Apenas se dejaron a un lado las confrontaciones directas entre el gobernador Javier Duarte y el electo, Miguel Angel Yunes, cuando ya éste último se trenzó, ahora, con el senador del PRI, José Francisco Yunes Zorrilla.
Conocido en el argot político como Pepe Yunes, el legislador federal ha respondido con más fuerza ahora que en la misma campaña donde Héctor Yunes se enfrentaba a su primo. Y le ha pedido al gobernador electo que no tome ahora de excusas la situación financiera del estado y la falta de apoyo federal para incumplir las promesas hechas.
Este fin de semana Pepe Yunes respondió asi a Miguel Angel para exigirle que no tome como pretexto que la Federación no le dará los recursos necesarios. Dijo que lejos de poder salvar las finanzas estatales el presidente Enrique Peña Nieto habrá de anunciar la reducción al gasto público con recortes incluidos en la propuesta del paquete económico que será presentado el próximo 8 de septiembre.
No habrá dinero, no habrá mucho dinero para el gasto público, advertiría el senador de la Comisión de Hacienda. No obstante en sus aseveraciones se dirige al gobernador electo para fijar posturas, lo que no ha querido ser visto por los distintos sectores.
El senador le ha pedido que no eche la culpa al gobierno federal de no poder cumplir lo que tanto prometió en la campaña.
Y a manera de respuesta, Yunes Linares, apenas se dieron estas declaraciones del priista, ha reconocido que se tendrá el presupuesto más restringido de la historia en Veracruz. Es decir, amarrado el dedo antes de la cortada.
También resulta que Yunes pide al gobierno federal que se haga cargo de las finanzas públicas estatales, lo que no se sabe, es si permitirá que las sigan manejando una vez que inicie su periodo de gobierno.
Es más bien la necesidad de justificar que será difícil manejar la administración estatal, y en ese sentido al igual que con las finanzas lo hace con el tema de la seguridad al comparar una balacera en Ciudad Mendoza, que no deja de ser grave, con Bagdag, lo que es un sintoma de querer decir la “cosa está muy dura” y dejar entrever que no podrá solo con el paquete.
Esto se veía venir, sin duda. El amarrarse el dedo para no cumplir promesas y demás. Ha contravenido también sus discursos. Apenas la semana anterior en las instalaciones de la Universidad Veracruzana, Yunes Linares dijo que dejaría atrás lamentaciones, unos días después los vuelve a retomar como excusas y pretextos.
Consterna e indigna pensar que se va un gobierno cuestionado por incapacidad y corrupción, y ahora, peor que el que aún no llega se la vive en medio de lamentarse y augurios de desastres. Peor aún, dejar claro que no podrá hacer lo que había planeado porque no cuenta con lo necesario para ello, que está más difícil de lo que pensaba. Es decir, se avizora un régimen temeroso e incierto en su capacidad.
Pepe Yunes hace bien en ponerle el dedo al del PAN y PRD. Como estrategia estaría haciendo exactamente el mismo esquema, de vigilar su desempeño y el cumplimiento de todo lo que ha pregonado.
Sí el de Perote fiscaliza, crítica y marca los errores que cometa el nuevo gobierno desde su inicio estará por el camino, estratégicamente hablando, adecuado para su proyecto de buscar en el 2018 la candidatura a gobernador. Que en la justa medida de la político le corresponde por razón natural, pues la oportunidad de Héctor Yunes Landa ya pasó. Y simplemente no pudo.
Ahora bien, frente a esto un Yunes Linares quedará contra la pared. Por su discurso de honestidad y sus golpes de pecho entra abruptamente comprometido a gobernar los próximos dos años. Así que cualquier paso en falso le pegara fuertemente en imagen personal y de su partido. Y el gobierno, prácticamente esta en la lona.
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