Nunca se imaginó el entonces presidente Adolfo López Mateos cuando inauguraba en Coatzacoalcos las plantas de la industria petroquímica más importantes de América Latina, que otro presidente Enrique Peña Nieto, también mexiquense, iba a vender estos complejos a empresas trasnacionales.
El primer complejo de aquel ambicioso proyecto petroquímico fue precisamente Pajaritos, puesto en marcha en aquella memorable ocasión, ahora ya le pertenece a una empresa extranjera, Mexichem, es la accionista mayoritaria y tomó la decisión de despedir a 1,683 empleados para quedarse solo con una tercera parte de la plantilla laboral. Siempre y cuando acepten nuevas condiciones de trabajo. La expropiación petrolera del general Lázaro Cárdenas pasó a una nueva historia que se escribe hoy en día en el sur del estado de Veracruz.
Y como si se tratara de una venta de “garaje”, se siguen con el complejo de Cosoleacaque, donde otra compañía extranjera Brasken, adquiere a precio de remate, las plantas del principal productor de amoníaco del país, elemento primario para la elaboración de fertilizantes.
Mientras en Veracruz, se realizan esta clase de operaciones de los derivados del petróleo, en la ciudad capital de la nación mexicana se discute en el Congreso de la Unión, la Reforma Energética, donde legisladores progresistas se oponen a la privatización de esta riqueza que le pertenece al pueblo.
En tanto, se entretienen los legisladores en los pros y las contras de esta iniciativa, en la entidad se efectúan estas ventas nocturnas que al igual que las grandes tiendas departamentales se cierran hasta que salga la última oferta de los clientes extranjeros potenciales.

Los puso a temblar

Tenían varios días que se rumoraba que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, tenía las horas contadas en el gabinete. Es una cuenta paralela que se mueve aceleradamente en contra de algunos exgobernadores. El ejemplo del potosino Santos los puso a temblar a varios.
El hidalguense había cometido costosos errores en el manejo noticioso de los desastres climáticos, su posición con los maestros disidentes y el grave equívoco con líderes partidistas del Pacto por México.
El video que circuló ayer por la mañana, es obvio el rechazo del presidente Peña Nieto a su jefe del gabinete al no saludarlo, y detenerse con cada uno de los que ocupaban el presidio de una ceremonia.

Seremos muy ricos

Se trata de repartir cuatro billones de pesos que será la suma a la que ascenderá el presupuesto de egresos del próximo año. Los gobiernos federal, estatal y municipal serán los más ricos de la historia financiera de México.
Casi el doble de lo que llegara a manejar el gobierno de Felipe Calderón. Es en concreto la gran reforma fiscal que planearon el presidente Peña Nieto y su economista Luis Videgaray.
Para conseguir esta gigantesca suma van a meter la mano en la cartera de todos los mexicanos considerados como contribuyentes cautivos. Son los nuevos impuestos a la renta, al valor agregado y de manera particular a la producción y servicios que entrarán el próximo mes de enero.
Una parte importante son los nuevos préstamos que serán contratados. No hay que perder de vista que a los priistas les encanta endeudarse y como tienen mayoría no habrá la menor duda que lo lograrán, aunado a que los panistas ya fueron “maiceados”.