Tal parece que haber recibido la validación de los tribunales electorales en cuanto a su elección como gobernador le ha dado a Miguel Angel Yunes Linares un poco de paz interior. Al menos públicamente, así parece.
Y es que es la primera vez que el ex candidato del PAN-PRD habla de hacer a un lado las lamentaciones y los diagnósticos. Y fue precisamente eso lo que lo habría caracterizado desde campaña y aún semanas después de haber obtenido el triunfo.
Ha estado convertido realmente un agorero del desastre. Veracruz está tan mal a su parecer que hasta se creía que podría decir que ya no lo quería gobernar.
Yunes Linares ha cambiado su discurso. Al menos, así lo hizo en la Universidad Veracruzana al inaugurar los foros para la conformación del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018.
Es extraño que ahora hable de no lamentarse más. Y eso pudiera hablar bien del gobernador electo, pues parece que sabe lo que conviene a Veracruz e incluso a sus proyectos, que como es sabido, no queda nada más en la gubernatura. Se pretende mucho más, y pasar por la alcaldía de Veracruz, repetir en la de Boca del Río, la gubernatura, y seguro, desde Veracruz, respaldar al candidato presidencial del PAN en el 2018 para asegurar un espacio en el gabinete federal.
Yunes debiera sin embargo darle continuidad a esa visión pues de lo contrario, dará solo atole con el dedo a quienes aún creen en su figura.
Debe recordar que lejos de crecer en la votación bajo su candidatura el PAN se mantuvo estático, que solo 1 de cada 10 veracruzanos son los que se manifestaron en las urnas, y que deberá convalidarse con acciones y dejar la lengua a un lado, que en nada favorece a nadie.

MUY EN CORTO
ASALTANTES O MARINOS. Llama la atención que en menos de un mes se registran dos casos de policías navales que han asaltado tiendas de conveniencia en la conurbación. Al menos dos hechos que han sido descubiertos en flagrancia más se desconoce si existen otros con autoría por parte de elementos de las fuerzas armadas.
Pareciera inverosímil pero los atracos han sido a manos de elementos, ambos de la Infantería de Marina adscritos a la Policía Naval. El tema preocupante es que ensucian el nombre de una honorable institución como lo es la secretaría de Marina a donde finalmente pertenecen.
Por décadas la dependencia es una de las instituciones más serias y confiables, incluso lo ha sido por encima del Ejército Mexicano, que con todo lo honroso que significan las filas castrenses, se le ha depositado mayor responsabilidad de cuidar a la ciudadanía en las calles sustituyendo a las policías de gobierno con los elementos de la fuerza naval.
Pues bien, este domingo la policía estatal detuvo a un infante adscrito a la policía naval, y por si fuera poco, en flagrancia de un delito, al asaltar un Yepas en el municipio de Boca del Río, armado con una pistola calibre 45.
Antes, el 15 de agosto, otro elemento fue detenido por policías, pero en los hechos hirió a uno de los agentes que frustró el robo que pretendía cometer en las calles de la colonia López Arias en el puerto de Veracruz.
Una semana atrás, en Coatzacoalcos, dos marinos también a bordo de un auto Versa cometieron diversos atracos en la zona del malecón de ese puerto. Posteriormente, tras accidentarse también fueron detenidos.
Estos casos parecen repetitivos, y es que lo más dañino es el deterioro de la imagen de la Armada de México, institución noble y servicial, que su característica principal, es salvaguardar vidas humanas, ya sea en desastres o en medio de la violencia.
Por eso llama la atención que se registren estos hechos que, una y otra vez, sacudan a la opinión pública y que esas escenas de niños diciendo adiós a los infantes, agradeciéndoles arriesgar su vida por los ciudadanos, ya no se den más, pues unos cuantos elementos hagan dudar, si los efectivos de las fuerzas armadas son vigilantes, salvaguardas o delincuentes.
direccioneditorial@hotmail.com