Debe resultar complicado para el gobernador Javier Duarte de Ochoa encontrar una fórmula secreta para contener a los políticos adelantados, que de manera abierta, trabajan para posicionarse como prospectos viables para sucederlo. De manera particular, los miembros de su gabinete, quienes laboran dentro de su administración, ya que se considera una falta de respeto y de educación política cuando faltan más de dos años para que ocurra el cambio.
Por el lado de los senadores José y Héctor Yunes, ellos tienen todo el derecho de trabajar para su campaña electoral, por tratarse de pares del gobernante, donde no hay normas y pertenecen a poderes distintos al ejecutivo.
Lo preocupante para el ejecutivo estatal es la acelerada anticipación de la clase política local, fenómeno sexenal que no se había visto en épocas pasadas, hasta el último año de gobierno y no como ocurre en la actualidad, que desde la mitad de su administración se filtran hechos preelectorales y se manipulan en las columnas periodísticas eventos que perfilan a candidatos a la gubernatura veracruzana de su propio partido.
Como que existe una gran prisa por el cambio.
En sucesiones anteriores fue de unos meses antes de las elecciones que trascendieron los nombres del aspirante a gobernador. Los registros periodísticos de Fernando López Arias, Rafael Murillo Vidal, Rafael Hernández Ochoa y Agustín Acosta Lagunes ocurrieron en el mes de marzo del año electoral cuando trascendieron como futuros gobernantes. Nadie se movía por ser institucionales hasta el momento del destape. No como ocurre en la actualidad que con tres años de anticipación ya se habla del sucesor. El nombre de Dante Delgado se supo 48 horas antes de su toma de posesión. Se guardaban las formas.

Crear cuerpos de autodefensa

Ante la grave crisis de inseguridad que se vive en la entidad, el diputado federal Uriel Flores, expresó la urgencia que la ciudadanía se adhiera a los actos de autodefensa por la defensa de sus derechos y que se restablezca la paz.
Estos actos violentos de los últimos días en Veracruz, Coatzacoalcos y Xalapa no deben permitirse, por lo que la sociedad debe organizarse de manera pacífica.

Acusó al PRD de traidor

Hablar de frente se requiere valor como lo hizo el padre Alejandro Solalinde, quien delante de la plana mayor del PRD, compuesta por senadores, miembros del comité nacional y dirigentes sociales, acusó a este partido político de haber traicionado el pueblo de México y de haberse amafiado con el PRI.
El defensor de los migrantes sostuvo que los líderes perredistas deben reconocer que se equivocaron y cayeron en la corrupción. México no está en venta.
Algo que debe haber causado un cierto escozor al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, Carlos Navarrete, candidato de “Los Chuchos” y al coordinador de los senadores, Miguel Barbosa, cuando el sacerdote Solalinde reconoció que “aún hay un nuevo tiempo y hay gente como Morena”.
Nombrar al futuro partido político de la izquierda, que comanda Andrés Manuel López Obrador, les ha de haber purgado, conscientes que se espera una estampida de militantes perredistas para afiliarse al nuevo instituto político.