Ni Dante Delgado, de la alianza PRD-PT-Convergencia, ni Miguel Ángel Yunes Linares, de la coalición PAN-PANAL, han sido registrados aún de manera oficial como candidatos ante el Instituto Electoral Veracruzano (IEV), pero ambos aspirantes a la gubernatura han urgido y retado al priista Javier Duarte de Ochoa a un debate.
Ambos, tanto Dante como Yunes, han propuesto que sea la Universidad Veracruzana – una institución de naturaleza meramente académica– la que organice esta confrontación, cuando el Código Electoral vigente en el estado estipula que debe ser el IEV quien convoque a debatir a los candidatos, por lo menos en dos ocasiones durante sus campañas.
Sin embargo, al igual que Andrés Manuel López Obrador en la sucesión presidencial de 2006, los precandidatos de la oposición están mandando prácticamente “al diablo” al árbitro electoral de los veracruzanos, atentando evidentemente contra la certeza y legalidad que se le debe imprimir al proceso electoral en marcha.
¿Por qué la desesperación del ex gobernador sustituto y del ex director del Issste por debatir con Duarte de Ochoa, quien apenas el próximo sábado 17 rendirá protesta formal como candidato oficial del PRI, el cual irá en alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Revolucionario Veracruzano (PRV)?
La explicación es bastante lógica. Faltan menos de 80 días para la elección del 4 de julio próximo, y el PRI y su abanderado – según algunas encuestas– les sacan actualmente una desahogada ventaja a los dos contrincantes y a las fuerzas políticas que representan.
Así, pues, sin nubarrones en el horizonte, este sábado en el estadio xalapeño “Heriberto Jara Corona” Duarte de Ochoa tomará formalmente protesta como candidato a gobernador.
Y el escenario no podía ser mejor: el PRI llegará a este magno evento con una cómoda ventaja en las preferencias electorales, de dos por uno en la intención del voto frente al PAN; además, ha sorteado con relativo éxito la etapa de nominación de candidatos a alcaldes y diputados locales, pues han sido mínimas las divisiones y prácticamente se están garantizando candidaturas de unidad en la mayoría de los 30 distritos y los 212 municipios.
Por si fuera poco, Duarte será cobijado por la plana mayor del priismo nacional, que incluye a gobernadores, líderes del Congreso de la Unión, abanderados priistas a las gubernaturas de otros estados y una militancia que se ha mostrado fiel a los liderazgos en la entidad. Todos ellos darán marco a su ceremonia formal de protesta como candidato.
Obviamente, los voceros y líderes del PAN han salido ya a descalificar los resultados adversos de la encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica, que da una cómoda ventaja al PRI con 43.9% sobre el partido blanquiazul que apenas ha logrado sumar el 19.6% de las preferencias electorales marcadas hasta la primera semana de este mes de abril.
Enterado de estos resultados, el precandidato panista Yunes Linares refutó a la casa encuestadora y al periodista Ciro Gómez Leyva, quien dio a conocer en su noticiero de transmisión nacional los resultados de esta medición en Veracruz, levantada a casi dos meses y medio de la elección.
Traicionado por su propia naturaleza, Yunes Linares perdió los estribos en varios momentos de la entrevista que le hizo el propio Gómez Leyva, violentando su lenguaje e imponiendo su palabra de manera autoritaria, al pretender descalificar este revés en las preferencias electorales.
Estos exabruptos del ex director del Issste hacen recordar la amarga experiencia que hace cuatro años vivió el perredista López Obrador, quien en marzo de 2006 comenzó su debacle que le llevó a perder la Presidencia de la República. Los síntomas son los mismos que hoy presenta el precandidato del PAN: negación de la realidad y un autoritarismo que está rebasado por los nuevos tiempos que se respiran en Veracruz.
Ni hablar. Reza un sabio dicho popular que “árbol que crece torcido, jamás su tronco endereza”. Y Yunes Linares sigue siendo el mismo que cogobernó Veracruz como secretario general de Gobierno de 1992 a 1997, aunque ahora, dos sexenios después, ya investido con la moralina y la casaca blanquiazul de Acción Nacional, reitere una y otra a vez ante sus críticos que políticamente ya “maduró”.
“A otro perro con ese hueso”, dicen en mi pueblo.

CEDEP EN CRISIS

Creada por decreto del gobernador Fidel Herrera –el cual fue publicado en la Gaceta Oficial del Estado el 3 de mayo de 2006–, la Comisión Estatal para la Defensa de los Periodistas (CEDEP) ha venido cumpliendo cabalmente desde entonces con su objetivo de “reconocer, defender, proteger, representar, asesorar, gestionar y promover los derechos e intereses de las personas que ejerzan actividades relacionadas con el periodismo en los medios de comunicación de la entidad veracruzana”.
Y no es puro “rollo”. Ahí están bien documentados los 176 casos que hasta marzo de 2010 la CEDEP ha atendido, de los cuales mantiene en trámite 36 asuntos y ha concluido 140, de los que en un 52.86 % resolvió a favor de los comunicadores que han sido amenazados, agredidos, despedidos injustificadamente de sus centros de trabajo o que han requerido de asesoría legal para resolver problemas de tipo laboral o inclusive particulares y/o familiares.
La CEDEP es un organismo público descentralizado único de su tipo en todo el país.
Sin embargo, actualmente está en una situación financiera crítica, pues su presupuesto para el ejercicio fiscal 2010 le fue recortado en un
60% aproximadamente, ya que de los 3 millones 200 mil pesos asignados en 2009, ahora sólo ejercerá un 1 millón 500 mil pesos que apenas le alcanzará para funcionar hasta junio próximo.
Su personal, de por sí muy reducido, está por ser desalojado de las oficinas que actualmente ocupa en un fraccionamiento del municipio de Boca del Río, pues adeudan varios meses de renta.
La última vez que de Palacio de Gobierno repararon en su existencia fue el año pasado, cuando asesinaron a un funcionario del Sector Salud en el norte del estado, incidente que causó revuelo nacional porque anteriormente colaboraba con algunos medios de comunicación. Esa vez, el director de la CEDEP, Gerardo Perdomo Cueto, fue invitado a una conferencia de prensa convocada por el procurador Salvador Mikel Rivera y el entonces director de Comunicación Social del Gobierno del Estado, Alfredo Gándara Andrade, para que aclarara que la víctima no fue agredida por ejercer la libertad de expresión sino por inmiscuirse en un pleito callejero de otra índole. ¿Se acordará el gobernador Herrera de la menor de sus criaturas? Por lo mientras, los miembros de la Junta de Gobierno de la CEDEP, en su sesión del pasado lunes 12, decidieron enviarle una cariñosa carta al titular del Poder Ejecutivo del estado. Ojalá reaccione.