Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
* Blake: validación política
2010-10-07 | 22:07:39
Este miércoles 6, la Secretaría de Gobernación difundió un comunicado oficial en el que muy brevemente informaba que el encargado de la política interna del país, José Francisco Blake Mora, intercambió puntos de vista con el gobernador electo de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, sobre los problemas que en materia de seguridad pública enfrenta esta entidad del Golfo de México.
En este boletín oficial, la dependencia federal informó que Blake Mora y Duarte de Ochoa “coincidieron en la necesidad de mantener una estrecha coordinación entre los niveles de gobierno, buscando con ello el bienestar de la sociedad veracruzana”.
“Acordaron mantener los esfuerzos en el combate a la inseguridad en un marco de corresponsabilidad y fortalecer las instituciones de seguridad y procuración de justicia”, concluía el comunicado de la Secretaría de Gobernación.
Así, pues, la fotografía y la información que se difundió de este encuentro oficial de Duarte con el secretario calderonista Blake Mora no fue un acto de autopromoción del ex candidato del PRI, quien sigue fortaleciendo las relaciones institucionales con la Federación desde que el 26 de julio pasado el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado validó su triunfo electoral y le entregó la constancia de mayoría que lo acredita legalmente como Gobernador electo.
Por eso, al día siguiente de este relevante acto jurídico, el presidente Felipe Calderón lo felicitó y dialogó con él por la vía telefónica, mientras que secretarios de Estado como Blake Mora y el general Guillermo Galván, de la Defensa Nacional, también se han reunido con Duarte para ir estableciendo acuerdos en materia de seguridad pública.
Así que quienes se han dado a la tarea de difundir que el priísta anda nervioso y desesperado porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no ha validado aún su triunfo electoral, que no coman ansias, pues los siete magistrados de la Sala Superior del TEPJF todavía disponen de seis semanas para dar a conocer su resolutivo final.
Por lo mientras, Duarte de Ochoa no está paralizado, ya que además de estar pendiente de las brigadas que apoyan a los damnificados en el sur de Veracruz, se reúne también con secretarios de Estado en la capital de la República, sigue de cerca el proceso jurídico del Tribunal Federal Electoral y todavía se da tiempo de viajar a Costa Rica, al lado de la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, para ver asuntos relacionados con el desarrollo agropecuario en ese país de Centroamérica.
LAGOS Y LAGUNES
Por cierto, cuentan que hace tres semanas, tras el impacto del huracán “Karl”, en el bunker duartista se llevó a cabo una reunión que encabezó el Gobernador electo con su equipo más cercano.
Sólo había de más un discreto invitado especial, un jovenazo de cuya presencia no se percató el diputado local Erick Lagos Hernández por haber llegado con algunos minutos de retraso, pero a tiempo de que Javier Duarte iniciara su alocución.
Fue en ese momento que alguien se percató entonces de la ausencia de la ex diputada federal y ex senadora Noemí Guzmán Lagunes.
“¡Falta Noemí, falta Noemí…!”, dijo uno.
Lagos Hernández, sin reparar en la discreta presencia del joven extraño, soltó en plan de burla: “Pues sólo que venga para hacer la comida…”
Duarte y los demás que sí sabían quién era el personaje ahí presente, tragaron saliva.
¡Se trataba de un pariente de la ex alcaldesa de Teocelo y sobrina del ex gobernador Agustín Acosta Lagunes!
Sin embargo, el joven no hizo ningún reclamo ni el menor aspaviento. Sabe que Noemí Guzmán está muy bien posicionada en el ánimo y la confianza del Gobernador electo porque hasta ahora, con la actual emergencia por las inundaciones que han devastado la mitad del territorio veracruzano, ha cumplido eficazmente con la labor que le ha delegado Duarte de Ochoa para sumarse al esfuerzo del gobierno estatal en apoyo de los cientos de miles de damnificados.
Desde que empezó la emergencia en la Cuenca del Papaloapan, Tlacotalpan y Minatitlán, hace casi un mes, Noemí no ha parado. Cumple cabalmente con las instrucciones de Duarte, quien como Gobernador electo aún no puede meterse personalmente de lleno por respeto al actual titular del Poder Ejecutivo del estado, Fidel Herrera Beltrán.
A partir del 1º de diciembre próximo, cuando asuma constitucionalmente el poder, ya será otra historia, pero por lo mientras Javier procura no invadir ni interferir en la responsabilidad que actualmente corresponde al gobernador en funciones.
Por eso ha comisionado a Noemí Guzmán para que acuda en su representación a entregar despensas y otros apoyos que por su cuenta ha conseguido con amigos empresarios y aliados políticos para paliar las necesidades inmediatas de los veracruzanos afectados por las tormentas tropicales y el huracán “Karl”.
Así, pues, mientras Duarte ha muestreado en cafés y restaurantes de Xalapa y el puerto de Veracruz a otros de sus virtuales colaboradores –como han sido los casos del ex subsecretario de Hacienda y ex director de Banobras, Tomás Ruiz González; del presidente municipal de Coatzacoalcos con licencia, Marcelo Montiel; del ex senador y ex panista Gerardo Buganza Salmerón; del ex diputado federal por Coatepec, Adolfo Mota Hernández, y entre algunos otros más hasta el propio diputado local Erick Lagos–, a Noemí, en cambio, le ha tocado la incómoda tarea de ganarse el futuro cargo de secretaria de Protección Civil de la administración duartista metiéndose a los charcos y llenándose de lodo hasta las rodillas.
Labor que la protegida del ex senador sinaloense Enrique Jackson Ramírez –uno de los principales asesores políticos de Duarte de Ochoa– parece cumplir además con un gran gusto, pues la señora Guzmán Lagunes es producto de la cultura del esfuerzo y aprendió a hacer talacha primero como alcaldesa de su pueblo natal y luego en el Comité Directivo Estatal del PRI, donde llegó a ser la dirigente de las mujeres priístas de Veracruz.
Pero el diputado Lagos debe tener cuidado, porque a Noemí también se le guisa aparte. Y si no que le pregunte a su otro jefe, el gobernador Fidel Herrera, ex compañero de Guzmán Lagunes primero en la Cámara de Diputados, de 1992 a 1994 –cuando suplió a Miguel Ángel Yunes Linares, quien había dejado la curul federal por la dirigencia priísta y la Secretaría de Gobierno de Veracruz–, y luego en el Senado de la República, de octubre de 2000 hasta marzo de 2004, cuando tras la sorpresiva muerte de don Fernando Gutiérrez Barrios la ex alcaldesa de Teocelo ocupó durante los casi seis años el escaño senatorial que dejó vacante el ex gobernador de Veracruz y ex secretario de Gobernación.

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