Aunque el gobernador Fidel Herrera lo ha reconocido públicamente como “nuestro líder”, pero Javier Duarte de Ochoa sabe que para llegar a la gubernatura tuvo que abrirse paso ante la resistencia de muchos funcionarios y políticos muy cercanos al jefe del gobierno de la Fidelidad.
Duarte tuvo que soportar hasta humillaciones y ofensas de algunos soberbios fidelistas que por su juventud no le veían al diputado federal cordobés espolones para gallo en la antevíspera de la sucesión gubernamental.
Cuentan que el ingeniero Manuel Abonce Ferrandón –ex funcionario de Tabamex, Banobras y Capufe, al lado de Gustavo Carvajal Moreno– habría sido testigo, por ejemplo, de un incidente bastante bochornoso ocurrido en el club de golf de Xalapa que se ubica en Miradores del Mar, municipio de Emiliano Zapata.
Según esta versión, el director de Obras Públicas de la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente (Sedesma), Miguel Ehrenzweig Sánchez, le habría dado la espalda a Duarte de Ochoa negándole el saludo al entonces secretario de Finanzas y Planeación. Pero lo peor fue cuando Abonce le hizo ver el error que cometía por su trato grosero hacia el joven titular de la Sefiplan, pues refieren que Ehrenzweig le respondió a su interlocutor con la frase soez de “¡Me vale madre!”.
Ahora, según cuentan, Ehrenzweig es de los que cínicamente tratan de dar el “salto mortal” del agonizante fidelismo al naciente duartismo. Luego de más de doce años en la administración pública –primero en la Universidad Veracruzana con el rector Víctor Arredondo y luego en el gobierno estatal con Herrera Beltrán, su ex compañero de cuarto en Londres, Inglaterra, hace más de 37 años–, este émulo de César “El Tlacuache” Garizurieta no quiere vivir en el error de quedar fuera del presupuesto. Sin embargo, lo que sus detractores también presuponen es que más que pretender seguir enchufado al erario estatal lo que Ehrenzweig pretendería al buscar acercarse ahora a Duarte sería asegurar impunidad.
Y es que su trayectoria en la administración fidelista ha sido cuestionada. A finales de diciembre de 2007, por ejemplo, se fue de vacaciones a Costa Rica sin la autorización del gobernador Herrera. A su regreso, en enero de 2008, Ehrenzweig se encontró con una amarga sorpresa: la filtración de documentos con los que presuntamente habría pagado su viaje de placer a ese paradisíaco país de Centroamérica, ya que antes de partir al extranjero supuestamente cobró cuatro recibos en la Dirección a su cargo por la cantidad de 27 mil 139 pesos cada uno, sumando un total de 108 mil 556 pesos.
Lo curioso es que esos recibos estaban a nombre de dos contadoras que no laboraban en la Dirección de Obras Públicas de la Sedesma, sino que dichos recibos habrían sido pagados con recursos indirectos de obra, es decir, recursos que se deben de ocupar por ley para pagar gasto de supervisión técnica de obra a personal capacitado.
Sin embargo, según las versiones periodísticas, el  arquitecto Ehrenzweig trató de comprobar el gasto de indirectos de obra pagando a dos contadoras que no habían prestado jamás sus servicios en esa dependencia gubernamental y que no era personal capacitado.
De acuerdo con los documentos filtrados, los recibos de las contadoras habrían sido hechos en la misma imprenta y los números de los recibos presentados no eran consecutivos. Además, con dichos sueldos, debían haber laborado tiempo completo en la dependencia a cargo de Ehrenzweig.
Pero en esa ocasión salió a relucir también el nombre del arquitecto Emilio Suárez Arroyo como “asistente” del director, quien tenía un sueldo asignado de 32 mil 566 pesos mensuales sin hacer supuestamente nada, y cuyos recursos devengados provenían presuntamente de los indirectos de obra.
A principios de agosto de 2008 circuló una tarjeta informativa en la que se ponía en entredicho la efectividad del Programa Operativo Anual 2008 de esa Dirección General de la Sedesma, ya que aparentemente “sólo se programaron obras calculando montos a la imaginación y a la fecha no existen expedientes para poder contratar, es por ello que del total del POA 2008 que suma aproximadamente 1000 millones de pesos sólo se ha ejercido el 14.8%, dando un aproximado de tan sólo 148 millones de pesos al mes de julio (…)”
De acuerdo con esta información, la Dirección a cargo de Ehrenzweig no sólo era exhibida por su incapacidad para ejercer el recurso sino que además era señalada de realizar adjudicaciones fuera de la ley, donde por medio de su colaborador más cercano, el arquitecto Suárez Arroyo, contrataba empresas constructoras solicitando supuestamente “su acostumbrado 15% y generar ganancias millonarias”.
En esa relación de obras asignadas durante el ejercicio fiscal 2007, enlistaban la obra “Adecuación del Centro de Observación y Adaptación Social para Menores Infractores”, el COAS, ubicado en la carretera federal Veracruz-Poza Rica, en la localidad de Palma Sola, municipio de Alto Lucero, con contrato 035/2007-SER-DGOP  a favor de la empresa Infraestructura en Construcción SA de CV, cuyo representante legal era el señor Miguel Ángel Alarcón González.
Igualmente mencionaban una serie de contratos otorgados en ese año para la construcción del Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREEVER), por un total de 55 millones de pesos. Las empresas beneficiadas fueron las siguientes:
1) INE, SA de CV, cuyo representante legal era Adán Jiménez Flores. El contrato  comprendía la supervisión, coordinación, control de obra y verificación de calidad de los trabajos de construcción del CREEVER, con un monto de un millón 75 mil 92 pesos con 86 centavos.
2) Constructora LUPAMA, SA de CV, del ingeniero Luis Palacios Macedo Pérez. La obra otorgada era la cimentación del edificio CREE (módulos C y D) y cimentación del edificio DIF (módulos F, G y H) del Centro de Rehabilitación y Educación Especial, con un monto de 8 millones 268 mil 275 pesos con 20 centavos.
3) Grupo Constructo, SA de CV, cuyo representante legal era el ingeniero Carlos Ramón Canales Freeman, padre de Carla Canales, a la sazón subsecretaria de la Sedesma, su jefa inmediata. La obra asignada en la construcción del CREEVER abarcaba la estructura de acceso de los edificios CREE y DIF, con un monto de 45 millones 361 mil 242 pesos con 76 centavos.
4) A la empresa TLON Construcciones, S de RL y CV, que representaba el arquitecto Alfonso Rodríguez Pulido, le fue asignada la adecuación del proyecto del CREEVER con un monto de 254 mil 654 pesos con 55  centavos.
Y para cerrar el círculo de estas presuntas irregularidades, en la tarjeta informativa se apuntaba que presuntamente el “asistente” de Ehrenzweig, Emilio Suárez, habría sido el encargado de recomendar también los despachos de auditores externos del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) con el propósito obvio de evitar observaciones de adjudicaciones fuera de la ley o bien para definir cuáles serían las obras menos observables. Entre los despachos consentidos mencionaban el “S. y S., Sistemas y Soluciones SC”, del arquitecto José Mario Medina, y el “A y C, Auditorías y Consultorías SA de C V”, del que supuestamente era socio el arquitecto Suárez Arroyo, erigiéndose así en juez y parte.
Otro de los privilegiados por Ehrenzweig es el arquitecto Juan Flores Chalita, al que desde la UV habría favorecido mañosamente con la asignación directa de obras públicas, ya que sumadas éstas en total sus montos rebasaban los topes establecidos por la ley.
Con su amigo Fidel Herrera, el arquitecto Ehrenzweig hizo valer no sólo el fuero de la amistad iniciada hace más de 37 años en Londres, sino también la fuerza de otras supuestas complicidades, como la presunta atribución de haber diseñado y dirigido la construcción de la residencia del mandatario veracruzano en uno de los nuevos fraccionamientos aledaños al de Las Ánimas, en Xalapa, misión que presumiblemente cumplió desde la Dirección de Proyectos, Edificios y Mantenimiento de la UV.
¿Admitirá Duarte en su gabinete a “fidelistas” con esta reputación? Es pregunta.