La idea era estupenda con la repetición de la Comisión estatal de la Defensa de los Periodistas, pero esta segunda parte, ha resultado todo lo contrario, no hay día que no se escriba o se conozca una queja o denuncia de un reportero de los medios en contra de esa dependencia. Si bien es cierto que hay reporteros en todo el país, que se sienten tocados por los dioses y son verdaderas vedettes durante el ejercicio de este oficio, no se explica cómo un organismo creado para apoyar a los comunicadores sea tan crudamente reprobado por los periodistas veracruzanos.

Esta penosa situación no ocurría desde cuando fue creada esta Comisión por el gobernador Fidel Herrera, durante una cena del Colegio de Periodistas de Veracruz. Siempre hubo un reconocimiento a la labor desarrollada por su primer director, el reconocido jurista Gerardo Perdomo, su secretaria, licenciada Nadia Cazarín Galicia y su reducido personal.

Se cumplía de manera cabal su función de realizar todas aquellas acciones tendientes a garantizar los derechos y los intereses de las personas que ejercían actividades propias del periodismo en los medios de comunicación de la entidad veracruzana. Aquel organismo trabajaba con una junta de gobierno formada por un exdirector de la Facultad de Comunicación, un académico reconocido, un columnista de un periódico, y representantes de los medios de radiofónicos y de la televisión local. Que por cierto, ninguno cobraba ningún sueldo.

Algo ocurrió que esa buena imagen se trastocó. Uno de los aspectos que molestó a los periodistas veracruzanos fue el presupuesto de aquella primera dependencia que apuradamente llegaba a los tres millones de pesos al ser incrementado a más de veinte millones, para que este se repartiera entre los nuevos integrantes.

Se institucionalizó el embute periodístico de manera oficial. Con Gerardo Perdomo ningún miembro de la Junta de Gobierno recibía alguna compensación, al igual que la del desaparecido Colegio de Periodistas de Veracruz, cuyo director no solo no percibía algún salario, sino que tenía que sufragar de su propia bolsa un sinnúmero de gastos originados para el funcionamiento de dicha institución académica. El presupuesto anual del Colegio de Periodistas, era similar a la dieta simple de un diputado local, apuradamente rebasaba el millón de pesos.

La terca memoria

El contador cosamaloapeño Mauricio Audirac, recién nombrado contralor del estado, no lo sueltan los legisladores panistas y le reviven su cuestionada gestión en el Orfis, donde asegura el exdiputado federal Eduardo de la Torre la existencia de evidencias de cuentas públicas “maquilladas” para tapar desfalcos en ayuntamientos, que ahora confrontan enormes deudas.

La nueva ley federal fiscalizará cualquier deterioro en las finanzas públicas, por lo que espera el panista que el nuevo contralor “tenga más chamba que negocios“.

El periodista asesinado
Según los últimos documentos dados a conocer por un exdirector de la DEA,-- la agencia norteamericana que opera en México en contra del tráfico de enervantes--, revela que la muerte del periodista mexicano Manuel Buendía fue planeada por la CIA y la Federal de Seguridad, organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación, por haber publicado unas columnas en las cuales acusaba al gobierno mexicano de proteger a los narcos.