Por Raymundo Jiménez
Columna: Al Pie de la Letra
2010-11-08 | 21:46:38
* ¡CHAMUSCAN AL PAN!

A menos de una semana de la renovación del Consejo Estatal del PAN, al interior del partido blanquiazul se está dando una feroz lucha de poder entre el ex candidato de Acción Nacional a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares, y los principales líderes del panismo doctrinario en Veracruz: el ex dirigente Alejandro “Pipo” Vázquez Cuevas; el ex alcalde porteño y actual funcionario de la SCT, Julen Rementería del Puerto; el senador Juan Bueno Torio; el actual secretario general del CDE, Hermann Ortega; el ex diputado local Sergio Ortiz, y, entre otros, Tito Delfín Cano, alcalde electo de Tierra Blanca y coordinador de los nuevos ediles panistas.
Este grupo de antiyunistas se reunieron a finales del mes pasado en la ciudad de México, donde presuntamente acordaron cerrarle el paso al ex priista que se presume busca imponer a su hijo primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez en la presidencia del CDE del PAN, pues está a punto de concluir su administración municipal como alcalde de Boca del Río.
El próximo domingo 14 se realizará en la ciudad de Orizaba la asamblea estatal para elegir a los nuevos consejeros, mismos que decidirán si cambian o reeligen al actual dirigente Enrique Cambranis Torres, muy identificado con el bloque del PAN que busca cerrarle el paso al grupo del ex director del Issste.
Según versiones de militantes panistas afines al llamado TUCOY –Todos Unidos Contra Yunes–, la ventaja de éstos sobre la corriente interna del ex candidato a gobernador sería actualmente en una proporción de 3 a 1.
Esta pugna de poder se ha ido tensando a tal grado que ha impactado negativamente algunos ámbitos de la administración pública federal. Un claro ejemplo es el desgarriate informativo que se armó hace ocho días en la Delegación estatal del Issste con la supuesta toma de posesión de Enrique Pérez Rodríguez, uno de los principales incondicionales de Yunes Linares.
El asunto olía mal desde la fecha que eligieron para “nombrarlo” y “darle posesión” como encargado de la Delegación estatal del Issste: 1º de noviembre, en plena festividad del Día de Muertos.
Pero, bueno, Pérez Rodríguez y demás yunistas quedaron políticamente “muertos” desde que el pasado 26 de octubre, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la última instancia jurisdiccional del país, confirmó la validez de la elección de gobernador de Veracruz y, por ende, el triunfo del ex candidato priista Javier Duarte de Ochoa.
Por eso, la ceremonia de “toma de posesión” en la Delegación estatal del Issste, más que un evento para festejar parecía un acto fúnebre, por la cara larga de Pedro Yunes Choperena o la postura cabizbaja de Graciela Patricia Gómez, entre otros operadores políticos que durante el proceso electoral de julio pasado trabajaron para el PAN, y que acudieron a presenciar la aparente resurrección administrativa de Enrique Pérez en la burocracia federal.
Era un buen signo para los alicaídos seguidores de Yunes Linares, quien luego de su estrepitosa derrota como candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz, parecía haber perdido la protección de sus “padrinos mágicos”: el presidente Felipe Calderón y la lideresa nacional del SNTE, Elba Esther Gordillo, a los cuales debía su nombramiento como director general del Issste, cargo que desempeñó de diciembre de 2006 hasta febrero de este año.
La “toma de posesión” del señor Pérez –quien fue secretario particular de Yunes Linares en la Secretaría de Gobierno de Veracruz, y cuya cercanía era tal que el ex subsecretario de Seguridad Pública federal lo dejó a cargo de los reclusorios federales, cuando en enero de 2001 se escapó Joaquín “El Chapo” Guzmán de Puente Grande, Jalisco– fue un acto protocolario aparentemente normal, pues en “representación” del director interino del Issste, Jesús Villalobos López, acudió el secretario general, Luis Felipe Castro Sánchez.
Además asistieron Raúl Becerra Ontiveros, jefe de Servicios de Políticas Financieras como representante de la directora de Delegaciones, María Sanjuana Cerda Franco; Armín Arronte Gómez, Secretario General de la Sección XXXV del Sntissste; Directores de las Clínicas del Issste en la entidad y personal adscrito a dicha dependencia. En su discurso, Luis Felipe Castro hasta “agradeció” a Abel Pérez Arciniega –quien había sustituido interinamente a Enrique Pérez cuando en marzo éste se fue a la campaña de Yunes Linares– el trabajo realizado al frente de la Delegación.
A nombre del director general, Castro Sánchez dio “la bienvenida” a Pérez Rodríguez, de quien, dijo, “se integra a la gran Familia Issste en esta entidad, a sumar todo el esfuerzo para continuar consolidando la etapa de desarrollo que vive actualmente el instituto, en la cual se han reformado prácticamente todas las clínicas y hospitales del país, etapa que se estima culminar en lo que resta de la presente administración federal”.
Por su parte, el señor Pérez se comprometió a poner “todo el esfuerzo, junto con nuestros compañeros de la Delegación, para seguir trabajando en beneficio de la derechohabiencia de Veracruz, tal como lo instruyó el director general”.
La reincorporación de Enrique Pérez como delegado estatal se fundamentaba en el Oficio No. D.G. 100.-1A 01004/2010, con fecha 1 de noviembre del presente año, y firmado supuestamente por el director de Finanzas, licenciado Jesús Villalobos López, quien de acuerdo a los estatutos del Issste sustituyó interinamente a Yunes Linares cuando éste solicitó licencia para separarse temporalmente de la Dirección General para ser postulado como candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz, cargo al que por cierto hasta ahora no ha retornado.
Sin embargo, dos días después de la “toma de posesión” del yunista como delegado estatal del Issste, la responsable del Área de Notariado del Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado, licenciada Elsa Jasso, difundió un comunicado en el que advertía a la opinión pública que “el día primero de noviembre del año en curso, en la Delegación del ISSSTE en Veracruz se quiso sorprender a la derechohabiencia en general y al personal sindicalizado y administrativo, que a través de Oficinas Centrales se otorgaba nombramiento como nuevo delegado del Issste a Enrique Pérez Rodríguez”, y subrayaba que “la Dirección General no se hace responsable de tal nombramiento ni del mal uso que se pretenda hacer del documento apócrifo, signado por el director de Finanzas, Jesús Villalobos López”, ya que indicaba que “se le pretende dar validez como encargado de despacho sin autorización de la Junta Directiva Nacional”.
 ¿Qué fue lo que realmente ocurrió? ¿Acaso una mal broma como las invitaciones apócrifas que también circulan para la próxima boda del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto? ¿Por qué entonces vinieron funcionarios de las oficinas centrales del Issste a darle “posesión” a Enrique Pérez como encargado de la Delegación estatal? ¿Es, en verdad, parte de la lucha interna por el control del PAN en Veracruz?
Lo único cierto es que después del fatídico 4 de julio –derrota que tres semanas después le fue confirmada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado, y tres meses más tarde por el de la Federación–, todos los proyectos políticos de Yunes Linares (gubernatura, anulación de la elección, control de la dirigencia estatal del PAN, reincorporación al Issste y la futura candidatura blanquiazul al Senado de la República en el 2012) parecen haber sido destruidos también por el huracán “Karl”.
Por eso es que sus detractores le atribuyen a su grupo de seguidores “damnificados”, la campaña negra que se ha desatado por el internet en contra de los principales líderes del TUCOY, a los cuales les imputan prebendas y corruptelas en presunta colusión con el gobernador Fidel Herrera y su sucesor.
A ver qué tan chamuscado queda el PAN después de su asamblea estatal.

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