Aunque aparentemente existen elementos de sobra para desaforar y enjuiciar al alcalde neopanista de Pánuco, Ricardo García Guzmán, lo cierto es que éste no era el momento político más indicado para ajustarle cuentas al ex titular de la Contraloría General del Estado, cuyo ex jefe, Miguel Alemán Velazco, por cierto, no metió las manos por él en su última visita a Veracruz con motivo de la toma de protesta de Javier Duarte de Ochoa como candidato del PRI a la gubernatura.
Y es que, en principio, para demostrar que en la entidad la procuración de justicia no está politizada, entonces las autoridades ministeriales debieron haber solicitado también a la LXI Legislatura del Estado sendos juicios de procedencia en contra de otros alcaldes priistas que han sido denunciados penalmente por la oposición e inclusive hasta por sus propios correligionarios, como han sido los casos de los munícipes de Córdoba, Juan Antonio Lavín Torres; de Misantla, Álvaro Mota Limón, y de Ixtaczoquitlán, Nelson Votte Ramos, tan sólo por citar a tres de los más connotados ediles priistas que precisamente por esas mismas razones tuvieron que declinar de última hora a sus aspiraciones de ser candidatos del partido tricolor a la diputación local.
En el caso de Pánuco, García Guzmán les ganó la jugada al renunciar públicamente al PRI y anunciar su adhesión a la candidatura del panista Miguel Ángel Yunes Linares.
Por eso ahora que de Palacio de Gobierno dieron luz verde al procurador Salvador Mikel Rivera para que solicitara al Congreso local el desafuero del ex contralor alemanista, Yunes y toda la plana mayor del PAN en el estado y en el nivel nacional aprovecharon esta coyuntura para denunciar una supuesta persecución política en contra de los militantes del PRI que han decidido abandonar al partido tricolor para sumarse al blanquiazul.
Y aunque éste no fuera el verdadero fondo del procesamiento penal iniciado en contra de García Guzmán, lo real es que nadie a estas alturas va a creer en la imparcialidad del aparato de procuración de justicia del estado. Máxime que el brazo ejecutor de la ley no llega hacia otros alcaldes priistas evidenciados también de malversar recursos federales y del erario municipal.
En Palacio de Gobierno y en el CDE del PRI dejaron pasar un tiempo valioso para proceder judicialmente contra Ricardo García, pues pese a que ya sabían de sus coqueteos con Yunes Linares y el PAN, no se atrevieron a operar su destitución como en cambio sí lo hicieron inmediatamente después de las elecciones federales de julio de 2009 con la alcaldesa de Álamo-Temapache, Blanca Batalla Herver.
Ahora el caso del presidente municipal de Pánuco se les ha complicado porque el PAN lo ha tomado como bandera y se ha arrojado en su defensa, sobre todo luego de saber que presuntamente García Guzmán habría buscaba un acercamiento con el gobernador Fidel Herrera, quien este lunes 26 estuvo precisamente en esa cabecera municipal, donde acompañado del procurador Salvador Mikel encabezó la “Feria de Prevención del Delito”, un evento al que ya no asistió el ex contralor alemanista.
Pero, además, los operadores políticos de Palacio de Gobierno enfrentan otro escollo de matemática legislativa para desaforar a Ricardo García. Y es que para que el juicio de procedencia avance, la solicitud de desafuero de la Procuraduría General de Justicia del Estado deberá ser aprobada no por mayoría simple sino por el voto favorable de la llamada “mayoría calificada”, esto es, el de las dos terceras partes de los 50 miembros de la LXI Legislatura local, o sea, 34. Y actualmente la bancada del PRI sólo cuenta con 26 de sus 30 legisladores, pues cuatro curules siguen vacantes porque sus titulares solicitaron licencia para contender como candidatos del partido tricolor para las alcaldías de sus respectivos municipios.
García Guzmán estaría por “pelárseles” a los sabuesos del gobierno y partido de la Fidelidad, pues de no ser desaforado en este último periodo legislativo, entonces la suerte del alcalde de Pánuco dependerá de cómo quede conformada la LXII Legislatura local después de las elecciones del 4 de julio próximo. Y aunque algunas encuestas lo colocan en las preferencias electorales muy por arriba de los demás partidos, pero francamente se ve dificil que el PRI vuelva a arrasar en 28 de los 30 distritos electorales, tal como lo hizo en los comicios de 2007.

PRIISTA GALVÁN… IZADO
Originario de Cempoala y egresado del Instituto Tecnológico Regional de Veracruz –donde cursó la carrera de ingeniero industrial eléctrico–, Efrén Domínguez Ávila busca ahora que le den la oportunidad de ser el candidato del PRI para gobernar el próximo trienio el municipio de Úrsulo Galván.
Con una Maestría en Administración que cursó en la Universidad Madero Campus Tuxtepec, Oaxaca, Domínguez Ávila es un profesionista serio y honesto, que en vez de denostar y descalificar a los otros aspirantes priistas a dicha alcaldía le ha apostado a la unidad, manteniendo un discurso de respeto y nutrido de ideas frescas para enfrentar los diversos problemas del municipio e impulsar su desarrollo integral.
En esa región, el PRI no la tendrá fácil, por lo que requerirá de un candidato lo suficientemente “galvanizado” y no sólo por ser nativo de ahí. Y es que recuérdese nada más el caso de los cientos de familias defraudadas por las cajas de ahorros jineteadas por algunos corruptos líderes cañeros que han sido encubiertos por el partido tricolor.