A pesar de las versiones contrarias, el exgobernador Fidel Herrera Beltrán no tiene la menor duda de que no se equivocó al escoger a Javier Duarte de Ochoa como su sucesor. Tres años antes de que terminara su mandato tomó la decisión de que aquel entonces discreto subsecretario de Finanzas fuera el “preciso”. El único problema que él considera de esta cardinal determinación, fue la de habérselo comunicado a su señora esposa, Rosa Borunda, quien cometió ciertas indiscreciones que trascendieron, lo que permitió que personal que laboraba con ella, se fueran de manera ventajosa posicionando con el que había sido designado. Siempre y cuando pasara la prueba de la elección federal.
Fidel Herrera está agradecido con Duarte de Ochoa por la grave situación del multimillonario débito de su administración y la forma como sigilosamente lo protegió, aunado a que lo ha ayudado para subsanar malos entendidos en su compleja relación con el presidente Peña Nieto y con miembros de su gabinete.
El actual ejecutivo estatal ha mantenido una relación de lealtad, respeto, agradecimiento y de singular afecto en todos los aspectos hacia quien lo proyectó al principal cargo que puede aspirar un político en la entidad veracruzana, al grado de ser el promotor básico del especial anhelo de Fidel Herrera, de llegar a ser el representante de México en una embajada en el continente europeo.
En anterior columna se mencionó la de Italia, a la cual se opuso abiertamente por existir en Roma varios miembros del gobierno mexicano en dicho país, como es el embajador ante el Vaticano y de organismos internacionales. “No podría sacudirme a la pegajosa corresponsal de Televisa, Valentina Alazraqui”.
Toda amistad de carácter político tiene su finalidad, una vez alcanzada esta, por lo regular termina, cuando surgen las nuevas circunstancias. Se podría llegar a pensar que Duarte de Ochoa con este nombramiento diplomático en el exterior se sacudiría al popular “Tío”. Es posible para varios miembros de la clase política local lo consideren oportuno y necesario; para otros, sigue siendo el influyente padrino para alcanzar nuevos beneficios y posiciones.
En este quehacer público, se asegura que toda amistad o relación, incluso la que se haya roto, tiene derechos que no prescriben fácilmente.
Este apoyo de Duarte de Ochoa a Fidel Herrera no tiene límite y, no están equivocados quienes aseguran que la reciente visita que hiciera al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, estaba relacionada con la designación como futuro embajador en Grecia. Nombramiento que no se dio en esta ocasión, pero tampoco se ha ratificado al exdiputado panista de la Universidad Complutense, Tarsicio Navarrete Montes de Oca que acaba de cumplir apenas dos años en el cargo.
Fidel Herrera ha estado cabildeando ante varios miembros del gabinete peñista para lograr su objetivo en el ramo diplomático y de manera especial con el yucateco Emilio Gamboa Patrón, líder de la fracción de los senadores priistas, consciente que no tiene simpatía alguna entre numerosos representantes senatoriales tanto del PAN como del PRD y de su propio partido político, incluyendo a sus paisanos.
En algo tenían que coincidir los apellidos Yunes.
Existe el antecedente de que esta designación por razones particulares había sido pospuesta, por reciente operación a la que fue nuevamente sometido el político cuenqueño en una delicada y molesta reestructuración de los maxilares.
Fidel Herrera Beltrán reconoce la importancia de tener buenos amigos, ya que esta relación multiplica los bienes y reparte los males. Es el único remedio cuando la fortuna le es adversa.
De lo que está seguro es que el gobernador Javier Duarte de Ochoa en este particular renglón hasta el día de hoy, no le ha fallado.