Me veo en la cárcel? Fue respuesta con pregunta, al cuestionamiento a su vez de: Se ve el gobernador en la cárcel? hecha por el periodista al gobernador Javier Duarte durante la visita del presidente Enrique Peña Nieto.
Y es que si con la visita del mandatario nacional a Antón Lizardo en el evento de la Armada de México el Ejecutivo estatal recibió algún tanque de oxÃgeno polÃtico, pues simplemente el escenario polÃtico habrá de agarrar un solo camino.
Si bien el hartazgo ha imperado entre los ciudadanos ante el choque entre el mismo Duarte y el enemigo público número uno de éste. Miguel Angel Yunes Linares que le ha declarado la guerra, espaldarazo o simple mutismo de Peña Nieto en su calidad de jefe polÃtico del paÃs, significará que esto sigue sin fin.
En polÃtica el que pone y dispone siempre es el Presidente, sobre todo cuando se gobierna bajo el presidencialismo que ha caracterizado el régimen del partido tricolor. Y en ese sentido, si al que gobierna Veracruz no se le impuso algún tipo de freno en el enfrascado conflicto con el electo, sin duda que la guerra se prolongará al menos hasta noviembre cuando se tenga que dar la sucesión de poderes.
En la defensa de Javier Duarte ira sin duda la continuidad para seguir desprestigiando al gobernador electo. Y será con todo. Puesto que se trata de una especie de carta abierta. Si a éste no le fue bien con la visita presidencial entonces esta confrontación mediática y legal con denuncias de ambas partes empezará a bajar de tono.
En Los Pinos saben que el crecido gobernador electo panista no tiene alguien más que lo enfrente en su obsesión y su carrera por mantener el poder en Veracruz y con miras a abonarle a la presidencia para que el PAN regrese.
Y por ello quizá, sigue circulando la versión en el sentido de que pudieran liberar de los juzgados federales órdenes de aprehensión contra el neopanista o en su caso, hasta ser anulada la elección.
Quizá esto explica la serenidad aparente de un Javier Duarte que se dice fortalecido contra viento y marea.
MUY EN CORTO
LA CARTA DE DUARTE. Por otro lado Javier Duarte dejó en claro que la basificación de un poco más de siete mil trabajadores al servicio del gobierno estatal no es ni obsesión ni ganas de fastidiar al mandatario electo aún cuando mantienen ese choque.
Y es que esas plazas constituyen certeza laboral para muchos hombres y mujeres que han pasado una buena cantidad de años trabajando en diferentes áreas de la administración pública estatal.
Hay gente que tiene entre 10 y 20 años que corren el riesgo de quedarse en la calle, literalmente hablando, después del primero de diciembre que se dé el relevo en la titularidad del Poder Ejecutivo de Veracruz.
Ahà es donde radica la importancia de esta medida que ha generado escozor en quienes esperaban meter mano al cajón y en las decisiones del sector trabajador de la entidad.
Por esa razón es que el propio Duarte, luego de firmar el Reglamento para la Formalización de las Relaciones del Personal de la Administración Pública Centralizada en el Poder Ejecutivo del Estado, aclaró que la basificación es un acto de justicia hacia quienes han dedicado sus esfuerzos a trabajar por un Veracruz mejor.
Por este lado, tienes una explicación clara lo que ha hecho el Ejecutivo. Es un beneficio real para los trabajadores. Por encima de las diferencias politico-electoral.
Pero ésta, como otras actitudes, para algunos podrÃa ser beligerante o en otros casos, se tomó como respuesta a los ataques que sufrió en campaña y sigue recibiendo de Yunes Linares, lo que desconcierta a propios y extraños.
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