Trascendió que desde Casa Veracruz cada uno de los diputados locales electos priistas con partidos aliados y hasta los cinco que llegaron como “Pluris” y que son dados como seguros recibieron una llamada telefónica del poderosísimo personaje que vive en este sitio.
En esa comunicación les hizo a todos una petición por el bien del Gobierno, claro, primero los felicitó por haber obtenido la victoria en sus respectivas demarcaciones.
Y luego expuso, lo que ya se sabe, que el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, tiene “sed de venganza” y que no cesará de estar “jorobando” apenas asuma formalmente el poder.
Así, la petición es que para evitarlo hicieran una sola bancada de todos los organismos aliados al tricolor, una fracción fuerte y poderosa, para ser un contrapeso importante. Aún cuando no son mayoría buscarían esa fortaleza.
Al principio la idea no pareció del todo mal, pues se trataría de un grupo único priista con aliados que podrían llegar a tener 17 diputados locales si el tema de Cosoleacaque se resuelve a favor y sería una forma de contener al nuevo gobierno azul-amarillo.
Por supuesto que también tomaron en cuenta que las negociaciones con el futuro gobernador les podría ser más “fructífera” ahora que serán oposición y que mejor que presentarse en bloque.
Sin embargo, más de un diputado electo hizo “mutis” cuando la propuesta hecha por Casa Veracruz para ser el “pastor” de la futura bancada fue la del ex secretario de Gobierno y hoy legislador de representación plurinominal por Partido Verde Ecologista de México, Gerardo Buganza Salmerón.
Ahí fue cuando como coloquialmente se dice, la “puerca torció el rabo”, ya que después de consenso entre ellos no se vio con buenos ojos la propuesta.
Después la pelea se centró en quién los podría “pastorear” y estos días han sido de dimes y diretes porque los que los nueve que ganaron su elección se manifestaron en contra de que un “pluri” los lideree.
Sin embargo, de los que ganaron, para la desgracia de estos no tienen perfil o están apenas saliendo del “huevo” y una coordinación les queda grande, pero aún así se rebelaron para hacerse sentir. Por ahora a esperar como se acomodan, pero esa “gran bancada” difícilmente se conformará, ya que los legisladores electos andan buscando acuerdos en grupos de tres.
Y es que lo es que pide la ley del Congreso Local, para formar una bancada y podría darse el caso de que en la nueva Legislatura que toma protesta en noviembre existan varios mini-grupos parlamentarios con la finalidad de tener presupuesto propio, aunque claro las negociaciones se mantienen.
Esto no ha terminado.
MUY EN CORTO
MÁS ENANOS TRAIDORES? A más de diez días de haber concluido las elecciones en el estado Veracruz, seguramente quienes toman las decisiones al interior del PRI en municipios como el puerto de Veracruz han tomado un tiempo para la reflexión y el análisis, de qué fue lo que salió mal. La derrota en esta ciudad fue sonora y contundente para el tricolor, pues tanto en el distrito 14 como en el 15, el PAN ganó por más de 45 mil votos mientras que el tricolor apuradamente obtuvo 15 mil votos en un distrito y 13 mil distrito en otro más.
Nunca en la historia reciente se había tenido tal descalabro y si bien las razones apuntan al desgaste del partido en el poder ejecutivo federal y estatal, la realidad es que se careció de operadores a la altura del reto.
La responsabilidad de la operación recayó en la jefa de gabinete del municipio porteño, Josefina Murrieta, así como la directora de Desarrollo Social, Guadalupe Tapia, quienes llegaron ahí gracias a sus ‘padrinos’ y se comprometieron con el alcalde porteño a sacar adelante esta elección con buenos números, cosa que simple y llanamente, no lograron. Esto se veía venir, pues ambas funcionarias desconocían la complejidad de operar en un municipio como Veracruz y esta inexperiencia y el aire de soberbia con el que se conducían hacia la militancia, cobró factura y ahí están los resultados.
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