No obstante toda la serie de denuncias sobre actos de barbarie, violaciones, asesinatos de estudiantes, el publicitado crimen de dos niños y toda una variedad de actos crueles y salvajes que se le han endosado a las fuerzas armadas en esta lucha en contra del crimen organizado. Pues el gobernador Fidel Herrera debe pagar alguna deuda o tener algún temor futuro con los soldados para que haya tomado la gran decisión de equipararlos con los legendarios niños héroes del Colegio Militar.
El próximo lunes, en sesión solemne se colocarán en letras de oro, en el salón principal de la Cámara de Diputados, la leyenda de Heróico Ejército Mexicano. Los únicos actos de heroísmo le pertenecen a la sociedad mexicana por su aguante de más de 24 mil muertos de una absurda guerra. La historia ha enseñado que sólo aparecen los actos heróicos en las derrotas y en los desastres.
De qué tipo será el compromiso del gobernador Fidel Herrera Beltrán con el dinosaurio y cacique del sur, Carlos Brito Gómez, para que dos futuros magistrados del Tribunal de Justicia del Estado, pertenezcan a su cuadra de Coatzacoalcos, Fernando Charleston Salinas y Edel Álvarez Peña. Obviamente el primero estará enfocado al área laboral.

El amigo caro

El equipo de abogados que comanda Emilio Gamboa Patrón, líder nacional de la CNOP, cobró 30 millones de pesos para estudiar y trabajar la serie de impugnaciones que presentarían los azules, y además, de pilón, quiere la Secretaría de Educación para su compañero Adolfo Mota, no obstante la derrota que sufrió en el distrito electoral que le encargaron. Una cosa es el caro amigo y otra el amigo muy caro.

Una extraña relación

Para un gran número de políticos piensan que para relacionarse con los ciudadanos basta con exponerse y exhibirse en los medios de comunicación. Están convencidos que para ganar elecciones basta con tener muchos espacios, y una presencia constante en la prensa y los medios audiovisuales. Luego ocurre lo contrario, y el efecto boomerang que lleva al elector a no votar por el que se anuncia tanto que lo satura.
Como si fueran artistas quieren aparecer todos los días, y se llega al grado de que los políticos se pelean el rating, y los jefes de prensa promueven la idea de que hay que estar en los medios para tener presencia pública.
El gobernador Fidel Herrera lleva 20 mil 75 apariciones en la primera plana de cada uno de diferentes medios veracruzanos. Pero él mantiene la idea que esta publicidad oficial mantiene deslumbrado al pueblo, sin considerar que esta saturación ya rebosó e impregnó hasta el fastidio a los lectores.
Es necesario hacer un recuento de la irregular y llena de altibajos la relación entre políticos y medios de comunicación.
Para el investigador de la UNAM, Raúl Trejo Delarbre, considera que el contexto en que se desenvuelven los políticos mexicanos es bajo una televisión de pésima calidad, una radio idéntica y con una prensa escrita reacia a la autocrítica ayuna de parámetros éticos e irrespetuosos a los derechos de las audiencias.
“No tenemos ciudadanos acostumbrados a exigirles a los
medios que asuman su responsabilidad, y que sus escritos deben ser evaluados y acotados por normas”.