que el resto de México también los necesita porque con la experiencia de ustedes el país puede también avanzar en su transformación”, expresó Salinas al dictar la conferencia magistral “El Mundo en la Crisis Económica”, que ofreció a 300 integrantes de la Asociación de Industriales del Estado de Veracruz, Asociación Civil (AIEVAC).
En esa ocasión, Salinas pidió a los diputados federales recién electos que voltearan hacia Veracruz. “No cabe duda que el Presidente Calderón ha venido trabajando de manera decidida y comprometida para contribuir con soluciones a problema tan complicado, pero hoy es en el Congreso donde se está dando el gran debate”, recordó.
“Si los legisladores van a considerar este contexto internacional para el gran debate nacional que tenemos, creo que les haría mucho bien voltear los ojos hacia Veracruz”, expresó.
Y luego de resaltar los logros económicos en la entidad durante el periodo 2005-2009 de la administración fidelista -en los que destacó el crecimiento de más de ocho mil empresas, y el disparo del Producto Interno Bruto del estado que subió en casi 18%, seis puntos más que el índice nacional, reflejándose durante ese lapso en el incremento de la población ocupada con la creación de aproximadamente 350 mil nuevos empleos-, Salinas dijo que “hay en el estado la capacidad de articular y armonizar intereses diversos hacia un propósito común” y que “esa ha sido la tarea de un político excepcional que ha sabido ejercer ese liderazgo político, comprometerse con la atención social y dedicarse a promover el crecimiento económico de su estado: el gobernador de Veracruz”.
“Nuestro país puede comprender que si a Veracruz le va bien es que a México también le va a ir bien; que si el estado vence la adversidad, permitirá sumar su esfuerzo a que nuestro país salga adelante y, sin duda, Veracruz merece que le vaya mejor, porque el trabajo cotidiano de sus hombres y mujeres es arduo y comprometido”, resumió el ex presidente ante los hombres de negocios.
Algunos creyeron que Salinas estaba destapando a Herrera para la sucesión presidencial de 2012; pero en realidad el ex mandatario andaba haciendo amarres para el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, para cuya causa están operando también otros insignes salinistas como el ex gobernador Patricio Chirinos y su ex vocero Miguel López Azuara, recién designado por el diputado federal mexiquense Francisco Rojas Gutiérrez, coordinador de la bancada priísta, como director de Comunicación Social de la LXI Legislatura a la Cámara de Diputados.
Este 2 de febrero Salinas se apareció por Tlacotalpan acompañado del ex gobernador Herrera y su sucesor Javier Duarte de Ochoa, quien antes de ser nominado oficialmente candidato del PRI a la gubernatura se reunió en privado con el ex presidente por lo menos un par de veces, enviado por su mentor político.
Ayer se esperaba en la fiesta de La Candelaria la presencia de Peña Nieto, pero al parecer por las malas condiciones climatológicas el mandatario mexiquense no pudo llegar.
Sin embargo, Salinas, considerado el principal promotor de la candidatura presidencial del gobernador del Estado de México, evidenció el malestar que provocó entre los peñistas el reciente descalabro del PRI en Guerrero, donde el ex gobernador interino zedillista Ángel Aguirre Rivero, ahora postulado por la alianza PRD-PT-Convergencia, venció sorpresivamente con una amplia ventaja al abanderado del PRI a la gubernatura, Manuel Añorve Baños, muy identificado con Peña y el senador salinista Manlio Fabio Beltrones.
Abordado por la prensa local sobre lo declarado recientemente por el ex presidente Ernesto Zedillo, quien aseguró que en el 2012 “regresaremos a Los Pinos”, Salinas, en tono mordaz, dijo que su sucesor “no aclaró a qué partido se refería”.
El reproche, al parecer, no es porque Zedillo le haya entregado el poder presidencial al PAN en el 2000, sino por las alianzas y acuerdos que éste mantuvo en su sexenio con los líderes del PRD, partido al que en 1997 le entregó el gobierno de la Ciudad de México y que hasta ahora ni el PRI ni Acción Nacional han podido arrebatárselo.
Zedillo, a diferencia de Salinas -quien en una ocasión dijo, en alusión a los líderes del PRD, que “ni los veo ni los oigo”; además de que en su administración se registró el mayor número de militantes victimados-, estableció una buena relación con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, primer gobernante capitalino electo democráticamente, así como con quien posteriormente lo sucedería en el GDF: Andrés Manuel López Obrador, el cual, como dirigente nacional del partido del sol azteca, en un mitin de Misantla salió a defender a Zedillo cuando al inicio de su régimen, confrontado abiertamente ya con Salinas por el célebre “error de diciembre” tras la devaluación del peso en 1994 y luego por la detención de su hermano Raúl, arreció la campaña desestabilizadora que propugnaba por derrocar al priísta y convocar a un gobierno de salvación nacional.
Por eso ahora, tras la derrota del PRI en el estado de Guerrero, Salinas le reviró a Zedillo que “no aclaró a qué partido se refería” sobre la sucesión presidencial de 2012. Y es que, además, detrás del triunfo y la candidatura perredista de Aguirre Rivero están otros dos connotados ex salinistas: Marcelo Ebrard y Manuel Camacho Solís, linchados política y mediáticamente por la camarilla de Salinas que encabezaban Chirinos y Córdoba Montoya, tras el homicidio de Luis Donaldo Colosio en marzo de 1994.
Incluso Camacho fue responsabilizado por los salinistas de haber creado el clima de violencia que terminó segando la vida del malogrado candidato presidencial.
Que nadie descarte, pues, que el viaje de Salinas ayer a Tlacotalpan haya sido para pedirle a la virgen de La Candelaria -más que a Herrera y a Duarte- su apoyo milagroso para que el PRI recupere en el 2012 la Presidencia de la República. Sólo así el ex presidente aseguraría otros seis años su tranquilidad.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018