Por Maquiavelo
Columna: Se dice que...
No hay afinidad
2010-08-05 | 21:57:18
Ha causado un grave daño al estado de Veracruz la conflictiva relación del gobernador Fidel Herrera y el presidente Felipe Calderón. El retraso en el envío de las partidas federales, el recorte de presupuestos a diferentes dependencias estatales, auditorías permanentes y el bloqueo a los vitales proyectos de desarrollo, fueron motivados por una enfermiza y hostil avaricia de poder, al no existir ninguna afinidad gubernamental.
Nunca en la historia de las administraciones estatales se han retrasado tantos meses para el pago de sus proveedores, y con ello, la suspensión de obras y la paralización de programas, trabajos y proyectos que requiere la renovación del estado.
La reciente visita al norte del estado de la primera dama de la nación, Margarita Zavala, el extemporáneo aviso del Estado Mayor Presidencial a elevadas horas de la medianoche e ignorar a los funcionarios Ranulfo Márquez y Silvia Domínguez, son un reflejo del tratamiento de la inexplicable y retorcida rencilla entre los titulares del poder federal y estatal.
Consciente de esta dañina situación para el desarrollo de Veracruz, el gobernador electo, Javier Duarte, planea una asequible y adelantada correspondencia con los actuales inquilinos de Los Pinos.

Dejará de operar Mexicana
La compañía Mexicana de Aviación que comunica a la entidad con diversos puntos del país está al borde de la quiebra. La ambición por crear nuevas líneas descapitalizó a la empresa. En lugar de invertir, los capitales fueron canalizados a nuevas empresas.

Sólo para adelantados
Para el común de los ciudadanos, los gobiernos emanados por el PRI y en los últimos sexenios con el PAN, los han desilusionado. No tienen ninguna confianza de que una nueva administración de estos partidos mayoritarios los sacará avante.
Al igual que lo vivieron otras naciones de América del Sur como Chile, Argentina, Venezuela y Brasil quieren probar con un gobierno socialista más identificado con el pueblo.
A menos de dos años de distancia de las elecciones presidenciales, los grupos de poder del Partido del Trabajo, PRD y Convergencia, entraron en un proceso de reacomodo para presentar un solo frente político en el 2012.
La lucha interna tendrá que pasar por un método de sucesión de las dirigencias nacionales de esos partidos. Resulta obvio que los opositores a Jesús Ortega por el PRD y Dante Delgado Rannauro por Convergencia, exigirán un cambio en el liderazgo nacional que ejercen dichos políticos.
Los tres partidos han comenzado a procesar criterios para apoyar alguno de los personajes que consideran presidenciables para la izquierda, como son: Andrés Manuel López Obrador, Carlos Navarrete y Marcelo Hebrard, sin descartar los candidatos externos, Juan Ramón de la Fuente y José Woldenberg.
La prueba de fuego está a la vuelta de la esquina con las elecciones en el Estado de México. Si se une la izquierda tiene grandes posibilidades y su triunfo estaría más que aseguradosi crean una alianza con el PAN.
El panorama está bien claro. Si terminan con el octogenario dominio priista en la entidad que tiene el mayor número de electores, estaría en chino que regrese el partido tricolor a Los Pinos. Y se repetiría un nuevo capítulo en el 2012, entre la izquierda y la derecha, como ocurrió en la elección del 2006.
Dentro de esta estrategia de la alianza opositora en el Estado de México, participan por debajo de la mesa destacados priistas, como el senador Manlio Fabio Beltrones y Fidel Herrera Beltrán. Eliminarían a Enrique Peña Nieto, su principal rival en la candidatura priista y por ende a sus padrinos, Carlos Salinas y Beatriz Paredes.




Fidel Herrera Beltrán y Felipe Calderón Hinojosa.
IMAGEN DEL GOLFO/ISAAC AGUILAR



Manlio Fabio Beltrones.

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