Nunca han ocultado los gobiernos panistas la venta y participación de capitales extranjeros en actividades que la Constitución limita de manera exclusiva a los nacionales.
Pemex es la enfermiza obsesión del gobierno de Felipe Calderón, sueña con quitarle todas las trabas que permitan el libre acceso a empresas trasnacionales.
Será este mismo año donde las franquicias de las gasolineras de Pemex tengan la competencia de marcas como Shell, Exxon y Texaco. Posiblemente no estarían reguladas para vender las gasolinas a un mismo precio y podría ocurrir que al igual que en el vecino país del norte, el automovilista podría acudir al establecimiento que le vendiera más barato.
Así como en las instituciones financieras sólo Banorte es el único que pertenece a inversionistas mexicanos, lo mismo ocurre con la compañía Interjet, donde Aeroméxico, Viva Aerobús y Volaris cuentan con la participación de capitales extranjeros, la ley sólo permite el 25 por ciento de dinero foráneo en estas sociedades.



Increíble: ¡Municipios piratas!
Para Ripley, que en el estado de Veracruz existe un elevado número de municipios “piratas”. Pareciera broma que algunos gobernadores que ha tenido el estado de Veracruz, así como regalan al final de su administración las notarías y placas de taxis, inventa nuevos municipios.
Hay 132 ayuntamientos que no cumplen los requisitos mínimos que marca la ley para justificar su existencia.
No existe ninguna explicación de esta atomización municipal que no sea de índole política. Favorecer a la clientela electoral y el manejo de recursos públicos en forma de dádiva.
Un reparto amañado de presidencias municipales a los amigos del gobernante en turno, es lo que aseguran investigadores de la UNAM y de la Conapo.



El México bronco
Algo que no se había visto en la política mexicana es la presencia de sicarios electorales, quienes intimidan con amenazas de violencia a los futuros votantes. Delincuentes que sin ningún recato asedian como criminales a la población.
Se han contratado grupos de golpeadores que anuncian tiempos salvajes donde la brutalidad y crueldad imperará en los comicios para la renovación del gobierno del estado de Guerrero.
La fama de bravucones y valentones de los guerrenses la quieren aprovechar ciertos grupos desesperados del PRI para inhibir el voto y causar temor e incertidumbre en el electorado. La estrategia de que haya un gran abstencionismo que les permita modificar los resultados electorales, con el oneroso pago a los representantes de los partidos que acostumbran venderse.
La ventaja del candidato de la izquierda Ángel Aguirre es de siete puntos sobre el tricolor de Manuel Añorve.
La sórdida guerra sucia emprendida por el PRI es fuera de contexto y señala una nueva etapa de lo que podría ocurrir cuando no aceptan perder algún proceso electoral. En las elecciones del 2006 se llegó a un alto nivel de confrontación pero sin llegar a la rudeza. Si a la violencia criminal se agrega la violencia política, el problema se desbordaría. Todas las artimañas se han puesto en práctica desde la compra de credenciales, pasquines de baja calaña, espectaculares perversos e ignominiosos.
El problema es muy grave porque podría ser la mecha del polvorín que encienda el malestar de la población y provocar un estallido social. Se vive al filo del precipicio, hay intereses oscuros que quieren despertar al México bronco, del que hablaba Jesús Reyes Heroles, cuando fue secretario de Gobernación. No se puede perder de vista que se habla de la entidad donde existió la guerrilla de Lucio Cabañas, los comandos de Genaro Vázquez y el secuestro del gobernador electo, Rubén Figueroa.