Mucho se dirá este día sobre el retorno a tierras veracruzanas del exgobernador Fidel Herrera Beltrán. Su presunta “bravía” de instalarse en su domicilio a esperar las denuncias del actual mandatario, Miguel Ángel Yunes Linares, y la respuesta de éste, en el sentido de que hizo bien el gobierno federal de pedirle la renuncia como Cónsul en Barcelona, que es un pillo y demás es apenas el principio de lo que viene, y es muy lamentable.
Parece que a ambos se les ha olvidado, o nunca lo asumieron, el oficio de “estadistas”. Y habría que echarle un vistazo a la tesis al respecto del chileno y doctor en sicología y ciencia política, Sergio Rey Mendoza.
Especializado en universidades de España, Gran Bretaña y Estados Unidos, considera que “un estadista se anticipa al futuro. No confunde el concepto de plan estratégico con medidas netamente tácticas o electoreras. Un estadista no inaugura obras como si éstas ya estuviesen eficientemente materializadas, ni le endosa sus errores a quienes lo suceden o anteceden en el cargo. Un estadista no gobierna mirando las encuestas y distingue muy bien la apariencia de la esencia.
Ha dicho Fidel Herrera que no viene a Veracruz solo a defenderse de las denuncias legales y, según él, son aberraciones las que ha lanzado el gobernador Yunes en el sentido del uso de medicamentos falsos para atender enfermos con cáncer, entre otras linduras.
También, que regresa a hacer política interna al partido, con lo que se debilita la versión de algunos priistas en el sentido de que quien fuera su jefe y guía político, aunque ahora lo “nieguen como Judas a Jesús”, pudiera incorporarse a un cargo del gobierno federal, como la Administración Portuaria Integral o alguna otra posición.
Esto último parece muy distante si se toma en cuenta que la imagen del PRI y del sistema que encabeza Enrique Peña Nieto están más que desgastados. Sería contraproducente reinstalar en el gobierno a un personaje como Fidel, acusado en las esferas locales y nacionales de muchas cosas.
Bien, por otro lado, apenas se supo de la renuncia de Herrera ante Relaciones Exteriores que corrió como reguero de pólvora. Es más hasta en día inhábil la SRE hizo circular tal información. Hay que reconocer que este actor político sigue siendo mediático y noticia, por lo que la competencia con el gobernador del PAN-PRD será reñida en esos espacios.
Y uno de los primeros en reaccionar fue el propio Yunes Linares aplaudiendo además al gobierno federal y señalando que “este hombre era un pillo (que acaso ya no lo es?) y que tendrá que responder” subiendo inmediatamente al eterno ring que ambos protagonizan desde hace muchos años.
En el mismo tenor, pero del lado de Fidel, su esbirro el abogado Jorge Reyes Peralta escribió vía twitter: “Vamos a asumir la defensa de un personaje de la vida económica y política nacional se le va a acabar la fiesta “al farsante” tiempo al tiempo.”
Ese es el tema delicado para Veracruz. Ya se vivieron y se sigue viviendo etapa de lodo y política de caño como para que ahora se visualice nuevos episodios que en nada ayudan ni aportan a Veracruz.
Y es que precisamente este mini gobierno no está para distracciones. Si bien es cierto que hay que delimitar o fincar responsabilidades a quienes hayan cometido anomalías y sobre todo, el desvío millonario del que se acusa en los últimos dos sexenios, pero hay prioridades y es tiempo de reconstruir instituciones. Atendiendo a los consejos del experimentado exgobernador del Banco de México, Agustín Cartens, en el sentido de que en dos años este mandato solo podrá construir o reconstruir dependencias e instituciones.
Así que lejos de esto el periodo de dos años podría pasar de ser un régimen a un ring político bastante convulsionado. Por eso el festejo que hacen los priistas del retorno de su gurú, no es para nada alentador a la situación política y social que se vive en Veracruz.
Hay quienes aseguran que el gobierno federal pretende un contrapeso a Yunes Linares, pero si no es así solo entonces alguien debe evitar que se vuelva a dar esta confrontación. El gobernador tiene una investidura y una tarea que asumir a fondo, el exmandatario ya tuvo su tiempo. Pero también el morbo llama y muchos quieren que estas próximas elecciones municipales tengan sazón y se le ponga “sabor al caldo”.
En fin, quizá todo esto que se escucha y las primeras reacciones solo se traduzcan a “alharacas” o grilla barata, y pues que los actores hagan lo que quieran pero que no perjudiquen más a Veracruz.
Fidel Herrera puede venir como lo dice, a hacer política interna basada en fortalecer al Verde Ecologista donde su hijo, Javier, tiene el control absoluto, y a recobrar si no todo, una buena parte del desquebrajado PRI que hoy es oposición. Pero la realidad es que viene a buscar capital político para poder negociar con Los Pinos y futuros aspirantes presidenciales el 2018.
Y por qué no? Quizá hasta MORENA le pida un empujón al de Nopaltepec. Por qué Andrés Manuel López Obrador no le envía en sus discursos una sola línea crítica a Fidel Herrera ni a Javier Duarte, a éste último apenas por encimita. O a poco hicieron todo bien?
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