Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
* Desconfianza
2010-10-04 | 22:01:30
Hace unos días, de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) buscaron a los dirigentes sindicales de la Escuela Normal Veracruzana (ENV) “Enrique C. Rébsamen” para acordar con ellos el descuento de dos días de salario de sus agremiados para destinar dichos recursos al apoyo de los damnificados por el huracán “Karl”.
Los líderes de este sindicato magisterial, solidarios, dijeron de inmediato que sí. Sólo pusieron una condición: que se integrara un comité de seguimiento para transparentar y confirmar que efectivamente las aportaciones de la base trabajadora llegaran directamente a los veracruzanos afectados por las inundaciones.
Los representantes de la SEV respondieron tajantes que no y dieron por terminada la negociación.
Según se sabría después, los maestros y demás trabajadores de la ENV decidieron por su cuenta donar lo correspondiente a un jornal y además compraron material didáctico, víveres, ropa y calzado principalmente para niños, los cuales entregaron de manera directa.
Esta desconfianza de algunos sectores de la sociedad civil en los funcionarios del gobierno estatal saliente no es fortuita. Es el saldo que dejó la campaña negra del reciente proceso electoral de hace tres meses, en el que el candidato del PAN y del gobierno federal se dedicó a desacreditar sistemáticamente al gobernador Fidel Herrera y a su administración, cuyos excesos, es cierto, también contribuyeron a abonar este desprestigio.
El pasado 4 de julio, alrededor de dos millones de veracruzanos mayores de 18 años de edad votaron contra el gobernador Herrera y su candidato Javier Duarte de Ochoa. Todos esos ciudadanos, al sufragar por los candidatos de la oposición (PAN-Panal y PRD-PT-Convergencia), reprobaron de hecho al régimen fidelista, cuyos logros tan publicitados en materia de puentes y carreteras ahora son severamente cuestionados tras el colapso que registraron con los golpes de agua.
Y es que los malquerientes de Herrera Beltrán quieren comparar los puentes construidos por el ex secretario de Comunicaciones, Marcos Theurel Cotero –flamente presidente municipal electo del puerto de Coatzacoalcos– con los levantados durante la época de la colonia, como el de Puente Nacional, que ha sobrevivido las crecientes fluviales durante más de trescientos años y que todavía logró resistir el embate del huracán “Karl” aunque ahora sí registró algunas leves averías.
Quizá por eso, en el círculo del gobernador electo Javier Duarte comienza a manejarse el discurso de que en la reconstrucción del estado está la oportunidad de hacer las cosas mejor, tal como lo expresó este domingo 3 en Cotaxtla la ex senadora Noemí Guzmán Lagunes, quien presuntamente se perfila para ocupar la Secretaría de Protección Civil en la próxima administración priísta.
En esa región, una de las más devastadas por “Karl”, Guzmán Lagunes utilizó esa expresión para hablar de Duarte y su proyecto de vivienda, pues puntualizó que se debe mirar el presente y valorar la fuerza de la naturaleza para construir un futuro más seguro para las familias veracruzanas.
La coordinadora de las brigadas duartistas dijo en Cotaxtla que el gobernador electo visualiza los proyectos de reconstrucción siempre que no implique poner a los afectados en las mismas condiciones de riesgo, pues la naturaleza ya mostró su capacidad devastadora y la necesidad de realizar nuevos estudios técnicos para reordenar el desarrollo poblacional.
Precisamente, ayer, Duarte de Ochoa expuso que a partir de ahora el crecimiento urbano en Veracruz deberá garantizar “ante todo” la seguridad de los veracruzanos, por lo que refirió que una parte sustancial del Plan Veracruzano de Desarrollo 2010-2016 deberá abordar y reorientar el tema de los asentamientos humanos, y hacer también las modificaciones legales pertinentes en materia de obra pública y vivienda para impedir que se sigan construyendo desarrollos habitacionales en zonas no aptas para ello.
El gobernador electo sostuvo que la actual circunstancia por la que atraviesa Veracruz obliga a revisar y aplicar el marco legal que regula el desarrollo urbano en todos los municipios, de tal manera que no sea letra muerta y se respete por los desarrolladores y promotores de vivienda, así como por las propias autoridades a la hora de autorizar asentamientos humanos.
Duarte enfatizó que la reconstrucción o reubicación en las zonas afectadas por el huracán “Karl” y por la tormenta tropical “Matthew” no puede hacerse a la ligera “porque en el futuro podríamos enfrentar incluso situaciones más graves que las que ahora vivimos, y eso no puede ocurrir por indolencias ni falta de responsabilidad de la autoridad “.
“La naturaleza no perdona, ya lo vimos, y no podemos permitir que se siga construyendo en zonas no aptas, que haya desarrollos de vivienda en zonas de riesgo, o se autorice que la gente siga edificando sus casas en lugares que les representa peligro”, insistió.
Duarte de Ochoa explicó que lo más importante es salvaguardad la integridad de las familias, pero la inversión también se tiene que proteger, pues “no hay ni habrá presupuesto que alcance para estar reconstruyendo zonas de alto riesgo”.
Es por ello –añadió– que la reconstrucción en las zonas afectadas no puede hacerse a la ligera o sin estudios claros y decisiones basadas en diagnósticos reales “porque de nada valdrá invertir en infraestructura o construcción de viviendas si en uno o dos años podríamos estar reeditando la actual situación que ha dañado la infraestructura de más de cien municipios y dejado sin vivienda a miles de familias veracruzanas”.
Duarte recibirá un estado devastado pero tendrá la oportunidad de recuperar la credibilidad de los veracruzanos. Este domingo, por lo menos, aunque la solicitud provino del gobernador Herrera, los diputados integrantes de la LXI Legislatura del Congreso local autorizaron al titular del Poder Ejecutivo la contratación de una línea de crédito hasta por 10 mil millones de pesos que será cubierta con las participaciones federales para atender una parte de la contingencia y afrontar la enorme tarea que implica la reconstrucción de las zonas devastadas y reactivar la economía de Veracruz.
Lo que está en duda es si Herrera, quien en 56 días deberá entregar el poder, todavía tendrá oportunidad de ejercer todos estos recursos o si le tocarán a Duarte para el arranque de su administración.

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