La desesperación y el nerviosismo comienzan a observarse en los candidatos a la gubernatura que se saben abajo en las tendencias electorales, los cuales sólo dispondrán en realidad de menos de un mes efectivo de campaña, ya que una vez que inicie el campeonato mundial de futbol en Sudáfrica, el viernes 11 de junio próximo, a partir de entonces el grueso del electorado veracruzano y los medios de comunicación se verán saturados por el espectáculo del balompié y estarán más atentos al destino del seleccionado nacional mexicano que a los discursos y exhortos de los aspirantes a gobernar Veracruz.
Y es que de la fiebre futbolera no se ha salvado ni el presidente Felipe Calderón Hinojosa, de cuya oficina han abierto una consulta por Internet para preguntar a la ciudadanía si es o no conveniente que el mandatario mexicano acuda al partido inaugural entre el equipo de México y el del país anfitrión africano.
Quizá por ello es que Miguel Ángel Yunes Linares no pudo disimular su malestar este domingo 9 cuando acudió a la sede del Consejo General del Instituto Electoral Veracruzano (IEV) para solicitar su registro oficial como candidato de la alianza PAN-PANAL.
Rijoso como siempre ha sido, Yunes Linares se lanzó duro, agresivo, contra los consejeros del órgano electoral, despertando además la molestia entre los cientos de empleados que ahí se encontraban y los miles de ciudadanos que seguían el protocolo por la Internet en los 30 consejos distritales y 212 consejos municipales de todo el estado.
Su beligerante perorata exasperó a los consejeros Alfonso Ayala Sánchez y Jacobo Domínguez Gudini, quienes de plano decidieron abandonar el recinto gritando “¡más respeto!”, “¡más respeto!”. La pareja dispareja, acostumbrada al espectáculo, llamó la atención de los comunicadores y Ayala declaró, con razón, que “ningún invitado insulta a sus anfitriones en su propia casa”.
Los otros consejeros aguantaron la provocación, y con mayor mesura, la consejera presidenta, Carolina Viveros García, respondió más tarde que “la democracia pasa por el respeto a las instituciones” y que los aspirantes a la gubernatura tendrán una gran responsabilidad con las instituciones democráticas  y los ciudadanos.
“Nosotros como Instituto Electoral Veracruzano respetamos absolutamente los derechos de los partidos políticos y de sus candidatos. Aquí todos tienen voz y derecho a la libertad de expresión y en ese marco de respeto estamos trabajando en la organización del proceso electoral del próximo 4 de julio”, expresó.
Pero la consejera electoral procuró llamar más la atención en los miles de ciudadanos que participan en este proceso: “lo que nos respalda y nos da confianza es el esfuerzo de miles de ciudadanos que ya están trabajando comprometidamente en los órganos desconcentrados. No podemos desestimar la  manera en que los veracruzanos se han puesto la camiseta del IEV. En los 30 Consejos Distritales y en los 212 Consejos Municipales hay ciudadanos serios, comprometidos, que están vigilando que todo se cumpla conforme lo marca el Código Electoral número 307 para el estado de Veracruz”.
La maestra Viveros anotó que la fuerza del Instituto Electoral Veracruzano son sus ciudadanos. “La elección del próximo 4 de julio será un encuentro de ciudadanos. Los ciudadanos elegirán a sus gobernantes y serán ciudadanos los que vigilarán que cada voto se respete. Sólo en las casillas habrá más de 60 mil veracruzanos, sin contar a todos los que se encuentran capacitando y a todos los funcionarios de los órganos desconcentrados. El 4 de julio será una fiesta ciudadana, una fiesta para todos los veracruzanos”.
No hay duda, el candidato que busca deslegitimar la institución o faltarle al respeto, en realidad deslegitima y es irrespetuoso con los ciudadanos.
¿Qué dirá el presidente Calderón de la actitud de su candidato a la gubernatura de Veracruz?
Más le valdría a Yunes Linares tomarse unas cucharaditas de Pasiflorine y dejar de mal emular a Andrés Manuel López Obrador, el ex candidato del PRD que precisamente en la sucesión presidencial de 2006 fue duramente castigado en las urnas por haber mandado al diablo a las instituciones electorales federales.

¡Los diablos sueltos!
Primero fue en Los Portales de Córdoba, donde el pasado jueves 6 de mayo, el presidente municipal, Juan Antonio Lavín, fue agredido a huevazos por un par de jóvenes vinculados con personajes del PAN, cuando el munícipe cordobés daba una conferencia de prensa con el abogado porteño, Jorge Reyes Peralta.
Pero dos días después de este incidente, en la llamada Ciudad de los Treinta Caballeros, el sábado 8, Carlos Tamayo, fotógrafo del periódico “Centinela”, fue golpeado por cinco guardaespaldas del alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien encabezaba en un restaurante boqueño un evento para simpatizantes y militantes de Acción Nacional con motivo del Día de las Madres.
Según versión del agredido, al enterarse Yunes Márquez que un fotógrafo del periódico “Centinela” estaba entre los presentes, el hijo de Yunes Linares habría ordenado a sus guaruras que se deshicieran de tan “indeseable comunicador”.
En total, cinco hombres con pistola en cintura se encargaron de agredir a Carlos Tamayo, quien se encontraba acompañado de su hermana.
“Cuando mi hermano se acercó a Yunes y pidió que le permitiera tomar una fotografía para el periódico, vi claramente que el alcalde hizo una mueca de desagrado y susurró al oído a uno de sus guaruras. Acto seguido los hombres de Yunes nos jalaron hacia la salida, frente a las señoras que asistieron por su celebración”, narró la hermana del fotógrafo violentado.
Aproximadamente a las 16:30 horas, los agresores tundieron a golpes en la cara, pecho y estómago al reportero gráfico. La intención era arrebatarle la cámara, pero no pudieron quitársela de sus manos.
Los ejecutivos del periódico “Centinela” anunciaron que mediante su departamento jurídico interpondrán una denuncia penal contra dichos agresores.
Veracruz bien vale una misa, pero esperemos que la sangre no llegue al río.