Poco le duró al presidente Felipe Calderón Hinojosa el ánimo conciliatorio y su “consternación” por el asesinato del candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, pues este miércoles 30, a cuatro días de los comicios para renovar las gubernaturas de 12 estados, anunció un paquete de cinco medidas que facilitarán a los contribuyentes sus obligaciones fiscales –sobre todo a las pequeñas y medianas empresas–, disposiciones que sus adversarios han tildado de “electoreras”.Y es que, al parecer, luego de la dura respuesta que recibió de los líderes del priismo nacional –cuya dirigente, Beatriz Paredes Rangel, rechazó y descalificó los llamados de Calderón al diálogo y a la unidad por considerar que son fruto del oportunismo y que el país no necesita debates, sino que la estrategia de seguridad debe ser eficaz–, ayer el presidente de la República volvió a erigirse en el jefe de las campañas de los candidatos del PAN, al anunciar una serie de medidas con las que su gobierno ofrece reducir hasta en un 40 por ciento el tiempo que un contribuyente emplea para cumplir con declaraciones fiscales, amén de que los grandes y pequeños empresarios podrán ahorrarse hasta 15 mil millones de pesos con la desaparición de algunos trámites.El paquete publicitado por Calderón comprende la eliminación de la declaración mensual del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), el cual a partir de ahora sólo será necesario declarar una vez al año.En materia del Impuesto al Valor Agregado (IVA), Calderón se sacó de la manga la eliminación de la obligatoriedad de presentar la información al concluir el año y sólo se mantendrá la declaración mensual de este gravamen.Decretó suprimir también la obligación de dictaminar los estados financieros, tanto para fines fiscales de Hacienda como para el cumplimiento de las obligaciones ante el IMSS.Además, se permitirá a los contribuyentes con saldo a favor del Impuesto a los Depósitos en Efectivo obtener la devolución sin la necesidad de un dictamen de un contador público.Por último, se amplía de dos a cuatro años la vigencia de la firma electrónica requerida para realizar los trámites tributarios.“Con estas cinco medidas damos respuesta a las principales demandas del sector productivo en materia de administración tributaria”, afirmó Calderón, quien hasta la noche del pasado martes parecía mucho más preocupado por convocar con gran urgencia a la sociedad, sectores productivos, empresarios, académicos y medios de comunicación, para que cada quien, en su ámbito y desde su competencia e influencia, asumieran su responsabilidad en un frente común contra “quienes pretenden imponer su voluntad por encima de la ley”. Para ello expuso que se requería “el apoyo de los ciudadanos y la colaboración franca y sin titubeos de las fuerzas políticas y sociales del país”.
“He escuchado, y de manera muy atenta, el llamado que durante el día de ayer (lunes 28), diversos actores políticos y sociales han expresado (para que) nos reunamos de manera urgente para dialogar, y dar una repuesta unitaria y eficaz. Una respuesta serena y determinante, que sea reflejo de causa común de todos los que representamos a los ciudadanos, y no sólo del presidente, una respuesta que implique unidad de esfuerzos y voluntad política de todas las representaciones partidistas”, dijo en su mensaje Calderón, quien convocó “a todas las fuerzas políticas del país, a todos a quienes creemos y defendemos la democracia, a que dialoguemos sobre éste y otros desafíos que México enfrenta de manera directa, a que demos juntos una respuesta unida y firme frente a quienes atentan contra la vida democrática y la paz de los mexicanos”.
Anteayer, Calderón todavía insistía en que “frente al desafío que hoy nos plantea la delincuencia organizada, no hay margen para pretender dividendos políticos”. Y convocó a todos a “un encuentro por definir para, entre todos, hacer un frente común”. Según prometió, sería un diálogo “directo”, necesario porque “estoy convencido de que hoy, más que nunca, se requiere ese diálogo y de esa unidad porque, unidos, los mexicanos podemos vencer, y venceremos, a un enemigo común, que hoy amenaza con destruir no sólo nuestra tranquilidad sino también nuestras instituciones democráticas”.
Acompañado del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, el presidente advirtió que “es en la división entre los mexicanos donde los criminales encuentran los espacios y las vulnerabilidades para dañar a México”. Y reiterativo dijo que se debe actuar por encima de cualquier interés, por lo que las fuerzas políticas tienen que defender la democracia, más allá de las legítimas diferencias.
Pero ayer, a cuatro días de los comicios locales que se realizarán en 14 entidades –en 12 de ellas se elegirán gobernadores, y en al menos ocho estados el PRI mantiene una clara ventaja en las preferencias electorales sobre el PAN–, el presidente Calderón salió a anunciar una serie de apoyos fiscales que sus adversarios consideran “electoreros” por la cercanía con las votaciones del próximo domingo 4 de julio. Y es que a este anuncio presidencial se suma el realizado hace una semana también con aparente tinte electoral, sobre la eliminación gradual del impuesto de la tenencia vehicular.
Según Calderón, con estas nuevas disposiciones de su gobierno “contribuimos a incrementar la productividad de la economía, ya que los empresarios grandes y pequeños, los emprendedores en general, destinarán menos tiempo y menos recursos al cumplimiento de la regulación y se podrán concentrar de mejor manera en sus actividades productivas”. Estos cambios administrativos en materia tributaria están contenidos en un decreto presidencial que apareció publicado este miércoles 30 en el Diario Oficial de la Federación, y aplicarán para el ejercicio fiscal 2010.
Todavía, en el colmo de su cinismo, Calderón se atrevió a citar a su mentor político Carlos Castillo Peraza, ex dirigente nacional del PAN, al afirmar que “un buen gobierno es aquél que no estorba a los ciudadanos”.Presumiblemente, la aparente actitud electorera de Calderón habría sido en respuesta al severo reproche de la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, quien la noche anterior, al contestar el segundo mensaje presidencial, dijo que el priismo tiene disposición al diálogo, pero con liderazgos legítimos y no fruto del oportunismo, “para ver si recomponen sus posicionamientos, cuando ha sido la irresponsabilidad y el cortoplacismo, el querer ganar a cualquier costo, lo que ha enturbiado el debate y envilecido a la política”. Y Paredes Rangel le recordó al mandatario panista que “nuevamente se nos pide civilidad, cuando fue la responsabilidad democrática del PRI la que dio vigencia al régimen, cuando nuestros legisladores hicieron el quórum para que se rindiera protesta”, en alusión a las polémicas elecciones presidenciales de 2006 en las que Calderón se alzó oficialmente como vencedor ante la impugnación del perredista Andrés Manuel López Obrador, quien en la votación legal confirmada por el Tribunal Federal Electoral quedó medio punto porcentual abajo del candidato del PAN.
¿Dónde quedó, pues, el reto lanzado anteayer por Calderón, de convocar al diálogo y la unidad nacional para dar desde el gobierno una respuesta firme al crimen organizado y combatir con toda la fuerza del Estado a quienes “amenazan con destruir no sólo nuestra tranquilidad, sino también nuestras instituciones democráticas”?
¡Puro rollo! A ver qué ingenuos votan por sus candidatos que en sus campañas ofrecieron todo el “apoyo” de Calderón durante los dos años que le restan a su sexenio presidencial.