Irritado porque aparentemente la candidatura de su papi sigue desfondándose, el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, afirmó tener pruebas de que el gobernador Fidel Herrera Beltrán está metiendo las manos en el proceso electoral, negociando con panistas inconformes por la designación de candidatos a la gubernatura, alcaldías y diputaciones locales.
El hijo primogénito de Miguel Ángel Yunes Linares declaró que hay panistas boqueños que están en pláticas con el gobernador Herrera para “concretar no sé que cosas”; sin embargo, minimizó la eventual desbandada y fractura del PAN en Boca del Río al asegurar que sólo son  “berrinches” que no trascienden.
¿Entonces por qué su molestia con Herrera Beltrán, si además el que inició el desgarriate interno y la desbandada del PAN fue el presidente Felipe Calderón Hinojosa, al entrometerse en la elección veracruzana con la imposición de Yunes Linares –no obstante que tres años antes lo había vetado para la senaduría–, al cual se dio el gusto de asestarle tremendo “pastelazo” en el aniversario de la fundación del Issste en señal de su perfilada candidatura?
Lo que pasa, al parecer, es que Yunes Márquez ve con desesperación como la postulación de su padre no ha logrado prender todavía como los yunistas esperaban, los cuales le apostaban a la descomposición interna del PRI tras la nominación del ex secretario de Finanzas y Planeación, Javier Duarte de Ochoa; pero salvo las anunciadas deserciones del diputado local de Coatzacoalcos, Gonzalo Guízar Valladares; del alcalde de Pánuco, Ricardo García Guzmán, y del ex líder petrolero de Minatitlán, Pablo Pavón Vinales, hasta ahora el gobernador Herrera, su candidato y la dirigencia priista han logrado conciliar y hacer amarres con la mayoría de los grupos internos del partido tricolor –sobre todo con los ex aspirantes a la gubernatura–, así como con los panistas disidentes que siguen renunciando al partido blanquiazul ahora por la imposición que viene haciendo el ex director del Issste con los abanderados del PAN a las alcaldías y a la diputación local, todos incondicionales de Yunes, entre los cuales destaca su hijo menor Fernando.
En contraste con el continuo éxodo de líderes locales del PAN, el presidente municipal de Boca del Río ha visto con desencanto que algunos prominentes priistas que por su mediación llegaron a coquetear con el proyecto de su progenitor no se han atrevido a romper abiertamente con el gobernador Herrera ni con el PRI. Y es que salvo el caso del alcalde panuquense, quien hace tres semanas renunció públicamente al partido tricolor y se adhirió a la candidatura de su papi, otros munícipes del tricolor con los cuales Yunes Márquez había trabado una buena relación en su paso por el Congreso local, siguen aparentemente leales al gobierno de la Fidelidad.
Como se recordará, Yunes Márquez fue de 2004 a 2007 diputado local a la LX Legislatura del estado, en la cual le tocó presidir la importante Comisión de Vigilancia, de la que también formaron parte los diputados priistas Marcelo Montiel, actual alcalde de Coatzacoalcos; Guadalupe Porras David, de Minatitlán; Juan René Chiunti, de Cosamaloapan, y, entre otros, García Guzmán, de Pánuco.
Como presidente de la Comisión de Vigilancia, Yunes Márquez hizo también una fuerte alianza con el entonces auditor general del Órgano de Fiscalización Superior, René Mariani Ochoa. Tan fuertes eran los vínculos del diputado local del PAN con Mariani que uno de los colaboradores de éste de mayor confianza, Guillermo Moreno Chazzarini, ex director de Administración del ORFIS, fue incluido en los comicios municipales de 2007 como candidato a síndico en la planilla blanquiazul para el Ayuntamiento de Boca del Río.
A muchos sorprendió el estrecho nexo de Mariani con el PAN, pues a principios de este sexenio fue objeto de una ruda campaña negra por parte de algunos diputados locales de Acción Nacional. Por ejemplo, Rolando Eugenio Andrade Mora, actual presidente de la Comisión de Orden y Justicia del Consejo Estatal del PAN, le llegó a exigir que hiciera pública su declaración patrimonial, pues exhibió las escrituras de una casa que el entonces auditor general del ORFIS adquirió en el 2002 con un valor de un millón 430 mil pesos.
En rueda de prensa –y a nombre de sus compañeros legisladores–, Andrade Mora argumentó que era necesario que el auditor superior hiciera público su patrimonio, pues a los diputados no se les había querido decir a cuánto ascendía su sueldo.
De acuerdo con las pruebas documentales presentadas por el entonces diputado blanquiazul, la esposa de Mariani Ochoa, Emma Sentíes Alfonsín, habría adquirido una mansión en la calzada Adolfo Ruiz Cortines del municipio de Boca del Río. La compra del inmueble, según el documento mostrado por el legislador panista, se efectuó el 15 de agosto del 2002 ante el notario público 29 de la ciudad de Veracruz, Julio Alejandro Hernández Gallardo, el mismo que ahora ha certificado unos sobres lacrados que el abogado yunista José Luis Lagunes López acaba de presentar en conferencia de prensa para dizque demostrar la campaña de lodo que del gobierno estatal estarían fraguando en contra de Yunes Linares.
Andrade Mora, quien esa ocasión amagó con presentar más pruebas de este tipo “a fin de demostrar de que en Veracruz no hay transparencia”, dijo que el valor catastral de esta residencia se tasaba en un millón y medio de pesos, pero aseguró que su valor comercial era tres veces mayor. “No podemos saber cómo es que adquieren estas propiedades, pues no sabemos cuánto ganan. Es una aberración que no sepan los veracruzanos cuánto gana quien debe garantizar la transparencia en el estado”, concluyó el diputado del PAN, quien amagó con proceder de otra manera en caso de que Mariani Ochoa no hiciera pública su declaración patrimonial.
Y es que el 3 de mayo de 2002 el ORFIS había publicado en diversos medios de comunicación que el sueldo quincenal que en ese entonces percibía Mariani Ochoa era de 33 mil 878 pesos. El auditor superior tuvo que salir a reconocer que su patrimonio estaba conformado por dos casas en el municipio de Boca del Río, cuatro en Xalapa, un departamento en la ciudad de México, así como varias propiedades en Cosamaloapan, a nombre de su esposa. Mariani reveló además que era socio de diversas empresas, como el World Trade Center (wtc) de Veracruz.
Incluso retó al diputado panista para que acudiera al Ministerio Público a presentar la denuncia correspondiente, pues calificó las declaraciones de Andrade Mora como “cuestiones personales” en su contra, por lo que aseguró que no caería en las descalificaciones. “Es un juego personal, que obviamente tiene naturaleza política, pero como nosotros aquí vemos exclusivamente cuestiones técnicas, no le voy a entrar al juego que él quiere que yo entre”, respondió esa vez Mariani, quien ahora es compañero de batalla de Andrade Mora.
Quizá por ello, según ha trascendido, el fundador del órgano fiscalizador habría comenzado a distanciarse de la campaña panista de Yunes Linares, del cual se había erigido en un activo operador político y financiero.
Y es que corren versiones de que hace poco Mariani se habría entrevistado con un par de personajes muy allegados al gobernador Herrera y al candidato priista Javier Duarte.
Por supuesto que en los círculos del gobierno de la Fidelidad nadie cree que el acercamiento del ex titular del ORFIS con estos funcionarios muy ligados a las finanzas y la revisión de las cuentas públicas, hubiese tenido que ver con el futuro proceso de entrega-recepción.
¿A poco será que Mariani ya se desengañó tambien y vio que el azul no es como lo pintan?