Si el martes 27 de julio el ex candidato del PAN Miguel Ángel Yunes Linares montó en cólera en cuanto se enteró de que el presidente Felipe Calderón Hinojosa había felicitado telefónicamente al priísta Javier Duarte de Ochoa por la constancia de mayoría que el día anterior le había entregado el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado que lo acreditaba legalmente como gobernador electo de Veracruz, ayer el entripado del ex director del ISSSTE debió ser mucho mayor.
Y es que tres cosas llamaron profundamente la atención la mañana de este martes 12 en el Centro de Convenciones y Exposiciones de la ciudad de Chihuahua, en donde Calderón presidió la reunión “Diálogo por la seguridad” y la firma del Acuerdo de Chihuahua.
1. Asistieron todos los gobernadores electos del pasado proceso electoral del 4 de julio, incluyendo al mandatario de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre, cuya elección sigue en revisión por mandamiento del TRIFE.
2. El Presidente pidió al veracruzano Javier Duarte y a los demás gobernadores electos que hicieran uso de la voz.
3. El jefe del Ejecutivo federal dijo en su discurso: “Sé que como Gobernadores recientemente electos, cuentan con la confianza y el apoyo de los ciudadanos que los eligieron. Ustedes deben saber que cuentan, también, con el apoyo absoluto de la Federación”.
Al responder a esas últimas frases del discurso presidencial, el veracruzano Duarte de Ochoa, quien desde la noche del lunes 11 conversó largo rato con el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, dijo que “Veracruz está en primera fila” para apoyar la lucha de la Federación contra el crimen organizado, pero también exigió que el apoyo del gobierno de la República a las entidades federativas no sólo sea afectivo sino sobre todo efectivo, en los recursos que cada entidad necesita para estos programas.
Javier Duarte agradeció la deferencia del presidente Calderón y dijo que su gobierno se sumará a las iniciativas presidenciales  en materia de seguridad y en la promoción del Mando Único Policial, modelo que, por cierto, en Veracruz –según declaró ayer el secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar– no apoyan dos connotados alcaldes yunistas: Miguel Ángel Yunes Márquez, de Boca del Río, y Ricardo García Guzmán, de Pánuco.
A este evento asistieron los gobernadores que recién iniciaron sus funciones: el anfitrión César Duarte Jáquez, de Chihuahua; Jorge Herrera, de Durango, y Miguel Alejandro Alonso Reyes, de Zacatecas; así como los electos de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre; de Hidalgo, José Francisco Olvera Ruiz; de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo; de Sinaloa, Mario López Valdez, y de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú.
Rafael Moreno Valle, gobernador electo de Puebla, mandó en su representación a Fernando Manzanilla.
Duarte de Ochoa signó junto con sus homólogos y el presidente Calderón el Acuerdo de Chihuahua que establece compromisos de hasta seis meses para formar unidades antisecuestro, depurar los cuerpos policíacos, avanzar en el sistema de justicia penal y en ocho meses modificar la ley para el sistema estatal de evaluación y control de confianza.
Suelto, relajado y al mismo tiempo arropado por los gobernantes electos y en funciones, el veracruzano insistió en la necesidad de cohesionar esfuerzos, tal como lo planteó el jefe de las instituciones federales.
“Es el momento de México, es el momento de pensar en la nación, más allá de colores y partidos”, expresó.
Posteriormente, al ser entrevistado por reporteros, Duarte de Ochoa dijo que el encuentro de Chihuahua es un mensaje claro de unidad, coordinación y fusión ante la inseguridad y reiteró su postura de coordinarse con la Federación para luchar contra el crimen organizado, con todos los esfuerzos necesarios para dar seguridad y tranquilidad a los veracruzanos.
“Mientras más unidos será más sencillo alcanzar las metas”, añadió el virtual sucesor del gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Y tal como lo había planteado en su discurso, ante los representantes de la prensa local y de la ciudad de México Duarte de Ochoa pidió que haya recursos necesarios para el mando único policial, porque para ello se necesita dinero.
Si bien es muy significativo que al joven gobernador electo de Veracruz se le haya dado la palabra en un encuentro de estas dimensiones, también llama poderosamente la atención el respaldo que todos los gobernadores electos han recibido de la institución presidencial.
Más allá de los alegatos que se llevan a cabo en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el hecho de que se invite a los mandatarios electos a un encuentro de esta naturaleza habla de que el presidente Calderón ya no está detenido en las rencillas postelectorales ni en cabildeos o en negociaciones de tipo electoral.
Los tiempos electorales ya pasaron, la elección ha quedado atrás y el Ejecutivo de la Nación está hablando cara a cara, directo, sin cortapisas, con la nueva camada de gobernantes con los que trabajará durante los dos últimos años de su administración.
El encuentro de Chihuahua fue una reunión de seguridad que no sólo produjo acuerdos sino que además representa una plataforma de despegue para quienes gobernarán sus respectivas entidades en los próximos seis años, y a los cuales acudió el Presidente para conformar un bloque monolítico contra el crimen.
Con ese visor hay que leer el discurso de Calderón de este martes 12:
“Hoy la sociedad reclama el compromiso inequívoco de sus autoridades en la lucha por la seguridad. El inicio de sus respectivos mandatos, señores Gobernadores, es el mejor momento para hacer patente su voluntad de responder a este sentido clamor ciudadano y, a la vez, la mejor oportunidad de iniciar con el pie derecho en la lucha por la seguridad.
“De renovar cuerpos policiacos y ministeriales, de recabar los planteamientos hechos en sus respectivas campañas electorales por la gente y poderlos traducir en políticas públicas que tengan, precisamente, como marco, los seis años de su mandato.
“La única forma de garantizar la seguridad y la tranquilidad de los mexicanos es con la participación corresponsable y sin titubeos de todas las autoridades de los niveles federal, estatales y municipales”.
Este mensaje, además, tiene un claro trasfondo electoral. Nadie debe hacerse bolas, en Veracruz y en las otras entidades federativas ya hay gobernadores electos desde el pasado 4 de julio que entrarán en funciones dentro de unas semanas.
¿O acaso después del Acuerdo de Chihuahua alguien duda de que Javier Duarte gobernará Veracruz a partir del próximo 1º de diciembre hasta noviembre de 2016?