Por tercera ocasión consecutiva, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) pospuso ayer el resolutivo final sobre la validez de la elección de gobernador de Veracruz que en primera instancia ya confirmó, desde el pasado 26 de julio, el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado.

Según ha trascendido, el caso Veracruz será calificado hasta el próximo 27 de octubre o el primer miércoles de noviembre entrante, pues las siguientes dos semanas la Sala Superior del TEPJF entrará en receso porque tres de sus siete magistrados gozarán de sus muy merecidas vacaciones.

Este retraso en la resolución se da porque, además, el gobernador electo tomará posesión hasta el 1º de diciembre próximo, caso muy diferente a los de Zacatecas y Durango que ya asumieron funciones desde el 12 y 15 de septiembre, respectivamente.

El miércoles de la semana anterior fueron resueltas también las impugnaciones que el candidato del PAN a la gubernatura de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, presentó contra el triunfo electoral del priísta Carlos Lozano de la Torre, quien fue ratificado como gobernador electo por ésta última instancia jurisdiccional del país pese a que el abanderado del PRI fue acusado de haber nacido en Bakersfield, California, y de no haber renunciado a la nacionalidad estadounidense, por lo que legisladores de Acción Nacional lo denunciaron ante la Procuraduría General de la República (PGR) argumentando que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 116, establece que “sólo podrá ser gobernador constitucional de un estado, un ciudadano mexicano por nacimiento”.

La denuncia del PAN contra el entonces candidato priísta surgió debido a que en el Libro Central del Registro Civil de Aguascalientes, que es un índice alfabético de las actas levantadas, aparece el nombre de José Ruiz y no figura Lozano de la Torre. Con el acta irregular, Lozano accedió a cargos públicos, tramitó la Clave Única de Registro de Población (CURP) y se registró como candidato, aseguraron en su momento los denunciantes ante la PGR.

En una primera respuesta, Lozano de la Torre sólo acató a decir que en su momento aclararía lo que llamó “infundios”.

Ahora seguramente ya no lo hará, pues pese a ello el TEPJF ha validado y confirmado su triunfo electoral por aproximadamente 23 mil votos sobre el panista Orozco. Así, pues, Lozano de la Torre tomará posesión como gobernador constitucional de Aguascalientes el 1º de diciembre próximo, mismo día que lo hará en la capital veracruzana el sucesor de Fidel Herrera Beltrán.

En cuanto a la elección de gobernador de Veracruz –que junto con la del estado de Hidalgo aún está pendiente de ser resuelta por el TEPJF– aparentemente existen presiones de mucho mayor peso político, pues para los grupos de poder que al interior del PAN, PRI y PRD se disputan desde ahora la sucesión presidencial de 2012, el estado que gobierna Herrera Beltrán tiene mucha más relevancia electoral y económica que la entidad hidrocálida.

Este martes 5, por ejemplo, el presidente Felipe Calderón se quitó la investidura de Jefe del Estado Mexicano y se puso la chaqueta de comandante en jefe del PAN, y sin ambages, en entrevista radiofónica con el periodista de origen chileno Pablo Hiriart, de Grupo Imagen, el mandatario federal dijo que no tendría empacho en colocarle la banda presidencial a un priísta en diciembre del 2012, pero subrayó que “eso aún está por verse”.

Por lo pronto, Calderón consideró que el tema de las alianzas electorales sobresale, entre otras razones, porque hay una evidente animadversión entre el PRI y PAN. En ese sentido, dijo que las alianzas políticas deberían ser consideradas como algo normal, ya que en estos tiempos, apuntó, son vistas como indebidas.

Este activismo político del Presidente de la República obviamente ha de haber levantado los ánimos alicaídos de algunos de sus correligionarios fracasados. Entre ellos Miguel Ángel Yunes Linares, a quien Calderón impuso como candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz tras sendo pastelazo en la residencia oficial de Los Pinos durante la ceremonia conmemorativa de la fundación del ISSSTE a principios de este año.

Precisamente Yunes Linares es uno de los que no se resigna aún a aceptar su derrota en las urnas por más de 80 mil votos que le sacó el candidato priísta Javier Duarte de Ochoa.

El pasado jueves 30 de septiembre, dos días antes de la fastuosa boda de César Nava Vázquez con la cantante Patylú, el ex director del ISSSTE se hizo acompañar del dirigente nacional del PAN para ir a exigir la anulación de la elección de gobernador de Veracruz ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Y es que el 1º de agosto, el PAN presentó un juicio de revisión constitucional contra la sentencia del Tribunal Estatal Electoral, el cual declaró válida la elección.

Tras reunirse con algunos magistrados, Yunes Linares insistió en su alegato de que presuntamente se desviaron recursos del presupuesto del estado a las campañas de los priístas.

“Planteamos a los señores magistrados la solidez de nuestros argumentos jurídicos, particularmente los que permiten acreditar que se utilizaron recursos de procedencia ilícita en la campaña del candidato a Gobernador del Estado de Veracruz y, siendo ésta una causal genérica de nulidad de la elección, desde nuestra perspectiva la elección debe anularse”, dijo a los representantes de los medios de comunicación a su salida del TEPJF.

Precisó que solicitaron a los magistrados profundizar el análisis del Juicio de Revisión Constitucional y dictaminar en su favor.

“Pedimos a los señores magistrados que con toda la sapiencia, prudencia, conocimiento que tienen de estos temas, profundicen el análisis del Juicio de Revisión Constitucional que hemos presentado y que dicten una resolución que favorezca al sistema democrático mexicano”, subrayó Yunes al tiempo que, por enésima vez, acusó al gobierno de su enemigo político Fidel Herrera de ser deshonesto, ineficiente y de haber sumido al estado en la peor crisis social, política y financiera de su historia.

Sólo le faltó acusar a Herrera Beltrán de la catástrofe ocasionada por los huracanes “Karl” y “Matthew”.

Y como si lo magistrados del TEPJF estuvieran a su disposición para cumplirle sus caprichos, Yunes declaró que el máximo tribunal electoral del país tiene hasta el 30 de noviembre para emitir su sentencia, un día antes de la toma de protesta del gobernador electo, el priísta Javier Duarte.

Hace seis años así ocurrió. La validez de la elección de Fidel Herrera fue confirmada en la última semana de noviembre de 2004. Pero ahora Veracruz está en una situación de excepción que requiere de la certeza jurídica del proceso electoral.

Quizá hasta a Duarte convenga seguir prolongando esta incertidumbre legal, pues el gobernador electo tiene una buena justificación para sacudirse a centenares de buscachambas; sin embargo, el estado, por la gravedad de su devastación, también necesita que se confirme lo más pronto posible la validez de la elección para que al virtual sucesor de Herrera Beltrán no se le escatime legitimidad en actos y acciones que desde ahora tiene que ir concertando para la futura reconstrucción de la entidad.