Por Maquiavelo
Columna: Se dice que...
Será un buen año
2011-01-05 | 22:08:11
La noticia de que este año será bueno para México se advierte por lo que está ocurriendo en los Estados Unidos y como somos un país satélite del vecino del norte, tiene sus repercusiones en la economía mexicana.
El presidente Barack Obama se puso de acuerdo con los republicanos y decidió no subir los impuestos y amplió el número de meses que puede ser cobrado el seguro del desempleo, las bolsas de valores rompieron récords en la últimas dos semanas de diciembre y se registró de manera real un aumento de empleos fijos, --no como los inflados por Calderón y Fidel Herrera--, las tiendas tanto en México, como en los Estados Unidos, reportan muy buenas ventas navideñas.
Aunado a que se aumentó el salario mínimo en 17 estados de la Unión Americana. Rebasó la barrera de los nueve dólares la hora. Arriba de los cien pesos cada sesenta minutos. En México fue un poco de más de dos pesos diarios. Algo así como 17 centavos de dólar. Por eso estamos como estamos.
Si se trata de envidia, Brasil es el ejemplo a seguir, un gobierno de izquierda que incorporó a la clase media a millones de pobres. De allí que los brasileños quisieron seguir con esa línea socialista con su nueva presidenta Dilma Roussef, quien ofreció que superará esa proeza.
Por algo se abstuvo Felipe Calderón de no asistir a su toma de posesión, ya que le recordaría el lema de su rival Andrés Manuel López Obrador de “Primero los pobres”.
A partir de las próximas semanas empezarán los reportes positivos y de grandes ganancias de las empresas. Y si de ganar dinero se trata, invierta sus ahorros en la plata y el oro.
Ahora viene el lado negativo. El otro lado de la moneda.
Habrá aumentos en todos los productos de la canasta básica, seguirá subiendo la gasolina, el gas, electricidad y no existe la menor duda que la inflación alcanzará otros niveles.
Podrá haber grandes sorpresas por los ingresos extraordinarios de las exportaciones petroleras y que se ejercerá el presupuesto más alto de la historia en el país. En el estado de Veracruz ocurrirá lo mismo, ya que éste se duplicará en relación al que ejerció el “doctor” Fidel Herrera Beltrán en el primer año de su administración.
Lo único malo es que toda esta bonanza y de entradas cuantiosas de dinero se quedará en unas cuantas manos.
Los “ricardos” mexicanos seguirán siendo los mismos, con la salvedad que ahora serán más “ricardos”.

La división priista
El difícil paquete de Ranulfo Márquez, como presidente del Comité Estatal del PRI es la reestructuración de los Comités Municipales, donde el panorama está bastante oscuro, tomando en cuenta que hay 130 municipios que perdió el partido tricolor en la pasada elección. La mayoría de los ayuntamientos de la entidad son de oposición y usarán sus recursos para decidir los futuros líderes locales que empezarán a trabajar para inclinar la balanza para su beneficio partidista.
Para el año 2012, donde se renueva tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo federal, la desventaja es de los priistas. La inconveniencia y nocividad del PRI veracruzano es brutal, máxime que desde ahora se está en pleno apogeo la rebatinga para la única posición del Senado, ya que la otra está apartada para el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, por lo que la división de los grupos locales es total, máxime que el próximo senador es el probable candidato a suceder a Javier Duarte de Ochoa. Es increíble que a estas alturas, cuando apenas empieza la administración de Duarte ya iniciara de manera abierta la lucha interna para seleccionar al próximo ejecutivo estatal.
Un fenómeno que sólo existe entre los veracruzanos.
A cuantos aspirantes se les ofreció la posición senatorial a fin de tranquilizar a la clase política veracruzana y que ocurrirá lo de siempre, promesas que al final nadie cumple.
Lo triste es que el candidato presidencial del PRI tiene el derecho a poner su hombre en el Senado y en caso de ganar la elección del 2012, se terminó la etapa de autonomía y libertad de los virreyes que eran los gobernadores, quienes hasta ahora podrían decidir las posiciones legislativas y hasta su sucesor.

Sería una victoria pírrica
Ganando el PRI pierden los gobernadores. Hay registros donde algunos están trabajando con la oposición para no perder las prebendas políticas y económicas que gozan.

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