Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Desaparecidos
2010-11-07 | 21:16:25
Desde el pasado jueves 4 está en calidad de desaparecido el comandante regional de la Agencia Veracruzana de Investigación (AVI), Carlos Antonio Sánchez Rangel.
Al jefe policiaco no se le ha vuelto a ver desde ese día, cuando salió de su trabajo a una reunión acompañado de su elemento, Abraham Enciso Hermida. Ambos partieron cerca de las diez de la noche de la Subprocuraduría Regional de Justicia del puerto de Veracruz y hasta la fecha no se sabe de su paradero. Incluso se habla también de la desaparición de un comandante de la Policía Intermunicipal, asignado a Boca del Río.
La camioneta oficial del comandante del AVI fue localizada este viernes 5 cerca de la ciudad de Xalapa, pero no se hallaron rastros de sus ocupantes. Es por ello que familiares cercanos de Sánchez Rangel procedieron a presentar ante el Ministerio Público la denuncia formal por su desaparición.
Carlos Antonio Sánchez Rangel es un policía de carrera dentro de la Procuraduría General de Justicia del Estado, ha fungido como agente judicial y luego ministerial, hasta que en esta administración del gobernador Fidel Herrera fue comisionado de escolta a un funcionario de Gobierno del Estado. Más tarde ocupó un cargo dentro de la PGJE como comandante, hasta que posteriormente fue designado Segundo comandante de la AVI en el puerto de Veracruz y luego ascendido a la Primera Comandancia Regional.
Desesperada, la familia de Sánchez Rangel ha pedido el apoyo del gobernador Herrera Beltrán para que no se escatimen esfuerzos y se agilice la investigación para dar con el paradero del jefe policiaco y el de su subordinado.
Este caso ha generado diversas versiones entre la clase política de la capital veracruzana, pues no han faltado quienes recuerden que el desaparecido comandante de la AVI protagonizó un altercado muy fuerte con el entonces candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, unas horas antes de la jornada electoral del pasado 4 de julio.
Sucede que el sábado 3 de julio, alrededor de las 18:15 horas, justo en los momentos en que agonizaba en su domicilio particular el señor Jesús Yunes Linares –el hermano mayor y uno de los más queridos por el ex director del ISSSTE–, el cual se encontraba rodeado por su esposa y sus tres hijos así como por el sacerdote que le administraba el sacramento de la extremaunción, la familia fue sorprendida por gritos y golpes en las puertas exteriores de la residencia. Afuera de la residencia se hallaban más de 20 elementos de la Agencia Veracruzana de Investigación armados con rifles y pistolas, todos bajo las órdenes del Jefe de Grupo de la AVI, Sánchez Rangel, los cuales eran apoyados por varias unidades de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Según denunció ante los medios de comunicación sumamente indignado en esa ocasión el propio candidato del PAN, al percatarse de los gritos y los golpes en las puertas salió personalmente a ver qué sucedía en el exterior de la casa ubicada en la avenida Lázaro Cárdenas esquina con Juan Pablo Segundo, en el municipio de Boca del Río. De acuerdo con su relato, se encontró con el jefe de grupo de la AVI, Carlos Antonio Sánchez Rangel, y con varios policías más que trataban de allanar el domicilio de quien en ese momento agonizaba, argumentando que tenían un reporte de que había gente fuertemente armada en el interior del domicilio y que tenían a personas secuestradas ahí.
Miguel Ángel Yunes les explicó que eso no podía ser posible, ya que él y su familia se encontraban en el interior porque estaba agonizando su hermano Jesús, que todo se trataba de un error y les pidió que por favor se fueran ya que su hermano estaba por expirar justamente en esos momentos.
Sin embargo, el jefe de grupo de la AVI, Sánchez Rangel, le habría dicho a Yunes Linares que entrarían al domicilio a como diera lugar y que incluso ya estaban tratando de entrar por otro portón. Fue entonces cuando el candidato del PAN se opuso tajantemente a lo que estaban intentando hacer y les gritó que no entrarían al domicilio de su agonizante hermano.
El jefe regional de la AVI y elementos de Seguridad Pública del Estado cortaron cartucho y la situación se tornó muy tensa, pues Yunes Linares les reiteró que por ningún motivo los dejaría entrar a la casa donde estaba muriendo su hermano mayor.
Cuando el abanderado panista por fin pudo volver al interior de la casa, lamentablemente su hermano Jesús ya había fallecido.
Amigos muy cercanos a Yunes Linares contaban que este incidente había quedado muy grabado en la mente del candidato del PAN, pues se dio en el justo momento en que su hermano expiró, por lo que tampoco tuvo oportunidad de despedirse para siempre de él.
Por si fuera poco, todavía el comandante regional de la Agencia Veracruzana de Investigación interpuso denuncia penal en contra de Miguel Ángel Yunes ante el agente del Ministerio Público de Boca del Río, José Antonio Franyutti Loyola, por supuestas agresiones y ultrajes a la autoridad, ya que, según dijo, el abanderado panista le arrebató su “charola” de la AVI.
Según fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado, ésta, irremediablemente, es una línea de investigación que el Ministerio Público deberá seguir para dar con el paradero de Sánchez Rangel y su acompañante.
A ver si no corre el mismo destino que la pesquisa sobre la extraña “desaparición” del arquitecto xalapeño Cristian Morales Carreto, un personaje ampliamente beneficiado por el gobierno de la Fidelidad y luego vinculado a Yunes Linares a raíz del reciente proceso electoral, de cuya existencia se ignora precisamente desde finales de julio pasado.
Morales Carreto, como ya se sabe, fue un colaborador muy allegado al gobernador Herrera, hasta que quiso ser candidato del PRI a presidente municipal de Xalapa. Como no le dieron la candidatura del partido tricolor, entonces como muchos priístas resentidos decidió apoyar al PAN. Según versiones de algunos miembros de Acción Nacional, Cristian habría recibido en total 25 millones de pesos para operar electoralmente el 4 de julio; recursos que presuntamente le entregó en persona un sobrino de Miguel Ángel Yunes, quien además resultó ser hijo de un alto funcionario de la AVI en la capital veracruzana. ¿Mera coincidencia? Paradójicamente, eso le corresponde aclarar a los investigadores del Ministerio Público.
Pero sobre ambos casos, curiosamente, Yunes Linares no ha externado públicamente ninguna opinión. Este viernes 5 de noviembre, por ejemplo, el ex candidato del PAN estuvo en la sesión solemne de instalación de la LXII Legislatura del Estado y, contra su costumbre, evitó hacer declaraciones a los medios de comunicación. Argumentó que sólo venía a acompañar a su hijo Fernando, diputado local por el distrito de Boca del Río. El ex director del ISSSTE sabe mejor que nadie que “el horno no está para bollos”, pues hasta en el interior del PAN sus ex aliados se han unido para evitar que tome el control del Comité Directivo Estatal del partido blanquiazul.

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