REBELION EN PUERTA EN LA UV

Diversos grupos de catedráticos en varias vicerrectorías del Estado ya se encuentran más que molestos con la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Deifilia Ladrón de Guevara González.

Y es que aseguran se sienten utilizados, políticamente hablando, en el tema de falta de financiamiento a la UV en tiempos del ex gobernador Javier Duarte, puesto que al final todo fue en beneficio del grupo de la titular de la U.V. Se podría decir que hasta se redujo a fines personales.

En manifiesto ya cada vez más abierto los catedráticos demuestran están que trinan contra la Rectora porque simplemente en sus bolsillos no ven los beneficios de todas las protestas en que estuvieron inmersos en 2016 por apoyar a la máxima casa de estudios. Realmente esa era la causa y el fin.
Contrario a estas declaratorias de inconformidades de las que fueron protagonistas en apoyo total a su representantes las consecuencias son negativas, porque sus pagos se siguen atrasando y les lleva hasta un año 6 meses que les reembolsen sus gastos.
En contraste lo que no entienden es de dónde sale el dinero para que Sara Ladrón ande viajando por Cuba o Europa, ya que ni siquiera por solidaridad o para alinearse a la austeridad que se vive en la “ALMA MATER”, deja de viajar al extranjero.
Fue evidente que con las manifestaciones por las malas acciones del gobierno de Duarte De Ochoa ayudaron políticamente al PAN-PRD a ganar una elección porque generaron malestar en la comunidad universitaria, pero ha pasado un mes y nada ha cambiado, razón por la que están inconformes con su Rectora.
Pero el malestar no termina ahí sino que va más allá porque acusan que la titular de la Universidad Veracruzana no asiste a ninguna de las sedes de la vicerrectorías para saber cuáles son los otros problemas que los aquejan. Ni de chiste, afirman, se da una vueltecita para conocer que no todo se reduce al reclamo de sueldos y gastos.
Al menos al norte y al sur del Estado tiene al menos un año que no se para en esos campus, pese a que la han invitado a eventos académicos.
De esta forma quien necesita verla o plantearle diversa problemática tiene que ir a Xalapa y a diferencia de su antecesor Raúl Arias Lovillo, ella ni siquiera a los consejos universitarios de alumnos acude para exponer temas de la propia universidad.
Sin duda, se le vienen tiempos difíciles a Sara Ladrón de Guevara, quien ha planeado su reelección, pero en estos momento ha abierto varios frentes de batalla no solo al interior de la máxima casa de estudios sino también al exterior porque hay partidos políticos en el poder que tampoco le perdonan todo el clima que generó en la entidad para un proyecto político
Ahora bien, parece que quiere enderezar un poco la percepción antidemocrática en la que se encasilló con la pasada contienda electoral, argumentando la situación económica de la Universidad.
Y es que hay que recordar que el pasado 1 de diciembre en su discurso se manejó de la siguiente forma:
“Reitero, para que no se reduzca el presupuesto de la Universidad Veracruzana, como se propuso, sino por el contrario, para que dicho presupuesto se incremente en términos reales en relación con los del presente año. La Universidad Veracruzana y los jóvenes universitarios no tienen por qué pagar las consecuencias de la corrupción”.

En ese momento validó así su alianza con el gobierno en turno que encabeza el panista Yunes Linares. Pero también ha comenzado a virar el timón tal como se manejó en los análisis de su carta abierta fechada este dos de enero y dirigida al gobernador, Miguel Ángel Yunes.

La académica pidió al gobernador y al Congreso de Veracruz “desconocer” el documento enviado por Flavino Ríos donde se contempla un decremento en los recursos que se aportaran a la institución.
Esto, al exponer que “el Subsidio Estatal Ordinario para la Universidad Veracruzana (UV) aprobado –señala en la misiva– asciende a dos mil 117 millones 834 mil 280 pesos, lo que representa un decremento de 7.7% con relación al del 2016”.

Previendo que le echen en cara su accionar, la Rectora se pretende curar en salud, pero quedando muy mal parada si se le ubica en un doble discurso.
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