• #HastaQueRenuncieDuarte, Trending Topic en Twitter

Descartar que el móvil, en el homicidio de un periodista, sea por su ejercicio profesional, es ya una constante en la entidad veracruzana y lo mismo volvió a ocurrir en el caso de Gregorio Jiménez de la Cruz, donde según las autoridades, la causa, de su ejecución y previó secuestro fue por motivos personales debido a problemas con la vecina y propietaria de un bar quien pago supuestamente 20 mil pesos a 5 personas para que lo asesinaran y luego por si esa versión no fuera bastante ridícula, la vocera del gobierno de la entidad salió a declarar que otra línea de investigación es la de los hijos, ya que se supone existía un noviazgo entre la hija de Goyo y el hijo de la vecina.
Para las autoridades de Veracruz eso significa esclarecer los homicidios, presunciones y mas presunciones, con detenciones de presuntos culpables que violan toda regla de un debido proceso, burlando así las leyes y los principios de derecho que deberían salvaguardarse por aquello de que en la entidad se aplican las normas y así en una inventiva de hechos, adecuaciones e investigaciones endebles, todo se engrana para descartar que en Veracruz se asesine a los periodistas por lo que escriben y por ello se les involucra dolosamente con delincuencia organizada, se les liga a temas pasionales y sentimentales, vicios, excesos o bien temas exclusivamente personales.
El periodista del sur de la entidad, recientemente había publicado artículos donde señalaba la corrupción que imperaba en la región con la trata de migrantes centroamericanos y apenas el 21 de enero publicó una nota periodística que titulaba “se lo “trago” la tierra” en referencia al secuestro o levantón de Ernesto Ruiz Guillen, alias “el cometierra o el Dragas”, donde relataba que había recibido dos impactos de bala antes de ser subido a una camioneta por hombres armados, y así el pasado 11 de febrero el cuerpo de Gregorio fue descubierto junto al de Ernesto; el periodista que relato el secuestro de Ernesto tuvieron un mismo destino y sus cuerpos fueron encontrados juntos, y a pesar de las evidencias, se sigue descartando que su homicidio fuera por el ejercicio de su profesión periodística.
Lo que ocurre en Veracruz es lamentable, buscando tapar la inseguridad inventando historias ajenas a la realidad, en el sentido de que ni uno de los 10 periodistas asesinados, han muerto por su labor. Y así comunicadores que no tiene el espacio en sus medios de comunicación, por los compromisos de directivos con el gobierno, han salido a las calles para levantar la voz, perdiendo así el medio a represalias, para exigir justicia, una verdadera justicia y no esas historias con culpables que nadie cree.
Pero esta vez ya no fue igual, esta vez se dieron muestras de un hartazgo social, con organizaciones internacionales, nacionales y locales, además de comunicadores, empresarios y demás sectores de la población, entre marchas y protestas en redes sociales; en poco menos de dos horas ciudadanos colocaron el hashtag #HastaQueRenuncieDuarte en Trending Topic, es decir en uno de los temas del momento a través en twitter.
Ayer el comunicador fue despedido en su domicilio, es una humilde vivienda de techos de lamina y el gobierno le apuesta al olvido, a que el tema pase y todo quede así. Lamentable su familia es la que sufrirá, son quienes se quedan a vivir con el dolor de un padre y esposo arrebatado por la inseguridad, sin una protección y sustento y para colmo el dolor de su ausencia, de esa vida diaria de llevarlos a la escuela y procurarlos, que hoy ya no está, ¡qué triste y cuanta impotencia para una madre y esposa! que hoy se siente herida porque no le escucharon , ni le ayudaron cuando su esposo, dijo, “seguramente aún se encontraba con vida”.