Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Ingenuo y desinformado
2010-04-22 | 22:07:33
Este miércoles 21, mientras el presidente Felipe Calderón realizaba una accidentada gira por los puertos de Veracruz y Coatzacoalcos, el candidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares, mejor decidió viajar a Guanajuato para placearse y pedirle su apoyo para su próxima campaña electoral al gobernador de esa entidad, Juan Manuel Oliva Ramírez.
Y es que Yunes Linares ya no sabe de quién y de dónde agarrarse para hacer despegar su alicaída candidatura, pues ante el lamentable “oso” que cometió su ex jefe con el caso del desaparecido administrador de la Aduana Marítima de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni –sobre el cual aseguró Calderón que había sido asesinado y localizado su cadáver, versión que por la noche tuvo que desmentir y corregir mediante un boletín de prensa la Presidencia de la República–, el ex director del Issste, bien pudo haber dicho el clásico “no me ayudes, compadre…”
Si Calderón fue determinante para imponer la candidatura de Yunes por el PAN, ahora la denostada figura del primer mandatario se ha convertido en un incómodo lastre para el aspirante panista al gobierno de la entidad.
Y es que la impopularidad y desconfianza ciudadana sobre el presidente aumenta cada vez más, no sólo por su fracasada estrategia militar para enfrentar a las bandas del crimen organizado y que ha bañado de sangre al país –con más de 18 mil ejecuciones y muertes accidentales en lo que va de su administración–, sino también por sus yerros en materia económica, pues los escalonados aumentos al precio del diesel y gasolinas han disparado los costos no solamente del transporte público sino de otros productos y servicios básicos que repercuten en el poder adquisitivo de la población, mayoritariamente empobrecida.
Derrapes verbales, como el ocurrido con el caso Serrano Aramoni en su discurso pronunciado en la H. Escuela Naval Militar de Antón Lizardo, quizá sólo sirvan para el anecdotario político, pero no deja de ser preocupante que el máximo jefe de las instituciones nacionales y que constitucionalmente tiene el rango de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México se exhiba en público como un gobernante desinformado o malinformado, lo cual era inimaginable que le ocurriera a un primer mandatario durante los 70 años de la hegemonía priista.
Este penoso incidente viene a sumarse a otros más como el ocurrido al inicio de su administración con la polémica muerte de la indígena de la sierra de Zongolica, Ernestina Ascencio –la cual fue presuntamente violada por elementos de una patrulla militar, pero cuyo deceso fue atribuido por Calderón a una gastritis crónica, versión que en su momento fue desmentida por peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado y funcionarios de la Comisión Estatal de Derechos Humanos–; o el más reciente caso de los jóvenes estudiantes acribillados durante una fiesta particular en Ciudad Juárez, Chihuahua, y que inicialmente la versión presidencial adjudicó a un enfrentamiento entre pandillas, lo que indignó a las familias de las víctimas, lo que obligó al presidente a enviar primero a su secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, a pedirles disculpas a los deudos para posteriormente apersonarse él en esa violenta región fronteriza.
A estas alturas hay quienes dudan si realmente Calderón estudió y aprendió Leyes en la Escuela Libre de Derecho, de la cual egresó con el títutlo de abogado en 1987, luego de que no pudo aprobar el examen de admisión en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Y es que no faltan también los detractores que ante su desastrosa administración presidencial suelen poner en entredicho sus estudios de maestría en Economía que cursó posteriormente en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y su paso por la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, que en realidad es un anexo de la prestigiada Universidad de Harvard en los Estados Unidos, de la cual sí egresaron connotados líderes políticos estadunidenses y latinoamericanos como John Hancock, John Adams, Theodore Roosevelt, Franklin Roosevelt, John F. Kennedy, Pierre Trudeau, Álvaro Uribe, Alejandro Toledo, los ex presidentes mexicanos Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari, y el actual mandatario de EU, Barack Obama.
El más reciente deslíz político, previo al que protagonizó en Veracruz, lo vivió Calderón con el polémico cantante español Joaquín Sabina, quien públicamente tildó al presidente de México de “ingenuo” por la sangrienta forma en que había decidido combatir al narcotráfico.
Calderón mandó a su secretario de Gobernación a contestarle por escrito a Sabina, pero como es fan del cantautor ibérico, luego terminó invitándolo a comer a la residencia oficial de Los Pinos, a cuya mesa sentó también a Gómez Mont, al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, y hasta a la cantante peruana, Tania Libertad. Pero cuentan que cuando llegó el mariachi de la Secretaría de Marina, Sabina pidió el micrófono y le cantó al presidente aquella de “Llegó borracho el borracho”, del compositor guanajuatense José Alfredo Jiménez.¿Habría tenido dedicatoria? Quién sabe, pero curiosamente Sabina, entrevistado a su salida de la casa presidencial, declaró a los medios de comunicación que “el ingenuo” había sido él.
Pero Yunes, en Veracruz, no puede pecar de “ingenuo”, ya que políticamente jamás se ha caracterizado como tal. Y si quiere ganar la elección de julio próximo, sabe que algo tendrá que hacer para contrarrestar el impacto adverso del “efecto Calderón”, cuya creciente negatividad reduce cada vez más las posibilidades de que el PAN retenga la Presidencia de la República en el 2012, un escenario pesimista que puede inhibir los acuerdos que el ex director del Issste actualmente se esfuerza por pactar con los escépticos grupos priistas que a pesar de su distanciamiento o repudio al gobierno de la Fidelidad tampoco se atreven a correr el riesgo de saltar al vacío sin la protección de un paracaídas seguro por si Yunes y Calderón no logran vencer a Duarte de Ochoa, el delfín del gobernador Herrera, quien está visto que si finalmente no es candidato del PRI sí será un factor importante en la sucesión presidencial que viene y que aparentemente –hasta ahora– el Revolucionario Institucional podría ganar sin mayor problema.
Pero eso quedará más claro hasta después de las elecciones del 4 de julio.

ADIÓS A TRILLO
Ayer, en la ciudad de México, falleció el dirigente campesino Gabriel Trillo Domínguez, nativo de Sonora, quien el sexenio pasado llegó a Veracruz como representante estatal de la UGOCM-JL y luego encabezó a un grupo disidente.
Como tal, formó parte del Consejo Agrario Permanente (CAP) de Veracruz.
Descanse en paz. A sus familiares y amigos les expresamos nuestra solidaridad.

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