Mientras no hay línea públicamente para que los priistas sepan cuál es el camino a seguir con su candidato a gobernador en Veracruz, los alcaldes emanados de ese partido de las dos ciudades más importantes del estado, Veracruz y Xalapa, le hacen menudo favor, cerrando su administración con seria irritación hacia el interior del mismo, y con pésimos resultados hacia sus gobernados.
La peor descalificación para Ramón Poo Gil y Américo Zúñiga Martínez no sólo se ha visto reflejada en los pasados resultados electorales, lo que fue castigado sin duda por los votantes y que permitió que el poder político en Veracruz y Xalapa pasara a manos de PAN y MORENA respectivamente, sino que en su actuar al haber fallado como operadores de su partido.
En el caso del gobierno, el primero, ha sido seriamente criticado por los malos servicios públicos, en la pasada contienda mucho se dijo que no estaba abonando nada hacia el tricolor. Han sido evidente incluso, los reclamos en redes sociales del propio líder municipal, Raúl Díaz Diez, con quien nunca logró congeniar precisamente porque los del PRI nunca lo sintieron comprometido.
Hasta en una entrevista pública a finales del mes de julio Díaz sentenció:“Esas aspiraciones me parecen un absurdo. Yo creo que el actual alcalde y su administración, él en lo particular tiene que ocuparse de entregar buenas cuentas, y después de ello, valorar en torno de su actuación como militante del partido, cuáles son sus posibilidades y sus alcances. Pero en este momento está muy lejos siquiera de mencionar”.
El mayor conflicto lo vivió Poo Gil con el que fuera candidato a sucederlo en la presidencia municipal, Fidel Kuri Grajales. El dueño de los Tiburones Rojos de Veracruz - en esas negociaciones y acuerdos extramuros que se conocen y son necesarias para operar electoralmente- procuró, según las versiones, una reunión con el senador, también priista, José Francisco Yunes Zorrilla.
En el cónclave, el senador y el diputado federal con licencia, comprometieron al alcalde Poo a respaldar la causa de Kuri Grajales para tratar de ganar la alcaldía a cambio de otorgarle un paquete de obras por 80 millones, a saber más o menos, 39 millones en la primera etapa y alrededor de 40 millones en la segunda.
Producto del beneficio ciudadano y a su vez para los empresarios locales con la construcción de obras millonarias a través de esos recursos bajados por el legislador del gobierno federal en favor de los porteños, habría de traducirlo en apoyos durante la campaña a Kuri, lo que nunca sucedió.
Aunado a la inconformidad social y la falta de apoyo, el candidato no levantó quedando en el nada honroso tercer lugar…..
Se afirma que ante la molestia el paquete complementario que debería aplicarse en el mes de julio o agosto ya no llegó. Y las obras por alrededor de 40 millones fueron desplazadas hacia municipios del sur de Veracruz como castigo al alcalde porteño, pero más que nada a los jarochos.
Adicional a esto, el enojo del PRI municipal encabezado por Díaz Diez se basó a que según los del tricolor fue evidente que la operación o la falta de apoyo para los candidatos priistas se hizo de tal manera que más bien fue para beneficiar a la coalición PAN- PRD.
En Xalapa su munícipe no canta mal las rancheras. Y pese a todo, Américo Zúñiga aspira a la dirigencia estatal del PRI, siendo que entregó pésimas cuentas con un partido desfondado que como se sabe, le permitió a Hipólito Rodríguez con MORENA alcanzar el triunfo también mandando al PRI al tercer sitio.
La desfachatez de Zúñiga, aseguran, llega al extremo de pretender dirigir las riendas de ese partido con miras al 2018. Ha sido severamente señalado, primero, porque mientras los damnificados por el huracán estaban con el agua hasta el cuello, literal, éste desayunaba tranquilamente en un restaurante con el senador Yunes y un grupo de reporteros.
Posteriormente permitiría el intento de madruguete con el empecinado deseo de que se construyera un gasoducto por toda la ciudad capital, pese al rechazo generalizado de la ciudadanía, y apenas hace unas semanas, tuviera que ser clausurado por el gobierno estatal.
Las arcas de la tesorería municipal, sin embargo, están vacías, en severa crisis. Tiene a decenas de proveedores encima, recursos que mendiga en la secretaría de Finanzas para pagarle a unos cuantos, recomendados y a los que políticamente le conviene para no enfrentar problemas. Incluso con el grupo político opositor que gobierna el estado.
Américo solo se está cuidando las espaldas sin importar dejar un ayuntamiento en bancarrota. De esa forma, es una mentira más la que apenas hace dos días vertiera en los medios de comunicación en el sentido de que dejará un “presupuesto de más de 100 millones de pesos para la creación de una policía municipal”.
Bueno, señalan algunos analistas, es verdad, no miente, solo dejará presupuestado en el papel porque en las arcas ni un centavo.
Así, ambos alcaldes, en Veracruz y Xalapa, le han fallado magistralmente el PRI, y con ello, y la geografía electoral que se reacomodó en la entidad, quien sea el candidato a gobernador la tendrá más que difícil. A ellos lo único que les interesa es bajar la cortina y retirarse.
Sin duda.