Ahora que en el estado de Guerrero ha trascendido la grabación clandestina de una conversación telefónica privada entre el candidato de la alianza PRD-PT-Convergencia a la gubernatura, Ángel Heladio Aguirre Rivero, y la senadora perredista de Zacatecas, Claudia Corichi –en la que la hija de la ex gobernadora Amalia García le ofrece al ex priísta apoyo electoral y de recursos–, en Veracruz algunos fidelistas comienzan a preguntarse quién habrá sido en realidad el que grabó también aquellas pláticas personales del entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán con funcionarios, candidatos y operadores políticos del Partido Revolucionario Institucional que fueron reproducidas en noticieros radiofónicos de la ciudad de México durante la recta final del proceso electoral de julio de 2010 y que pusieron en riesgo el apretado triunfo del actual mandatario Javier Duarte de Ochoa.
Y es que el año pasado todas las suposiciones apuntaron lógicamente hacia el candidato del PAN a gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, como el sospechoso principal. Es más, el propio Herrera interpuso la denuncia penal AP/PGER/VER/JAL/11136/2010 ante la Procuraduría General de la República en contra de César Nava, dirigente nacional del partido blanquiazul; del presidente estatal Enrique Cambranis Torres y de Yunes Linares, por dizque exhibir grabaciones donde con tecnología imitaban su voz, y con las cuales abusaron de la buena fe de algunos medios, como el periódico Excélsior, su filial cadena 3 de Televisión y del periodista Pedro Ferriz de Con, que las mostraron como reales.
Sin embargo, Nava negó la imputación y acusó al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, de montar un centro de espionaje telefónico.
De gira por Tlaxcala, donde había acudido a respaldar a su candidata a la gubernatura, Adriana Dávila, el dirigente albiazul deslindó a su partido de la obtención de conversaciones telefónicas a mandatarios priístas. “Si alguien sabe de espionaje y del uso de inteligencia con fines políticos es el PRI, y si no que le pregunten a Peña Nieto”, señaló.
Nava responsabilizó al mandatario mexiquense de “financiar y operar” un centro de espionaje telefónico que funcionaba hace año y medio en el Estado de México (noviembre 2008) y que vigilaba a personajes políticos de manera ilegal, incluso de su propio partido.
Expresó que cuando la “perra es brava hasta a los de la casa muerde” y comentó el caso del coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, quien, dijo, fue espiado por Peña.
Argumentó que cuando se descubrió ese centro de espionaje fue detenido un sujeto de apellido Vena, quien era “delegado de CISEN en varios estados del país y trabajaba para Enrique Peña Nieto”.
Agregó que por este caso “se abrió una averiguación previa y hay sujetos procesados, sujetos a proceso penal, entre otros, el señor Vena, por ello, si hay alguien que sabe de espionaje político es el PRI”.
Detalló que ese centro de espionaje no solamente espió a personajes del PAN, como Gustavo Madero, entonces coordinador de los senadores del PAN, quien lo denunció, sino además al ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño. “También llegó a espiar a personajes del propio partido de Enrique Peña Nieto”, como al senador Manlio Fabio Beltrones, acusó el panista.
Ante este señalamiento, Peña Nieto viajó a Xalapa para desmentir, en un mitin de Duarte de Ochoa, los señalamientos de César Nava.
Sin embargo, el periodista Federico Arreola, ex vocero de Andrés Manuel López Obrador en la campaña presidencial de 2006 y quien le habría ofrecido a Gerardo Buganza la candidatura del PRD al gobierno de Veracruz luego del rompimiento del ex senador cordobés con el PAN tras la imposición de Yunes Linares, aseguró también en uno de sus artículos que Peña Nieto era el que estaba detrás de las grabaciones ilegales de las charlas telefónicas de Herrera Beltrán porque el mexiquense estaba molesto con las aspiraciones presidenciales del veracruzano.
¿Quién grabó ahora las pláticas telefónicas del candidato de izquierda a la gubernatura de Guerrero? Obviamente que no fueron el PAN ni el presidente Felipe Calderón, quienes están apuntalando al ex priísta Aguirre Rivero con la declinación del abanderado panista Marcos Parra Gómez, cuya decisión ya se preveía desde que se reunió con el jefe del Ejecutivo federal el pasado 1° de enero en las instalaciones de la Octava Base Naval del puerto de Acapulco, donde el michoacano y su familia pasaron las fiestas de Navidad y fin de año.
Con esta alianza de facto que se ha dado entre el PAN y el bloque PRD-PT-Convergencia a escasos cinco días de la elección, las posibilidades de triunfo del priísta Manuel Añorve –candidato del senador Beltrones y del gobernador Peña Nieto– se han complicado más de la cuenta pese al escándalo mediático atizado por Televisa, principal promotor de las aspiraciones presidenciales del mexiquense, por la charla telefónica privada de Aguirre con la senadora Corichi.

ipe en paz
Ayer sesionó el Consejo Directivo del Instituto de Pensiones del Estado (IPE).
La junta la presidió el secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, en representación del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Y contra lo que muchos suponían, dada la estridencia que algunos líderes sindicales habían mostrado en días previos por la queja de los extrabajadores jubilados inconformes con la lesiva retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que fue incluida en la Ley de Ingresos aprobada en diciembre pasado por el Congreso de la Unión, la sesión de los consejeros del IPE se desarrolló de manera tersa y con un amplio reconocimiento a la sensibilidad social del titular del Poder Ejecutivo del estado por el apoyo dado a los pensionados veracruzanos.
Así, pues, bajo la conducción conciliatoria del secretario Buganza, los líderes de sindicatos magisteriales como la maestra Acela Servín Murrieta, del SETSE; Ricardo Diz Herlindo, del SUTSEM; Ernesto Callejas Arroyo, de la Sección 56 del SNTE, y, entre otros, Enrique Levet Gorozpe, del Fesapauv, fue aprobado por consenso no sólo el presupuesto del IPE para el ejercicio fiscal 2011 sino también los acuerdos para descontar en cómodas parcialidades el pago del ISR a los catedráticos jubilados de la UV, así como el arrendamiento del recién remodelado edificio del Instituto.
La mayoría de los consejeros dieron además un voto de confianza a la administración del C.P. Gonzalo Morgado Huesca como director general del IPE.
Bien dicen que “más sabe el diablo por viejo, que por diablo”.