A medida que transcurren los días de lo ocurrido en los pasados comicios del 4 de julio, en el estado de Veracruz, se llegó a la conclusión de que se trata de una elección atípica, donde se comprobó que el ciudadano veracruzano se ha politizado cada día más a pesar de los esfuerzos oficiales por mantenerlo lejos de las preocupaciones de este quehacer.
En los resultados negativos tuvo mucho que ver el bajo perfil de los funcionarios priístas que participaron. Desafortunadamente esa ha sido la norma laboral de la administración del gobernador Herrera Beltrán. Una permanente obsesión ególatra.
Saber gobernar es saber elegir.
Fue determinante en el funesto saldo electoral priísta el desconocimiento de las fuerzas políticas existentes y la mala selección de candidatos a las presidencias municipales y diputaciones locales.
Otra historia hubiera sido para el PRI y para su candidato Javier Duarte de Ochoa, si oportunamente se hubiera renovado la dirigencia estatal. La experiencia y sensibilidad política de Ranulfo Márquez contrasta con el intento de superación del bisoño aprendiz de Jorge Carvallo Delfín.
No tendrían en estas fechas ninguna inquietud sobre la validez del triunfo estatal y seguramente no habría el récord negativo del mayor número de alcaldías y diputaciones perdidas.
En Veracruz existe una calificada y excelente clase política en todos los partidos. Que no fue tomada en cuenta.

Expulsan a exdiputada
Le quitaron la máscara a la exdiputada perredista Gloria Rasgado que operaba bajo las órdenes de Marcelo Montiel. Fue suspendida de sus derechos de las filas del sol azteca, así lo anunció el líder estatal, Celso David Pulido Santiago. Tenía varias elecciones que trabajaba con el disfraz del PRD y traicionaba a los candidatos de ese partido político. Las pruebas exhibidas fueron contundentes sobre la manera que operaba como empleada del alcalde priísta de Coatzacoalcos. La expulsión fue hecha de manera pública, durante la sesión que sostuvo el Comité Estatal del PRD en Ciudad Mendoza.

Encueran a petroleros
Que hay detrás de querer ocultar el monto de las cuotas sindicales de los trabajadores petroleros. Dentro de la Ley de Transparencia es obligatoria dar a conocer que cantidad manejan los eternos y millonarios líderes de Carlos Romero Deschamps y el veracruzano Ricardo Aldana. Otro Pemexgate se cocinó en las pasadas elecciones del cuatro de julio que se pretende esconder y que sirvió de experimento para el 2012.
Se analiza en la Suprema Corte de Justicia un proyecto de sentencia en el que se plantea declarar que las cuotas sindicales de los petroleros son confidenciales y por lo tanto no se pueden hacerse públicas. Sobre el mismo tema dos tribunales colegiados emitieron sentencias que en aras de la transparencia todos los dineros públicos deben ser del conocimiento del pueblo.
Las aportaciones al PRI a cambio de puestos de elección popular para los petroleros quedarían al descubierto.
Cuando La “Quina” Hernández Galicia se rebeló al PRI de Salinas de Gortari fue a la cárcel. Con esta disposición de la SCJ se terminarían las canonjías políticas que tienen las mismas camarillas que tienen sometido al sur y al norte de Veracruz.