Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
* DESBOCADOS
2010-06-23 | 21:33:48
El principal bastión de Miguel Ángel Yunes Linares es el municipio de Boca del Río, donde el candidato del PAN a la gubernatura del estado tiene su residencia familiar y gobierna su hijo primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez.
Ahí se ubica también el bunker central de su campaña electoral. Por eso, desde su precampaña la mayoría de los eventos más relevantes han sido organizados en esa ciudad conurbada al puerto de Veracruz.
En las elecciones locales de 2007 fue el único reducto que el panismo logró retener en el estado. Yunez Márquez logró ganar la alcaldía boqueña porque presuntamente una poderosa madrina política de su padre habría intervenido ante el gobernador Fidel Herrera Beltrán para que los operadores electorales dirigidos desde Palacio de Gobierno relajaran su activismo tres horas antes de que fueran cerradas las mesas de votación. En ese lapso, supuestamente, el hijo del entonces director general del Issste logró sacarle una corta ventaja a Adrián Ávila Estrada, actual dirigente estatal de Convergencia, quien hace tres años contendió como candidato de una alianza ciudadana.
Sin embargo, a escasos diez días de las elecciones del próximo 4 de julio, las cosas se le están complicando gravemente a Yunes Linares en ese feudo familiar.
Este lunes 21, por ejemplo, el ex diputado federal Baruch Barrera Zurita renunció a su militancia de 13 años en el PAN por considerar que dicha fuerza política se alejó de los principios democráticos que le daban fortaleza interna, y se ha vulnerado la dignidad de los militantes.“En años recientes he observado con tristeza que el partido se ha alejado de sus principios democráticos que le daban fortaleza interna y lo diferenciaban de los demás; y las imposiciones de candidatos se han vuelto la regla en lugar de la excepción, así que nuestro reglamento y estatutos pasan a ser letra muerta”, dijo el ex aspirante del PAN a la alcaldía boqueña, quien convocó a los verdaderos panistas a que reflexionen y que desde afuera del partido blanquiazul se unan a este movimiento a favor de la democracia.Así, Barrera Zurita ha seguido los mismos pasos de otros ex panistas como los ex diputados federales Gerardo Buganza, Sergio Penagos, Agustín Mollinedo, Osiel Castro de la Rosa y Urcino Méndez Gálvez, los cuales renunciaron al PAN tras la postulación de Yunes Linares a la gubernatura.
Precisamente, en la conferencia de prensa donde anunció su salida de Acción Nacional, Baruch Barrera señaló que la familia Yunes tiene una forma de hacer política que respeta pero no comparte, “porque mi forma de trabajo es con sentido humanista, yo no puedo seguir en un partido en el cual ya no creo; el PAN que dejo hoy se ha convertido en rehén de grupos e intereses y eso en nada abona a que el partido se mantenga en una línea de democracia”.El ex dirigente municipal panista afirmó que observaba un negro panorama para el PAN en las elecciones del próximo 4 de julio porque las tendencias electorales estaban a favor de otros partidos en todos los municipios y en la entidad. “Al menos en Boca del Río hay una clara tendencia a favor de Salvador Manzur Díaz (de la alianza PRI-PVEM) desde hace mucho tiempo”, dijo el ex militante blanquiazul.
No pasaron muchas horas para que la realidad confirmara la situación advertida por Baruch Barrera.
Y es que el martes 22 trascendió el presunto rompimiento que se habría dado entre la familia Yunes y el candidato del PAN a la alcaldía de Boca del Río, Humberto Alonso Morelli, tras una reunión privada en un bunker panista de la zona conurbada, luego de que Fernando Yunes Márquez, el hijo menor de Yunes Linares y actual abanderado del PAN-Panal a diputado local por el distrito boqueño, le reclamara al ex presidente regional de la Coparmex que era un pésimo candidato y que no repuntaba en las preferencias electorales.
Supuestamente, los hijos de Yunes tuvieron acceso a una reciente encuesta ordenada por el CEN del PAN, en la que a dos semanas de las votaciones Morelli figura 16 puntos abajo del priista Salvador Manzur en las preferencias electorales.
El reclamo de los hermanos Yunes al candidato a la presidencia municipal habría sido también porque en esa encuesta panista aparecía por primera vez el candidato del PRI a la diputación local, Hugo Parroquín, por encima del hijo menor del abanderado del PAN a la gubernatura.
En su descargo, Morelli habría argumentado que si las tendencias electorales le eran desfavorables se debía a que no había recibido todos los apoyos que le prometieron, además de que le habían impuesto no sólo la misma agenda de propuestas del candidato a gobernador sino también a la mayoría de los candidatos de su planilla municipal, los cuales no resultaron muy atractivos para el electorado de Boca del Río.
Corren versiones de que aparte de palabras altisonantes habría habido hasta empujones y manotazos entre Morelli y los hermanos Yunes.
Al parecer, fue tan áspero el incidente que el empresario y aspirante a alcalde no acudió a un evento panista convocado el día de ayer por Yunes Linares, quien se reunió con jóvenes veracruzanos en conocido hotel del empresario porteño Valentín Ruiz Ortiz.
Se presume que el bajo rendimiento electoral de Alonso Morelli debió irritar a Fernando Yunes Márquez porque obviamente también le resta votos a su candidatura para diputado local, ya que el 52 por ciento de los votos se localizan en la ciudad de Boca del Río y el resto se divide en los otros municipios del distrito boqueño: Jamapa, Medellín, Tlalixcoyan e Ignacio de la Llave.
Por esta y muchas otras razones se ve muy cuesta arriba que Yunes Linares logre ganar la elección de gobernador el próximo domingo 4 de julio.
Es más fácil que ese día se cumpla el pronóstico del ex panista Gerardo Buganza, quien ha anunciado que él se va a encargar de que Yunes pierda estos comicios por nocaut.
A ver si es cierto.

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