El pitorreo oficial

Ya se perdió el respeto y el trato con educación que se había mantenido a los funcionarios del gobierno del estado. El que se levanten pancartas frente a ellos, que en reuniones públicos los abucheen y se llegue al extremo de mofarse de manera pública de las declaraciones, es una anómala y grave situación que no se había vivido en ninguna época en la entidad veracruzana.
Tampoco habían existido tres grandes manifestaciones al mismo tiempo de diversos sectores de la sociedad frente al palacio de Gobierno.
Cuando la mayoría del pueblo veracruzano se vuelve crítico, esa contundente opinión es digna de tomarse en cuenta por las autoridades.
A la conclusión que llegan los analistas es que no hay operadores políticos en esta administración y consideran que es el bajo perfil de los secretarios que componen el gabinete. Funcionarios que en otras épocas habrían ocupado cargos de segundo y tercer nivel. La trayectoria de los últimos años de los actuales secretarios los ubica en cargos secundarios.
Nadie se imagina a un secretario de Gobierno como Ignacio Morales Lechuga, Dante Delgado Rannauro, Reynaldo Pérez Escobar o Nohemí Quirasco Hernández haciendo el triste papel de Erick Lagos.
Preocupa en todas las esferas esta pérdida de cortesía y compostura hacia las autoridades. Se vive una etapa de insolencia permanente y en una gran mayoría de los casos se llega al extremo de la grosería. Cuando este pitorreo se ha vuelto un hecho cotidiano se corren otros riesgos que escapan a todo control.

El cambio de la vocera

La explicación de los altos funcionarios que dan a las propias versiones del gobernante Javier Duarte de Ochoa, del por qué sostiene a María Georgina Domínguez, es que si la cambia se vería atendiendo las presiones y con ello mostraría cierta debilidad.
El movimiento lo hubiera hecho si no hubiera esa coacción a su mandato.

La metamorfosis de Catón

De los columnistas nacinales es sin duda Armando Fuentes Aguirre, que escribe con el sinónimo de Catón, uno de los más leídos, de manera especial por su escrito que denomina “De política y cosas peores” donde relata chistes picosos y en la parte central aborda un tema nacional con más profundidad y por lo regular siempre bien documentado.
También ha sido de los periodistas más críticos y duros en contra del quehacer político de Andrés Manuel López Obrador. Por lo que resultó extraño que en su pasado escrito al referirse al tabasqueño lo calificó como absolutista por su negativa de unir su Morena con el PRD, en el movimiento que existe en contra la reforma energética de Enrique Peña Nieto. “Pero así como digo una cosa digo la otra. Pienso que AMLO terminará por concentrar en su persona el capital político izquierdista y que es desde ahora el candidato natural de ese sector en el 2018.
Desde luego no soy dado a hacer profecías, pero si la elección fuese hoy, y López Obrador se presentara como candidato, seguramente saldría vencedor”.
Ya desde ahora lo ven como el futuro presidente de México. Es el resultado de la palpable irritación que las medidas económicas del actual gobierno ha provocado.