El prestigiado periodista capitalino Raymundo Rivapalacio ha publicado en su columna “Estrictamente Personal” que la Procuraduría General de la República (PGR) integra desde hace tiempo una averiguación en contra del candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares por haber dispuesto como director general del Issste, presuntamente, de millonarios recursos de esa dependencia federal para promover anticipadamente sus aspiraciones por la gubernatura de Veracruz.
Pero… ¿acaso alguien cree que la PGR, que depende del titular del Poder Ejecutivo de la Federación, va a proceder en contra de Yunes Linares, si precisamente se atribuye al presidente Felipe Calderón haber impuesto como candidato del PAN al ex director del Issste, pese al abierto rechazo de una buena parte de la militancia panista encabezada por el ex dirigente nacional Manuel Espino Barrientos y el ex senador cordobés Gerardo Buganza Salmerón, quien junto con millares de seguidores en el estado optó mejor por renunciar al partido blanquiazul y formar su propia asociación política estatal? Lo más seguro es que esta indagatoria ministerial contra Yunes no tenga el mismo desenlace que en Aguascalientes –donde el Instituto Electoral del estado le negó el registro como candidato del PAN a la gubernatura al ex alcalde Martín Orozco Sandoval, al cual un juez local le suspendió sus derechos políticos por haber resultado presuntamente culpable en el proceso penal abierto por la permuta de unos terrenos adquiridos por el ayuntamiento durante su administración municipal–; pero lo cierto es que en su caso, el ex director del Issste queda desacreditado públicamente para acusar al gobierno de Fidel Herrera de estar haciendo uso también de recursos públicos para promover la candidatura priista de Javier Duarte de Ochoa.
En Aguascalientes fue posible maniobrar para anular a Orozco Sandoval porque el gobernador Luis Armando Reynoso, también del PAN, no quería al ex presidente municipal como su sucesor sino a su secretario de Finanzas. Pero Reynoso tiene el control del Poder Judicial y del órgano electoral del estado. Por eso Orozco decidió recurrir al amparo de la justicia federal.
Sin embargo, en el caso de Veracruz se ve difícil que la averiguación abierta contra el ex director del Issste llegue hasta este extremo, pues el equipo del presidente Calderón no puede perder por defaul las elecciones locales del 4 de julio próximo.
Y es que a diferencia de Aguascalientes, donde la candidatura de Orozco fue impulsada por el presidente pero del CEN del PAN, César Nava, en la entidad que gobierna Fidel Herrera fue impuesto Yunes directamente por el presidente Calderón, del cual depende el procurador general de la República, Arturo Chávez.
Empero, si en realidad la indagatoria existe, entonces la PGR está obligada a darle curso y concluirla, aunque sea en descargo del ex director del Issste. Pero lo cierto es que este asunto le meterá ruido a su campaña en los escasos 52 días que faltan para la jornada electoral.
Hace un par de meses, antes de concluir su participación en la 38 Conferencia Nacional de Gobernadores, el priista Fidel Herrera reprochó que el candidato del PAN a la gubernatura del estado se hubiera reunido con el procurador Chávez para tomar diversos acuerdos que, dijo, “nosotros exigimos conocer”. Por ello, advirtió que la PGR debía actuar al margen de intereses partidistas. Y en ese tenor demandó al gobierno federal no partidizar el aparato de seguridad pública, “ni permitir que el poder del Estado federal genere ventajas competitivas para ningún candidato” de cara a las próximas elecciones del 4 de julio.
¿CASUALIDADES?

En Veracruz, más que en cualquier otra de la decena de entidades donde en julio próximo se elegirán gobernadores, parece haber apostado su menguado capital político el presidente Felipe Calderón.
En ningún otro estado metió abiertamente la mano para imponer candidato del PAN a la gubernatura. Su apuesta por Yunes se evidenció desde aquel anecdótico pastelazo en el evento conmemorativo de la fundación del Issste, celebrado en la residencia oficial de Los Pinos.
Y aunque una de sus propagandas cuestiona que “fiel ni que fuera perro” –en alusión, obviamente, al partido y gobierno de la Fidelidad que encabeza Herrera Beltrán–, pero Yunes debe sentirse muy comprometido y obligado a no fallarle a su súper padrino, por lo que algunos de sus más entusiastas seguidores presumen que su candidato hará todo lo que esté a su alcance para vender cara su anunciada derrota.
Sus detractores, en cambio, aseguran que el ex secretario de Gobierno y ex subsecretario de Seguridad Pública federal no está preparado emocionalmente para resistir éste que sería el peor de sus fracasos no sólo porque marcaría prácticamente su jubilación política sino porque sería humillado por su más odiado enemigo personal, el gobernador Herrera.
De ahí que en algunas esferas de poder haya surgido la inquietud acerca de algunos incidentes recientes que, en apariencia, no habrían sido casuales, ya que atentan contra la estabilidad del estado.
Uno de esos casos sería el motín en el reclusorio de Acayucan, con saldo de un reo muerto, ocurrido coincidentemente un par de días antes de que sesionara en Boca del Río la Tercera Conferencia Nacional del Sistema Penitenciario, presidida por José Patricio Patiño Arias, y a la cual asisten diputados federales integrantes de las Comisiones de Seguridad Pública y Justicia de la Cámara baja del Congreso de la Unión, presidentes de las Comisiones de Derechos Humanos, así como los directores de Prevención y Readaptación Social de las 32 entidades del país.

JON EN LA MIRA

Uno de los municipios donde el panismo ha puesto la mira es el del puerto de Veracruz, el cual, después de cuatro administraciones municipales consecutivas del partido blanquiazul, fue recuperado en 2007 por el PRI con el ex secretario de Salud, Jon Rementería Sempé como candidato.
El puerto jarocho fue el primer municipio importante que el PAN comenzó a gobernar en el estado desde 1994, cuando Miguel Ángel Yunes Linares operaba electoralmente desde la Secretaría de Gobierno.
Por eso no es casual la embestida que han iniciado en contra de la administración del alcalde priista porteño –primero con el asunto de los humedales de Tembladeras, luego con los parquímetros y ahora con las obras de acceso al recinto portuario que se quiere adjudicar la SCT federal–, cuya carismática hija, Ainara Rementería Coello, quien hizo un excelente trabajo en el DIF municipal, encabeza obviamente las encuestas como candidata del PRI a la diputación local, haciendo el uno-dos con la diputada federal con licencia Carolina Gudiño Corro, muy posicionada también en las preferencias electorales para la presidencia de ese histórico ayuntamiento.