Por norma y principios de esta empresa editorial existe la consigna que terminada la administración de un gobernador veracruzano, no se les vuelve a criticar o cuestionar, por la simple razón de que no se encuentran en el poder y resulta más difÃcil y en desventaja para el funcionario saliente defenderse.
Por ética informativa la relación entre un periodista y un gobernante en funciones, de antemano se encuentra tergiversada por los complejos intereses que maneja el servidor público.
De allà que esta relación fraterna se debe establecer cuando se haya dejado el poder.
DÃas antes de que terminara la gestión del gobernador Fidel Herrera Beltrán se reunió con el editor del corporativo Imagen del Golfo, para aceptar el pacto que se ha asumido con los anteriores gobernadores, en donde finalizada su administración ha existido un fortalecimiento en los lazos de amistad y afecto. No existen mayores intereses del periodista y del funcionario que no sea el cordial efecto. En esa ocasión se reiteró delante de testigos este acuerdo en la que las dos partes se comprometÃan a ejecutar sus compromisos. Lamentablemente el abogado Herrera Beltrán de manera que a nadie extraña, no le dio cumplimiento.
El ex presidente del PRI nacional, licenciado Gustavo Carvajal Moreno, quien rechazara la gubernatura de Veracruz cuando se la ofreció el entonces presidente José López Portillo, declinó ya que para el polÃtico de Los Tuxtlas habÃa configurado planes personales de mayor trascendencia.
Hace poco, don Gustavo Carvajal se encontraba en el lejano oriente en su permanente peregrinar por todos los rincones del planeta, perdiendo el tiempo coincidió en los pasillos del hotel de una manera casual con un viajero oriental y durante la plática de forma ocasional surgió el tema de Veracruz.
El ejecutivo asiático comentó que habÃa estado en varias ocasiones en la entidad con un ambicioso proyecto de montar una planta de automóviles.
Se trata de los vehÃculos coreanos eléctricos de la marca Kia cuyo director Hyoung-Kevn Lee, habÃa establecido los contactos con las autoridades veracruzanas y por diversas razones habÃa encontrado en la entidad el lugar apropiado y con ventajas geográficas para la instalación de esta enorme planta.
El gobernador Fidel Herrera y miembros de su gabinete ofrecieron toda clase de facilidades para realizar este proyecto.
Encontraron los coreanos una gran disposición del gobernante para la adquisición del terreno, exenciones de impuestos, se destrabaron con una gran rapidez los trámites, se agilizaron los complejos requisitos burocráticos y lo gratificante para los orientales fue encontrar en el abogado Herrera Beltrán a la persona que con simplicidad y sencillez contaba con una gran habilidad y experiencia para que fluyera la transacción.
Se tenÃa contemplado una inversión de varios cientos millones de dólares y la creación de miles de empleos.
Todo el papeleo se encontraba listo. Los toques finales totalmente preparados, los documentos redactados en los dos idiomas y sólo se requerÃa la firma del gobernante.
Uno de los movidos secretarios de la empresa Kia Motor Corporation fue el sombrÃo mensajero de lo que faltaba para que estampara su rúbrica el ejecutivo estatal.
--El señor gobernador quiere 20 millones de dólares.
La leyenda de Guillo
Un cuenqueño de pura cepa fue don Guillermo ParroquÃn Barrera, una persona que idealizó la polÃtica como un credo de amistad. Lo más importante en su vida fue cristalizar su actividad como servidor público.
El haber sido alcalde de Otatitlán y Boca del RÃo fueron sus primeros pasos en la actividad polÃtica y era un creyente de que siguiendo el rÃo llegarÃa al mar.
La marca esencial que distinguÃa a Guillo como un hombre digno de llamarse asÃ, era su perseverancia en las situaciones adversas y difÃciles. En la prosperidad los amigos se conocen, en la adversidad es cuando conocemos a los verdaderos amigos.
Nunca dejó de soñar que algún dÃa serÃa llamado para convertirse en un funcionario de primer nivel y con ello dar cauce a su pasión por servir a su pueblo y transformar la ciudad donde vivÃa. En la amistad fincó la fuente de su madurez y de su edad.