Se empezó a escribir el último capítulo de los líderes sindicales en el área educativa, con la aprehensión de Elba Esther Gordillo y el desconocimiento en el estado de Veracruz del dúo de los maestros Nicolás Callejas.

Viejos caciques que pertenecían al club de la eternidad en su relación perversa con el poder.

El éxito de estos dirigentes estriba en su docilidad con el gobierno. Complacer a los funcionarios en turno y contener las demandas de los sindicalizados.

Personas adaptables a cualquier circunstancia o ideología. Amalgamados con el gobierno se limitan a presentar demandas y aceptan de antemano lo que les quieran dar.
Se reeligen las veces que deseen y solo la prisión o la muerte les arrancaría el eterno liderazgo. Ejemplos como la Gordillo y Fidel Velázquez, donde la cárcel y la desaparición física los retiraron. Son los líderes mexicanos a perpetuidad.

Son sus sindicatos los que les permiten satisfacer todo tipo de aspiraciones personales. Llegan a alcanzar un poderío económico que les otorga una vida de ensueño que no se acaba con sus descendientes. Estos caciques sindicales es un fenómeno que se repite con los ferrocarrileros con el veracruzano Víctor Flores, los petroleros con Carlos Romero, mineros de Napoleón Gómez, los obreros de Joaquín Gamboa, burócratas de Joel Ayala, electricistas con Víctor Fuentes, etc, etc.

Los culpables del caso Mexicana

Cuántos hectolitros se habrán gastado de tinta sobre el problema de la Compañía Mexicana de Aviación que dejara sin empleo a más de cinco mil personas, quienes tenían años de estar laborando en dicha empresa, y que por malos manejos de sus propietarios, perdieron su fuente de trabajo.

Resulta que el exdirector general de esta compañía, Manuel Borja Chico, libra una batalla legal para no ir a la cárcel por estar acusado de evasión fiscal por 110 millones de pesos durante el periodo del 2010. Además de contar con otra orden de aprehensión por más de 55 millones de pesos.

Además de evasores fiscales son responsables directos del grave daño moral que causaron al patrimonio de más de cinco mil familias, personas que vivían honestamente de su empleo.

Es una reforma recaudatoria

La reforma hacendaria de Luis Videgaray es una propuesta eminentemente recaudatoria que le vuelve a cargar la mano al contribuyente cautivo. Afecta seriamente a las pequeñas y medianas empresas al restringir la deducción de las prestaciones laborales, así como el incremento de las cuotas patronales al IMSS.

En ningún momento esta reforma fiscal habla de una reducción en los gastos públicos, los elevados salarios de los funcionarios, la corrupción de la alta burocracia y el dispendio de estos recursos del pueblo en gastos personales.

Lo cierto es que esta iniciativa impacta de manera negativa los ingresos y el patrimonio familiar de la clase media de la población mexicana y de forma particular a los trabajadores asalariados.

Sigue siendo una burla el salario mínimo establecido que en la realidad no sirve ni para sufragar una elemental canasta básica.

Para las pequeñas y medianas empresas, esta reforma que incrementa sus impuestos, lo único que implica será una obligada reducción de su plantilla laboral. Obviamente, esta pésima medida solo agudizará la actual tensión de la relación obrero-patronal.

La reforma fiscal está jugando con fuego con la economía del país y del hambre del pueblo mexicano.