Ha dado principio el nuevo ciclo escolar con cambios sustanciales que tendrán que dar los resultados positivos que se tienen planeados. Una nueva reforma educativa que comienza a brindar resultados quiérase o no. Y era necesario que un nuevo estilo y rumbo de la educación mexicana diera sus primeros pasos, para que el mañana sea alentador.
Las viejas prácticas de hacer creer que se educaba quedarán desterradas, porque no se podía continuar con la mediocridad del formato educativo que no auguraba progreso, con profesores incapaces de ser los instrumentos de una educación de excelencia, que en lugar de estar en la aulas, los encontraban bloqueando calles y carreteras, como vulgares anarquistas y malos ejemplos para una instrucción básica.
Incomprensible aún que siendo nuestro país lleno de grandes historias, sus habitantes conozcan más de las caricaturas de Walt Disney que de sus propios héroes. Hemos tenido la oportunidad de viajar a la República de Cuba y nos hemos nutrido de su basta cultura, tanto que pudimos comparar la de un joven cubano de 17 años con uno de la misma edad mexicano.
Mientras el cubano de esta edad tiene la madurez de un mexicano de 25 años; el de nuestro país no sabe ni de sus hombres que hicieron su Independencia y Revolución y, para vergüenza nuestra, el cubano sabe de sobra de los hechos históricos que han acontecido en esta República, por citar un ejemplo de la falta de educación.
Para el ciclo escolar 2017-2018, la Secretaría de Educación Pública, estableció tres calendarios escolares que serán aplicables en toda la República, para la educación preescolar, primaria, secundaria, normal y también para la conformación de profesores de educación básica.
Es decir, el primero se dice que será de 185 días, iniciando el 21 de agosto y cuyas clases finalizarán el 25 de junio del 2018. El segundo calendario, prevé 195 días de clases, con inicio en esta misma fecha. Sin embargo el fin del ciclo se retrasará 10 días, y así los alumnos dejarían de asistir a las aulas desde el 9 de julio de 2018. Pero el tercer calendario acierta que los alumnos tengan en total 200 días de clases, desde el 21 de agosto de 2017 al 15 de julio de 2018.
Pero se preguntarán ¿Por qué los tres calendarios? Tiene su importancia, porque desde ahí el compromiso de la verdadera vocación del trabajo magisterial. Porque la SEP detalla que aquellas instituciones escolares que elijan el de 185 días, habrán de adquirir un compromiso, que es el de reponer en los 15 días restantes a los 200, ampliando por ende la jornada escolar de 20 a 30 minutos diarios. Este calendario, luego entonces, aplica a escuelas de tiempo completo.
Ahora bien, para el segundo y tercer calendario, el de 195 y 200 días, aquí quienes elijan, serán instituciones escolares sin necesidad de ampliar sus horas de trabajo.
Pero qué se espera de estas formas de aplicar la educación. Será realmente efectiva, los días se respetarán o a caso no se verán interrumpidas por las clásicas manifestaciones de profesores de instrucción básica que continuarán reclamando derechos o la anulación de la nueva reforma educativa, que en términos generales sí está dando sus primeros resultados, eso es indudable.
México requiere de un país de letrados, comenzando con quienes tienen la obligación de impartir la enseñanza, porque ahí es donde radica el éxito de un país que lo tiene todo, pero pareciera que algunos quisieran ver más gente mediocre y aprovecharse de éstos para saciar sus instintos personales.
Si la Reforma educativa de la que tanto se menciona alcanza las metas que se han propuesto, el país que realmente queremos ver pronto llegará. Y la firmeza con la que se está educando a las nuevas generaciones de profesores de instrucción básica, provocará el interés de convertirse en la profesión mejor pagada y del mismo futuro de que este país llora y pide gritos su transformación.
Las directrices están más que plasmadas, sin embargo, qué debemos hacer para impulsar realmente la educación en aquellos que, faltos de empleos y oportunidades de trabajo tienen hijos que no pueden continuar con sus estudios. Niños que se quedan en el intento de terminar su primaria, jóvenes que frenan su nivel de secundaria y otros que ni siquiera desean concluir el nivel de enseñanza media, porque comen o estudian. Ya no podemos tampoco asegurar cuántos se quedan marginados de llegar al estudio superior; unos por el bajo nivel académico adquirido reflejo fiel de lo que ya no se quiere tener en el futuro y otros porque de plano ya no tienen los recursos económicos para alcanzar una carrera profesional.
Ojalá que los esfuerzos que se hacen sobre la Reforma Educativa que ya está en marcha, que no es una propuesta de que sí se aplica o no, debe establecer como consecuencias un antes y un después, de la que tengamos la satisfacción de poder contar con escuelas de alto nivel, dignos para el mejoramiento de ese aprendizaje que deseamos para nuestros hijos.
Nos da gusto que los maestros que han cumplido con las nuevas formas de continuar adiestrándose, muestren el entusiasmo de llegar a su nueva aula a compartir las experiencias que les brinda lo aprendido y saber que de ahora en adelante verá reflejado en sus educandos; la satisfacción de saber que están en buenas manos seguir aprendiendo más.
Nuestra región está hábida de profesores preparados y de tiempo completo. Los retos en cada inicio de ciclo escolar son inmensos, pero nunca como ahora se podrá decir, que es el momento de enderezar el camino. Así que, los que faltaban para comenzar esta nueva tarea de los 200 días; preescolar, primaria y secundaria, ya están en sus respectivas aulas y ahora a sacar todos los dieces posibles, porque es tiempo de estudiar muy bien, con nuestros profesores más capacitados, para sacar lo que todos queremos ver, mejores alumnos…
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