Nadie podría intuir cuál va a ser el papel que va a desarrollar el gobernador Javier Duarte de Ochoa para apoyar políticamente a Héctor Yunes Landa si el precandidato asegura que meterá a la cárcel aquellos funcionarios estatales que hayan hecho mal uso de los dineros públicos incluyendo al Ejecutivo Estatal.

Quién en su juicio ayudaría alguien que anuncia de manera pública que te va a ser un grave daño como el de perder la libertad. Así se hayan puesto de acuerdo bajo el agua o en lo oscurito. Me golpeas y me lastimas en público, pero en privado estamos conscientes que no es serio y me sigues guardando el respeto y el afecto de ser militantes de un mismo partido político.

Además de que sabe el aspirante del tricolor que lo necesita y requiere de su apoyo. A quién le gusta dentro de la particular soberbia de un gobernante como Javier Duarte que lo acusen de ratero.

Es una situación muy especial y demasiado aventurada para conocer a estas alturas quién va a ser el nuevo gobernante, cuando de acuerdo a los estudios de opinión va a ser una elección muy cerrada.

Si se guían analistas políticos por los rostros de optimismo de un lado y los de desconsuelo por otro, podrían sacar sus conclusiones de índole psicológica, que a veces son más atinadas, que las que señalan las estadísticas de los estudios de opinión de la metodología de las encuestas.

El papel de Flavino

Nunca se imaginó el notario Flavino Ríos el triste papel de secretario de Gobierno de esta administración, tener que salir a dar la cara y estar consciente que existen razones muy poderosas, como lo es, una total falta de liquidez, por lo que no puede dar ninguna solución.

El funcionario estatal no puede darse abasto ante el cúmulo de airados y justos reclamos. Él no tiene ninguna chequera ni una varita mágica para prometer algo que no es posible.

Se le ilusionó al dos de Duarte que podía ser el número uno, además de contar con el padrino de Miguel Alemán Velazco, el veracruzano más cercano al presidente Enrique Peña Nieto. Lo que no contaba con la palabra comprometida del líder priista Manlio Fabio Beltrones.

Se agarran como comadres

El pleito entre los gobernadores Graco Ramírez, de Morelos y Javier Duarte de Ochoa, es como los de los barrios bajos de una vecindad. Acusarse de quien es el peor gobernante, tanto uno como el otro, saben que a ninguno los quieren.

El comparar Veracruz con Tabasco, como argumento de qué estado está más jodido, sobre todo tomando en cuenta el tamaño por su extensión, el número de habitantes y los índices de violencia.

Graco Ramírez aprovechó el viaje para que voten por la oposición y sin discreción acusó a Duarte de Ochoa de saquear al estado y de no saber gobernar.
Uno lo hace de manera pública, el otro, le contesta con un boletín.
No son serios.